La publicación de estas Actas Científicas ha sido posible gracias a una colaboración editorial entre Medwave y el Departamento de Medicina del Hospital Clínico Universidad de Chile.
En la reunión del año 2004 del comité de bioética internacional de la United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO), realizada en París, se distribuyó un folleto sobre todos los aspectos éticos y técnicos de la clonación humana, tanto con fines reproductivos como de investigación científica. Ese documento está disponible en español.
Esta es una introducción básica a los mayores problemas éticos que se enfrentan, en la actualidad, en relación a la clonación y a la clonación terapéutica.
Las discusiones que ocurren en todo el mundo se deben a la existencia de posiciones contrapuestas en el aspecto moral. En resumen, se puede plantear que existen dos posiciones, la teleológica (telos significa finalidad), y la deontológica, o sea, del deber, que son las dos alternativas que adopta una persona cuando se enfrenta con un dilema moral. Esta disyuntiva forma parte de la historia de la filosofía, de la teología, de la tradición y de los credos religiosos, en todo el mundo.
La posición teleológica dice que la acción moral tiene por fin la realización del bien; el valor moral de una conducta está definido por el bien alcanzado y, por último, es necesario maximizar el bien y minimizar el mal, caso a caso. Esta es una posición clásica, que viene de los tiempos de Aristóteles y busca como finalidad el bien. Los médicos quieren el bien para sus enfermos, por lo que de manera natural obran según esta posición.
La deontología y los principios fundamentales del deber fueron planteados por Emmanuel Kant; en el 2004 se cumplieron 200 años desde su muerte. Kant y los deontólogos, como se denomina a quienes comparten la filosofía kantiana, sostienen que la acción moral se hace por deber y respeto a principios universales interpersonales. Según ellos, un fin bueno no justifica los medios para alcanzarlo, y una decisión que atropella un principio universal siempre es mala y no puede transformarse en buena.
En 1974 se efectuó una reunión sobre la biología y el futuro del hombre en París. Allí se firmó la Declaración de la Sorbonne, acerca de la responsabilidad de los científicos sobre el futuro del hombre. En ella se estableció que:
Firmaron los genetistas I. Barrai, R. Cruz-Coke, J. Dausset, T. Dobzhansky, J. Edwards, J. Feingold, G. Fraser, J. Frezal, J. De Grouchy, F. Jacob, A. Jacquard, J. Lejeune, P. Marks, J. Monod, A. Motulsky, D. Roberts, E. Schull y G. Stent.
Este fue el preámbulo de declaraciones posteriores; en ese entonces recién estaban comenzando las grandes transformaciones biomédicasque veremos más adelante. La gente culta y los grandes científicos estaban muy preocupados por el futuro de la biología y del porvenir del hombre y, en consecuencia, se emitió la Declaración Universal del Genoma Humano y los Derechos Humanos (1997) , que es la guía de bioética en el área de las ciencias médicas, sobre todo bioética en la genética, cuyo progreso históricamente ha afectado e intervenido la naturaleza humana y cuyo contenido se refiere a los siguientes aspectos:
Durante el último medio siglo se ha producido una revolución en la historia de la medicina y la genética:
Estos avances son la culminación de un largo proceso de cincuenta años de descubrimientos biomédicos. Esta exposición se va a enfocar en los últimos dos temas, que son el resultado de los últimos grandes progresos técnicos y que han originado grandes problemas éticos, debido a que en ellos confluyen intereses de tecnología, ética, filosofía y derecho, por lo cual es muy difícil tener un lenguaje común y llegar a un consenso.
Se basa en la metodología de la fecundación in vitro y su objetivo es diagnosticar a los embriones antes de la implantación en el útero, a los 14 días, en centros embriológicos clínicos altamente especializados. Los óvulos fertilizados se analizan al tercer día, cuando el embrión tiene 8 células; para esto, se hace biopsia con micromanipulación y se analizan dos células.
El diagnóstico de enfermedades cromosómicas se realiza mediante hibridación in situ con fluorescencia (FISH) y el diagnóstico molecular del ADN se investiga con PCR. Si se hace un diagnóstico positivo de enfermedad, se eliminan los embriones defectuosos, mientras que los embriones con diagnóstico negativo se transfieren al útero al quinto día. Estos diagnósticos no incluyen enfermedades indetectables de manera precoz. La tasa de embarazo es de 20% y hay 25% de gemelaridad.
Actualmente se realizan diagnósticos de enfermedades y se eliminan los embriones defectuosos, mientras que se permite a los sanos seguir adelante, o sea, se destruyen los embriones portadores de enfermedad. Desde el punto de vista terapéutico esto es un progreso, pero tiene reparos desde el punto de vista ético, el cual plantea dos alternativas.
