Palabras clave: concussion, trauma, traumatic encephalopathy, SCAT2
Recientemente se ha puesto más atención en todo el mundo a las conmociones cerebrales que ocurren durante la práctica del deporte, a nivel escolar, amateur o profesional. La conmoción cerebral se define como una alteración repentina y transitoria en la conciencia inducida por fuerzas biomecánicas traumáticas de transmisión directa o indirectamente al cerebro. Este tipo de lesiones ocurren más comúnmente en deportes de contacto, como el boxeo, el fútbol americano y el soccer, luchas, hockey, entre otros. Se debe sospechar conmoción cerebral en cualquier deportista que sufra un traumatismo craneoencefálico, haya perdido o no el estado de conciencia. Estos deportistas, no deben regresar a la práctica deportiva de manera inmediata, y se recomiendan unos días de descanso mental y físico, para su total recuperación. Se deben evitar los traumatismos en la cabeza de manera repetitiva, ya que existe evidencia que en algunos deportistas puede producir un estado de encefalopatía traumática crónica. En la presente revisión se abordan las diferentes definiciones de conmoción cerebral, su manejo y sus consecuencias a largo plazo. Asimismo, se anexa la versión en español de la herramienta de evaluación de conmoción, Sport Concussion Assessment Tool 2 (SCAT2).
Los problemas en el estado de la conciencia debido a conmoción cerebral (CC) relacionado a los deportes han incrementado drásticamente en los últimos años. Según un reporte del Centro para el Control de Enfermedades (CCE) de Estados Unidos de Norteamérica, del 2001 al 2005 los departamentos de emergencias recibieron alrededor de 207.830 pacientes con lesión traumática cerebral (incluyendo CC) relacionada con los deportes1. La CC ocurre principalmente en los deportes de contacto, como fútbol americano y soccer, el rugby, boxeo, lucha libre, lacrosse, hockey, entre otras actividades1,2,3. Actualmente, existe más interés en este tipo de lesiones, debido a que algunos individuos desarrollan síntomas de larga duración o crónicos. Esto ocurre principalmente en los casos de lesión cerebral traumática moderada y/o repetitiva (hasta un 17% de los individuos desarrollan encefalopatía traumática crónica)4,5.
Actualmente, no existe un acuerdo entre la definición de “conmoción cerebral” y ni siquiera su etiopatogenia está clara, no obstante, se define como “una alteración repentina y transitoria en la conciencia inducida por fuerzas biomecánicas traumáticas de transmisión directa o indirecta al cerebro”6,7,8,9,10. Es importante mencionar que puede o no haber pérdida de la conciencia, aunque una CC típicamente implica un cierto período de amnesia transitoria. En este caso, no ocasiona una pérdida de información autobiográfica (por ejemplo, nombre y fecha de nacimiento), pero puede producir amnesia anterógrada (no retiene nueva información). Sin embargo, en algunos casos ocurre al inicio amnesia retrógrada (incapacidad para recordar hechos previos al impacto o unas horas o días antes de la lesión), pero tiende a resolverse por lo general en cuestión de horas en la mayor parte de pacientes, y no es común que se produzca un período de la amnesia post-traumática permanente6,7,8,9,10.
La Asociación de Psiquiatría Americana (APA) da los criterios diagnósticos en el DSM-IV para el “desorden neurocognitivo asociado a un daño cerebral traumático”. No obstante, la APA, en su revisión propuesta para el DSM-V11 establece los siguientes puntos diagnósticos:
La gravedad de una LTC es dependiente de la magnitud de la fuerza ejercida sobre el cerebro, que puede resultar en daño cerebral focal, multifocal y/o difuso. Con base en las calificaciones de los 4 criterios del DMS-V11, una LTC se subdivide en el momento de la lesión en leve, moderada o severa, de acuerdo a los parámetros de la Tabla I.
LTC leve | LTC moderada | LTC severa | |
· Pérdida de la consciencia | < 30 minutos | >30 minutos a 24 horas | > 24 horas |
· Amnesia postraumática | <24 horas | >24 horas a 7 días | > 7 días |
· Orientación y escala de coma de Glasgow | Desorientado y confundido. 13 a 15 (medidos no antes de 13 a 30 minutos) | A su admisión 9 a 12
| A su admisión 3 a 8 |
La gran mayoría de los pacientes con LTC leve se recuperan favorablemente a los 3 meses post-accidente. Por el contrario, una mayoría significativa de pacientes con LTC moderado a severo tienen problemas cerebrales persistentes. Su proceso de curación espontánea es más pronunciada en los primeros 3 a 6 meses y puede continuar hasta 2 años aproximadamente. La rehabilitación del comportamiento, que se basa en el re-aprendizaje se puede extender más allá de 2 años11.
