La publicación de estas Actas Científicas ha sido posible gracias a una colaboración editorial entre Medwave y el Servicio de Pediatría del Hospital Dr. Exequiel González Cortés.
La diarrea grave, en el lactante menor, tiene diversas etiologías y el pronóstico, en general, es malo. Hasta hace poco tiempo, se hablaba de una letalidad cercana a 80%. En nuestro medio, la letalidad es alta, debido a la dificultad tanto en el diagnóstico etiológico como en el apoyo nutricional de estos pacientes, además de los riesgos de infección. Generalmente, son cuadros diarreicos que se acompañan de un rápido e importante compromiso del estado nutritivo. Como vimos en este caso, serían importantes los antecedentes familiares para poder encontrar alguna etiología. La primera medida que se debe tomar es evaluar lo que pasa con las pérdidas por deposiciones, al suspender la alimentación, lo que nos permite separar cuáles son los cuadros de diarrea osmótica que responden al manejo nutricional y cuáles son los debidos a diarrea secretora en la que debemos seguir buscando etiología.
En nuestro medio, siempre debemos pensar en las causas infecciosas, tanto para los patógenos habituales de síndrome diarreico como los patógenos inhabituales; hay casos descritos de diarrea secretora por Citomegalovirus (CMV) en inmunocompetentes; no necesitan ser inmunodeprimidos para tener cuadros graves por CMV.
Las otras causas se detectarán en la medida que se realicen estudios anatomopatológicos con biopsias (duodeno, yeyuno, rectal), en las que se debe realizar microscopía electrónica para llegar al diagnóstico. En esta paciente, estábamos en esa espera. Cuando nos dimos cuenta de que se trataba de una diarrea secretora que no se modificaba al suspender la alimentación, quisimos realizar la determinación de cloro; tardamos una semana en encontrar el lugar donde podía realizarse la medición de electrolitos en deposiciones, que permitió descartar el diagnóstico de clororrea congénita. El paso siguiente era realizar biopsia intestinal con microscopía electrónica, lo que significa un costo; en ese momento, pensamos usar hidróxido de aluminio, al que respondió favorablemente. El tiempo nos dará la respuesta, en cuanto al diagnóstico definitivo, en la medida que logremos establecer contactos para objetivar la cantidad de ácidos biliares en deposiciones, o ver qué va pasando con las medidas terapéuticas que se tomen. Así podremos confirmar el diagnóstico. No descarto la posibilidad de realizar biopsia en algún momento de la evolución.
La publicación de estas Actas Científicas ha sido posible gracias a una colaboración editorial entre Medwave y el Servicio de Pediatría del Hospital Dr. Exequiel González Cortés.
Citación: Ríos G. Diagnostic approach in infants with diarrhea. Medwave 2003 Abr;3(3):e2262 doi: 10.5867/medwave.2003.03.2262
Fecha de publicación: 1/4/2003
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