La publicación de estas Actas Científicas ha sido posible gracias a una colaboración editorial entre Medwave y el Servicio de Pediatría del Hospital Dr. Exequiel González Cortés.
Se supone que los seres humanos, como muchos otros mamíferos, debieran tender a mantener pesos más o menos estables especialmente en la edad adulta. ¿Qué hace que se produzca esta alteración por la que algunas personas acumulan tanto material graso?. Explicaremos las bases fisiopatológicas de la obesidad.
Los factores involucrados en el control del apetito son muy variados, incluyendo factores metabólicos, neurológicos, endocrinos, ambientales, culturales, psicológicos y posiblemente otros más, que no se han descrito aún. Todavía no existe una comprensión completa de cómo funciona este balance entre los distintos factores en el control del apetito y la saciedad.
Hay mecanismos y señales que actúan en la regulación a corto plazo, que es lo que se define como el comienzo de la ingesta y el término de ella, por qué en algún momento, cuando estamos comiendo, sentimos una señal que indica que hasta ese punto comemos, no seguimos comiendo más, y eso está mediado por algunas sustancias químicas, entre ellas la más estudiada es la colecistoquinina.
Existen otros mecanismos que regulan la ingesta a largo plazo, lo que tiene que ver precisamente con la cantidad de materia grasa que tiene el organismo.
La mayor parte de la evidencia experimental conocida se ha realizado en ratas y no hay certeza de que exista similitud en humanos. Respecto de algunos de los mediadores que se han estudiado, distintos autores han encontrado resultados contradictorios.
Esquemáticamente se ha considerado que hay tres componentes en el control del balance energético:
El sistema de procesamiento central que se ubica en el cerebro posee sistemas aferentes que son señales que vienen de los distintos órganos, entre los cuales se tiene la leptina, como uno de los mediadores más estudiados en este momento, producida por el adipocito, la insulina producida por el páncreas, algunas hormonas producidas en el estómago entre ellas la ghrelina, el hígado con alguna de sus sustancias y un sistema eferente que está conformado por los sistemas simpático y parasimpático.
Sistema Aferente
En este sistema existen algunos mediadores estudiados entre los cuales encontramos: ghrelina, neuropéptido Y, AgRP (proteína relacionada con el gen Agouti), insulina y leptina.
Sistema de procesamiento central
El sistema de procesamiento central reside en el hipotálamo ventromedial en los núcleos paraventriculares y en el hipotálamo lateral, es ahí donde se van a integrar todas estas señales para producir su eferencia.
En este sistema se ha encontrado que disminuyen el apetito la dopamina, el ácido gama-aminobutírico, la neurotensina y la hormona liberadora de corticotropina (CRH), mientras que aumentan el apetito la metencefalina, las orexinas A y B, la hormona concentradora de melanina y la galanina.
Todos estos elementos se tienen que traducir para los distintos receptores y los transductores serían la norepinefrina y la serotonina. Según el receptor en el que actúa la norepinefrina, produce una estimulación (receptores alfa 2 y beta) o una disminución del apetito (receptores alfa 1). En general, la serotonina cuando actúa en sus receptores 2c induce saciedad, por lo que en la actualidad se trabaja en el desarrollo de algunos medicamentos para tratar el problema del apetito.
Uno de los estimulantes del apetito más usados es la ciproheptadina, probablemente su función la ejerce en este tipo de receptores. La sibutramina, que es uno de los anorexígenos que se están usando principalmente en adultos, actúa inhibiendo la recaptación de norepinefrina y serotonina cerebral.
Se ha descrito alguna importancia de los receptores de melanocortina en animales. El receptor MC4R regula la saciedad y los receptores MC3R regulan el gasto energético, por lo tanto, no solamente existe una regulación en las señales para ingerir alimento, ingerir energía sino que también en aumentar o disminuir el gasto energético.
Sistema eferente
Está dado por el apetito, es decir, las señales simpáticas y parasimpáticas van a hacer que la persona busque alimentación, a través del sistema nervioso autónomo mediante una modulación simpática y parasimpática además del gasto energético el que va a estar influyendo en el gasto de energía en reposo, el efecto térmico de los alimentos y el
gasto energético voluntario.
Por lo tanto, este es un complejo sistema de balance energético cuyo objetivo es mantener siempre un cierto grado de equilibrio, lo que está regulado por una infinidad de mediadores y receptores cuya comprensión hasta este momento no es muy completa.
La publicación de estas Actas Científicas ha sido posible gracias a una colaboración editorial entre Medwave y el Servicio de Pediatría del Hospital Dr. Exequiel González Cortés.
Citación: Servicio de Pediatría HEGC. Energy balance. Medwave 2002 Sep;2(8):e2268 doi: 10.5867/medwave.2002.08.2268
Fecha de publicación: 1/9/2002
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