Si una LTC leve se acompaña de trastorno neurocognitivo importante o deterioro progresivo, se deben investigar etiologías adicionales, como una hemorragia asociada, desorden de estrés postraumático, o un trastorno del estado de ánimo o abuso de sustancias11.
Por otro lado, la Clasificación Internacional de Enfermedades, en su 10ª revisión, enlista los criterios para el diagnóstico del síndrome post-conmoción12.
Desarrollo de los síntomas en al menos tres de las siguientes categorías, dentro de las cuatro semanas de la CC:
Finalmente, el Consenso Internacional sobre Conmoción en el Deporte7, lo define como un proceso fisiopatológico complejo, que afecta el cerebro, inducido por fuerzas biomecánicas traumáticas. Varias características comunes se utilizan en la definición de conmoción:
El mismo consenso menciona que la mayoría (80-90%) de las conmociones se resuelven en un tiempo corto (7 a 10 días), aunque el tiempo de recuperación puede ser más largo en niños y adolescentes. Los expertos7 recomiendan la utilización de la herramienta de evaluación de conmoción en el deporte 2, Sport Concussion Assessment Tool 2 (SCAT2) que se encuentra en anexo, para la valoración y documentación de síntomas y resultados de exámenes de la conmoción7.
La CC es un evento común, reconocido por ser una lesión escasamente reportada3,9,13. Esto puede ser por falta de conocimiento de las repercusiones clínicas del problema, por presión social y personal de seguir jugando, y las probables repercusiones económicas13,14. El CCE de EEUU estimó aproximadamente 300.000 lesiones por año durante la década de los 90’s del siglo pasado, y actualmente estiman que ocurren alrededor de 1,6 hasta 3,8 millones de lesiones por año1,2,3. Es normal esperar que la prevalencia más alta de CC ocurra en los deportes de contacto, como el fútbol americano, el australiano y el soccer, el rugby, boxeo, lucha libre, basketball, lacrosse, hockey, entre otros1,2,3,15,16,17,18. Por ejemplo, se reportó una incidencia del 10% en jugadores no profesionales de rugby15. La incidencia de CC en jugadores preparatorianos de fútbol en los EEUU puede ser de hasta un 30 a 45%13,16. Es común que los estudios de incidencia de CC, reporten ésta como la tasa de lesiones por cada 1.000 exposiciones atléticas (EA)17. EA se define como la participación de los atletas en una sola práctica o competencia. Ésta se calcula con la siguiente fórmula: número de atletas jugando o entrenando x número de días a la semana x número de semanas. Por ejemplo, si 20 jugadores de fútbol entrenan 5 días a la semana por 2 meses (8 semanas) da un total de 800 EA.
Un estudio reciente en estudiantes preparatorianos en EEUU encontró 1.936 conmociones durante 7.780.064 EAs, para una frecuencia de 2,5 daños por 10.000 EAs18. La mayoría de conmociones se presentaron en fútbol americano6,4, hockey sobre hielo y lacrosse en hombres5,4. El género femenino tuvo una frecuencia más alta de conmoción1,7 que el masculino (1,0). Los mecanismos más comunes fueron el contacto de jugador-jugador y contacto jugador-superficie del juego18.
En lo que respecta a otros deportes, se han reportado frecuencias de CC de 21 a 60% en esquiadores19; de 2 a 3% en carreras de autos20; de 6,9/1.000 EA para el Taekwondo21; de 9,36/100.000 EA para animadoras deportivas (cheerleading)22; de 2,8 a 7,1% en carreras de caballos23; de 2,3 a 12,9% en gimnastas24; y de 0,6 a 4,3% en patinadores25.
En el caso de la epidemiología de CC relacionada a los deportes en América Latina, únicamente se encontró un reporte de El Salvador, en donde obtuvo una frecuencia de 2% en Karate juvenil26.
La CC es causada por un golpe o impacto directo a la cabeza o un impacto en otra parte del cuerpo con una fuerza impulsiva transmitida a la cabeza. Las causas más comunes de CC en niños y adolescentes son los deportes de contacto y accidentes en bicicleta6. Por ejemplo, un estudio reciente evaluó las características y frecuencia de golpes en la cabeza en 7 jugadores de fútbol americano de 7 a 8 años de edad; encontrando un total de 748 golpes durante la temporada, con un promedio de 107 golpes por jugador27.
