Este es un artículo de colaboración preparado por su autora para Medwave.
En la actualidad, el efecto del calentamiento global sobre todos los sistemas del planeta Tierra es motivo de gran preocupación. En los seres humanos, este fenómeno se ha asociado a la emergencia de nuevas enfermedades y a la reemergencia de algunas que parecían erradicadas. Es necesario que los laboratorios y centros de salud se preparen para enfrentar estas enfermedades infecciosas y refuercen sus medidas de Bioseguridad.
Los datos científicos más recientes confirman que el clima de la Tierra está cambiando en forma muy rápida: las temperaturas globales aumentaron casi 1 grado Fahrenheit en el último siglo y probablemente aumenten con mayor rapidez en las próximas décadas, a causa de la presencia de una capa contaminante de dióxido de carbono, cada vez más densa, que proviene principalmente de las plantas generadoras de energía y los automóviles, y atrapa el calor en la atmósfera. El cambio del patrón del clima genera una serie de fenómenos que producen efectos perjudiciales en la salud humana (Fig. 1).
Figura 1. Consecuencias del cambio en el patrón climático mundial
Lo anterior trae como consecuencias olas de calor mortales, mayor propagación de enfermedades y agravamiento de los problemas locales de calidad del aire, que ya afligen a más de 80 millones de estadounidenses. Al cambiar las temperaturas, animales, insectos y plantas invaden el territorio habitado por otras especies y junto con ellos migran enfermedades que imponen un alto costo económico; por ejemplo, las garrapatas que transmiten la enfermedad de Lyme y la encefalitis viral se han difundido hacia el norte de Suecia y se encuentran en altitudes mayores en la República Checa; asimismo, el desplazamiento de los mosquitos hacia el norte ha desplazado también al paludismo, el dengue, la fiebre amarilla y el virus del Nilo occidental. Según un informe del Ministerio de Salud de Kenya del 24 de noviembre de 2006, en ese país hay 20 millones de personas con riesgo de paludismo debido al cambio climático. Finalmente, un cambio de temperatura de varios grados puede hacer que las zonas templadas se hagan más acogedoras para la malaria, mientras que las áreas tropicales se podrían volver menos hospitalarias para algunas enfermedades; por lo tanto, existe riesgo de que se introduzcan, o se vuelvan a introducir, enfermedades tropicales que ya estaban libres o en áreas nuevas, con efectos mucho más graves.
Los cambios climáticos y de hábitat hacen que las enfermedades emergentes y reemergentes se conviertan en un problema global, dado que las poblaciones urbanas están en continuo crecimiento, aumentando las oportunidades para la transmisión de estas enfermedades tanto de persona a persona como de animales a personas, en el caso de las enfermedades zoonóticas. Muchas veces los servicios de salud pública no están equipados para lidiar con ciertos brotes infecciosos, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calculado que el calentamiento global puede estar causando la muerte de hasta 150.000 personas al año.
Se entiende por enfermedades emergentes a aquellas cuya incidencia se ha incrementado en las últimas dos décadas, o amenaza incrementarse en el futuro próximo. Para que ocurran deben estar presentes la introducción y la transmisión.
Se entiende por enfermedades reemergentes el resurgimiento de enfermedades que habían sido aparentemente erradicadas o cuya incidencia había disminuido; es decir, aquellas enfermedades infecciosas conocidas que, después de dejar de constituir un problema de salud pública, aparecen nuevamente, cobrando proporciones epidémicas.
Es fundamental prestar la máxima atención y prioridad posible, a nivel mundial, a la puesta en práctica de programas de Bioseguridad, ante la posible aparición de enfermedades emergentes y reemergentes producidas por el calentamiento global y los cambios climáticos (Tabla I).
Tabla I. Enfermedades emergentes y reemergentes
La Asamblea Mundial de la Salud, en su sesión 58, del año 2005, consideró que:
Dicha Asamblea dictó las siguientes recomendaciones a los países:
“El cambio climático está perturbando los ecosistemas naturales, de manera que se propician las condiciones para las enfermedades infecciosas; por lo tanto, el problema del cambio climático no sólo implica un planeta más caliente, sino también, un mundo más enfermo”.
Este es un artículo de colaboración preparado por su autora para Medwave.
Citación: Verdera J. Consequences of global warming. emerging and reemerging diseases and biosecurity. Medwave 2008 Oct;8(9):e1716 doi: 10.5867/medwave.2008.09.1716
Fecha de publicación: 1/10/2008
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