La posición kantiana sostiene que esta manipulación es inaceptable desde el punto de vista ético, porque genéticamente el ser humano lo es desde la formación del cigoto, cuando se constituye la célula diploide con 46 cromosomas, incluso los defectuosos. Además, el blastocisto con 8 células puede ser manipulado, seleccionado, desechado o destruido según el arbitrio del investigador, y por otra parte, el procedimiento implica una gran carga de procedimientos clínicos sobre la mujer, con altos costos y riesgos de fracaso. Por estas razones, es éticamente inaceptable, desde el punto de vista kantiano.
Desde el punto de vista teleológico, en cambio, esto es éticamente aceptable, porque en él se plantea que el estatus humano se adquiere durante el desarrollo prenatal, después de la implantación, o sea, el embrión adquiere alma y forma humana en las etapas del desarrollo embriológico, lo que justifica el diagnóstico preimplantacional, para obtener un embarazo en una mujer infértil y mejorar el desarrollo del embrión seleccionado.
Este problema ha sido tratado desde hace 15 años, en todas las comisiones de ética europea. La manipulación de células germinales, con el objetivo de seleccionar embriones portadores de características deseables, tiene graves objeciones éticas:
Por lo tanto, aparecen los conceptos fundamentales de la discriminación y la estigmatización, que han hecho surgir críticas éticas contra estos procedimientos, como resultado de las discusiones efectuadas en reuniones internacionales, con participación de médicos, biólogos, abogados, teólogos, etc.
La palabra “clon” es de origen griego y se utiliza en botánica para significar retoño o raíz de una especie vegetal. Tiene dos acepciones, según el diccionario de la Real Academia Española, una a nivel celular y la otra a nivel molecular. La primera señala que “clon” es un conjunto de células u organismos genéticamente idénticos, originado por reproducción asexual, a partir de una única célula u organismo o por división artificial de estados embrionarios iniciales (blastocitos). La segunda acepción establece que es un conjunto de fragmentos idénticos de ácido desoxirribonucleico (ADN), obtenidos a partir de una misma secuencia original.
El verbo “clonar” indica un procedimiento a través del cual se obtiene una copia genéticamente idéntica de cualquier organismo. La clonación y el verbo clonar han pasado a ser parte del vocabulario médico y también, de la vida cotidiana. Por eso es muy importante definir los términos, profundizar en los aspectos técnicos y dejar escritos los acuerdos y definiciones.
En estas condiciones, la mayoría de los países han emitido leyes que prohíben la clonación reproductiva en seres humanos; o sea, no se pueden “fabricar” seres humanos. Al principio se pensó en una moratoria, pero ya han pasado cinco años y ha aumentado la convicción de que ésta es la postura correcta. El folleto del consenso de la UNESCO establece la prohibición con claridad y no existe alternativa.
Este es un gran problema, que involucra a toda la comunidad científica y en torno al cual hay muchas divergencias. En este caso se utilizan los conocimientos sobre clonación humana, sin fines reproductivos, sino dentro de la investigación o para hacer una clonación terapéutica. Las reservas éticas son:
Sin embargo, existen justificaciones para la destrucción de los embriones:
Las personas que aprueban hacer investigaciones en embriones antes de los 14 días, se basan en esta justificación, teleológica, en contra de la deontológica, que establece que el ser humano es un sujeto que no puede ser cambiado, suprimido o eliminado, nunca.
Si en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile se presentara un proyecto de investigación en el cual se incluye la clonación terapéutica, ese proyecto no podría ser aprobado por el comité de ética, porque iría contra los reglamentos del código de Helsinki y de Nuremberg y contra las normas éticas del Ministerio de Salud, de la facultad y del comité.
El código de Helsinki establece que, para realizar un trabajo de investigación, primero se debe efectuar en animales y tener resuelto el problema a este nivel. Por desgracia, en algunas investigaciones que se están comenzando a hacer en algunos países del mundo, en seres humanos, en el ámbito de la clonación terapéutica, las técnicas no han sido completamente aprobadas en animales, lo que ha dado origen a muchas publicaciones que piden que no se clonen seres humanos. En la duda hay que abstenerse.
Estamos en un período en que los problemas técnicos no han sido solucionados como para fabricar de manera artificial tejidos de embriones, producir tejido nervioso y tratar, por ejemplo, las células en la enfermedad de Alzheimer, debido a que no se ha resuelto el problema de la reprogramación genética en animales, todos los cuales presentan defectos, malformaciones, eliminaciones o muerte. En algunos países desarrollados, debido a este fracaso, se ha experimentado en humanos para ver si se obtienen mejores resultados, pero al hacer esto se ha violado una norma fundamental del código de Helsinki.
La publicación de estas Actas Científicas ha sido posible gracias a una colaboración editorial entre Medwave y el Departamento de Medicina del Hospital Clínico Universidad de Chile.
Citación: Cruz Coke R. Ethics in research involving human cloning and embryo manipulation. Medwave 2005 Abr;5(4):e2530 doi: 10.5867/medwave.2005.04.2530
Fecha de publicación: 1/5/2005
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