Los traumatismos craneales en atletas producen dos tipos de tensiones biomecánicas. Las lesiones por aceleración-desaceleración ocurren cuando después de un golpe en la cabeza ocurre una aceleración y una desaceleración brusca o cuando la cabeza en movimiento es desacelerada bruscamente por un golpe. Estos impactos imparten fuerzas lineales de tracción y compresión sobre el cerebro de los individuos. El otro tipo de tensión biomecánica es cuando ocurre aceleración angular o rotacional del cerebro. En este caso, el cerebro está fijo a lo largo del eje de la columna vertebral.
Si el vector de una fuerza pasa por fuera del centro de gravedad de la cabeza, ésta sufrirá aceleración rotacional28. Desde un punto de vista biomecánico, es más probable que la CC ocurra debido a fuerzas de aceleración rotacionales o angulares aplicadas al cerebro, que fuerzas de aceleración-desaceleración lineares, que con mayor frecuencia producen daño cerebral focal macroscópico9,29. Ante el traumatismo, ocurre un estiramiento inmediato de los axones y alteraciones en las membranas neuronales9,28,29.
En modelos experimentales, se ha demostrado que acontecen alteraciones iónicas y metabólicas intracelulares y extracelulares. En este sentido, ocurre liberación masiva de neurotransmisores, principalmente glutamato, produciendo un estado de hiperexcitabilidad neuronal, con aumento de K+ al exterior de la neurona, acumulación de Ca2+ intracelular, aumento de la actividad de la ATPasa-Na+-K+, hiperglucólisis para producir más ATP, disminución del flujo sanguíneo cerebral y acumulación de ácido láctico28,29,30,31,32,33,34. Estas alteraciones tempranas ocasionarán una supresión del estrés oxidativo mitocondrial, ocasionando pérdida de la consciencia, amnesia y confusión en algunos pacientes láctico28,29,30,31,32,33,34.
En general, el deportista puede sufrir una CC durante los entrenamientos y/o durante el desarrollo de la competencia. La sintomatología y signos pueden presentarse inmediatamente después del accidente o minutos, horas, días o semanas después de haber ocurrido el traumatismo6,7,8,35,36. Los posibles cambios a nivel mental pueden involucrar: amnesia, confusión, desorientación, distracción, somnolencia, aturdimiento, alteración en el nivel de conciencia, conductas inapropiadas de juego, desconcentración, ver luces intermitentes, y lentitud para responder preguntas o seguir instrucciones. Algunos signos y síntomas físicos o somáticos puede incluir: ataxia o pérdida del equilibrio, visión borrosa, disminución del rendimiento o capacidad de juego, mareo, visión doble, fatiga, cefalea, mareo, náuseas, vómito, incoordinación, tinitus, convulsiones, dificultad para hablar (incoherencia), mirada perdida, ojos vidriosos, y vértigo. Puede presentar alteraciones en el comportamiento como: labilidad emocional, irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, cambios en la personalidad, nerviosismo, ansiedad, tristeza o depresión, entre otros6,7,8,35,36. Debido a que no hay síntomas y signos patognomónicos de CC, se debe establecer una relación entre la conmoción y la presencia de las alteraciones. Primero, un médico debe establecer la presencia de “pérdida de la conciencia”. Ésta es un estado de coma breve, mediante el cual un atleta no responde a los estímulos externos y los ojos normalmente están cerrados. La pérdida de la conciencia es infrecuente y se presenta en menos de 10% de lesiones por CC. Por otra parte, los atletas que no experimentan pérdida de la consciencia, típicamente no responden sólo por un período breve (generalmente segundos)6,7,8,35,36.
Se recomienda hacer un examen neurológico completo en los atletas con CC, con especial atención al habla, la agudeza visual, campo visual, fondo de ojo, reacción pupilar, movimientos extraoculares, fuerza muscular, estabilidad postural, reflejos osteotendinosos, marcha, prueba dedo-nariz, entre otras evaluaciones6,7,8,35,36,37. Existen varias pruebas para valorar un estado de CC en atletas, sin embargo, ninguna es el estándar de oro. En la última guía establecida en Zúrich, se recomendó la utilización de la herramienta de evaluación de conmoción en el deporte 2 (SCAT2); la cual es un formato conveniente y estándar para la evaluación y documentación de síntomas y resultados de exámenes de la conmoción7. Sin embargo, cada atleta debe ser evaluado individualmente.
En el artículo de McCrory et al7, los autores ofrecen la utilización con toda libertad del SCAT2, mencionando que no tiene restricciones de derecho de autor. Durante la elaboración del presente artículo de revisión, se realizó una búsqueda exhaustiva para localizar la versión SCAT2 en español, sin embargo, no se tuvo éxito. Por este motivo, nos dimos a la tarea de realizar la traducción del SCAT2 en español, el cual es presentado como anexo. Es importante mencionar, que esta versión en español no ha sido validada para su utilización.
Se deben evaluar las funciones cognitivas ante la presencia de una CC. La función cognitiva puede verse afectada por muchos otros factores independientes de los efectos que produce la CC, como la capacidad intelectual, problemas de aprendizaje, déficit de atención e hiperactividad, abuso de substancias, el nivel educacional y cultural, la falta de sueño, la fatiga, la ansiedad, y la edad6,7,8,38,39,40. Se deben utilizar pruebas neuropsicológicas en los atletas que tuvieron una CC. Estas pruebas pueden aplicarse en una o más sesiones (varias horas) y deben ser interpretadas de preferencia por un neuropsicólogo38,39,40,41.
En primer lugar, se recomienda que ningún jugador con CC o sospecha de la lesión deba regresar de inmediato a la práctica deportiva. La piedra angular del manejo de la CC es el reposo físico y mental, hasta que desaparezcan los síntomas. Se debe instaurar un programa gradual de ejercicios antes de la autorización médica para regresar a jugar o entrenar de manera normal. No existe un orden previsible de la recuperación de la CC6,7,8,35,36. Se debe evaluar y manejar de manera particular cada caso. Sin embargo, en la mayoría de los casos, ocurre una recuperación espontánea gradual, que puede ocurrir de 7 a 10 días. No obstante, se le debe hacer notar al paciente que es de suma importancia que guarde reposo físico y mental (disminuir o evitar leer demasiado, tarea escolar, videojuegos, etc.). Por lo general siempre habrá una recuperación gradual hasta llegar a encontrarse asintomático y listo para sus actividades deportivas habituales. Se sugiere seguir las recomendaciones sobre las actividades del SCAT26,7,8,35,36. Por otro lado, en caso de sospecha de daño severo por el traumatismo craneoencefálico durante la actividad deportiva, se debe realizar la rápida valoración y traslado del deportista a un centro hospitalario para su manejo integral.
La mayoría de las lesiones en la cabeza de los deportistas son leves; y aunque la generalidad de los atletas que sufren una CC se recuperan en pocos días o semanas, un pequeño número de individuos desarrollan síntomas de larga duración o crónicos. Esto es especialmente cierto en los casos de CC repetitiva o lesión cerebral traumática moderada, en la que al menos el 17% de los individuos desarrollan encefalopatía traumática crónica (ETC)4,5,6,7. Existe evidencia clínica y neuropatológica que demuestra la asociación entre ETC y diferentes deportes de contacto, como el fútbol americano, lucha libre profesional, hockey, fútbol soccer, así como otras actividades relacionadas con traumas leves y repetitivos en la cabeza42,43. El inicio de la ETC es a menudo en la mitad de la vida, por lo general 2 ó 3 décadas después de que el atleta se retiró de su deporte. En algunos individuos, las primeras manifestaciones de ETC afectan el comportamiento, en particular se vuelven más irritables, enojados, apáticos, o tienden a ser más aislados. Asimismo, se ha observado un aumento de suicidios en varios casos de ETC44. En otros casos, se presentan dificultades cognitivas con mal funcionamiento de la memoria. Posteriormente, ocurren alteraciones en el movimiento (por ejemplo, parkinsonismo), el habla y oculares. Una minoría de los casos documentados con ETC desarrolló demencia. Una vez iniciada la sintomatología, la neuro-degeneración es progresiva con una sobrevida promedio de 18 años4,5,6,7,43,44,45. La severidad de la ETC parece correlacionarse con la longitud del tiempo ocupado en el deporte y el número de lesiones traumáticas42,43,44. Existe también una asociación entre la presencia del alelo ApoE e4 y la presentación de ETC4,5,6,46.
En lo que se refiere a las alteraciones neuropatológicas macroscópicas de deportistas con ETC, se ha encontrado un alargamiento del tercer ventrículo y el ventrículo lateral. Asimismo, hay atrofia de las cortezas frontal y temporal, atrofia del lóbulo temporal medio, adelgazamiento del piso hipotalámico, contracción de los cuerpos mamilares, palidez de la sustancia negra, y esclerosis del hipocampo. Estos cambios pueden dar lugar a una reducción global en la masa cerebral42,43,44. A nivel microscópico se produce pérdida neuronal neocortical y la presencia de hilos neuríticos y ovillos neurofibrilares de proteínas tau (taupatía) asociados a los microtúbulos en la neocorteza, ganglios basales y núcleos del tronco cerebral y ausencia o escasez de placas de beta-amiloide4,5,6,44,47.
El antecedente de una CC incrementa el riesgo de volver a sufrir otra, hasta cuatro o cinco veces7,48. Se ha puesto mucho interés en la asociación de CC y polimorfismos del gen ApoE. Este gen codifica la apolipoproteína E (ApoE) la cual participa en la reparación del tejido nervioso a través del transporte de lípidos. La variante e4 del gen se ha relacionado a la Enfermedad de Alzheimer o con la propensión de sufrir una CC49,50.
Es más común la presencia de CC en hombres que juegan fútbol Americano y en mujeres que juegan fútbol soccer51. Asimismo, el género femenino presenta un riesgo relativo de 4,2 de sufrir CC en comparación con el género masculino51.
Cuando se practique deportes de contacto o cualquier otra actividad en la que es posible un golpe en la cabeza, incluyendo ciclismo o motociclismo, o el patinaje en línea, se recomienda utilizar siempre un casco protector que se ajuste apropiadamente. Independientemente de esta protección, Zazryn et al. y el consenso sobre CC en el deporte7,52 mencionan algunas estrategias o métodos para disminuir los daños neuronales en deportes de contacto, como son: educación de deportistas, entrenadores y jueces sobre daños neuronales, certificación de entrenadores y jueces, participación de jueces con experiencia, cambios en las superficies en donde se realizan los deportes, cambiar la reglamentación para disminuir los golpes en la cabeza, entre otros.
Se pudo observar que son muy comunes los casos de CC relacionados con los deportes y actividades recreativas. Se debe hacer más promoción al reporte y manejo adecuado del traumatismo cráneo-encefálico en todos los niveles en donde se realizan actividades deportivas. En este sentido, se debe educar y sensibilizar a todos los actores que participan en las actividades deportivas, como son los deportistas mismos, los entrenadores y personal auxiliar, los padres, los médicos del deporte y fisioterapeutas, entre otros. El deportista que tuvo un traumatismo en la cabeza (ya sea leve o moderado, y que haya perdido o no la consciencia), debe ser consciente y condescendiente para permitir que se realice su manejo integral; lo cual implica, desde su separación de la competencia o entrenamiento, el reposo físico y mental relativo o absoluto, cuidados y observación por un familiar cercano, evaluación constante por un profesional de la salud, y su retorno gradual y lento a las actividades deportivas.
Los autores han completado el formulario de declaración de conflictos de intereses del ICMJE traducido al castellano por Medwave, y declaran no haber recibido financiamiento para la realización del artículo/investigación; no tener relaciones financieras con organizaciones que podrían tener intereses en el artículo publicado, en los últimos tres años; y no tener otras relaciones o actividades que podrían influir sobre el artículo publicado. Los formularios pueden ser solicitados contactando al autor responsable.
Recently, there has been increased attention to concussions that occur during sports activities, both at school level or amateur and professional level. Concussion is defined as a sudden and transient alteration of consciousness induced by traumatic biomechanical forces transmitted directly or indirectly to the brain. Such injuries most commonly occur in contact sports such as boxing, football, soccer, wrestling, hockey, among others. Concussion should be suspected in any athlete who suffers a head injury, whether or not it is associated to loss of consciousness. These athletes should not return to their sports activities immediately, and a few days of mental and physical leave are recommended in order to ensure full recovery. Repeat head injuries should be avoided, since there is evidence that in some athletes they can lead to chronic traumatic encephalopathy. The present review focuses on the different definitions of concussion, management and long-term consequences. It also contains the Spanish version of the Sport Concussion Assessment Tool 2 (SCAT2).
Citación: Ortiz MI, Murguía G. Concussion associated with head trauma in athletes. Medwave 2013 Ene/Feb;13(1):e5617 doi: 10.5867/medwave.2013.01.5617
Fecha de envío: 16/10/2012
Fecha de aceptación: 10/12/2012
Fecha de publicación: 1/1/2013
Origen: no solicitado
Tipo de revisión: con revisión externa por 2 revisores, a doble ciego
Citaciones asociadas
1. Impressum Ene/Feb;13(1) Medwave: cuerpo editorial de este número | Link |
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