Actas de Reuniones Clínicas
Medwave 2009 Nov;9(11):e4260 doi: 10.5867/medwave.2009.11.4260
Vincent Van Gogh, creatividad humana y psicopatología
Vincent Van Gogh, human creativity and psychopathology
Andrés Heerlein
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Resumen

Este texto completo es la transcripción editada y revisada de una conferencia dictada en reunión clínica del Departamento de Medicina, Hospital Clínico Universidad de Chile. El director del Departamento de Medicina es el Dr. Alejandro Cotera y la coordinadora de las reuniones clínicas es la Dra. Miriam Alvo.


 
Introducción

Esta presentación se dividirá en dos partes. En la primera se analizará algunos aspectos de la creatividad humana y su relación con la psicopatología y se resumirá brevemente la biografía de Vincent van Gogh. En la segunda parte se profundizará en los elementos psicopatológicos de este artista y con esta base se describirán algunos de sus cuadros más famosos.

Creatividad humana y evolución

Un elemento característico de los sistemas vivos es su capacidad de crear, que alcanza el punto más alto en la especie humana, cuya característica más fundamental es hacer cosas que antes no existían y generar ideas que antes no se conocían. La creatividad es una de las principales defensas contra la depredación y la extinción; un ejemplo es el de los cazadores de la selva prehistórica, que hace 500.000 ó 1.000.000 de años se dieron cuenta de la utilidad de la lanza para conseguir sus objetivos. Por otra parte, al aumentar las capacidades creativas aumentan las posibilidades de perpetuación y diferenciación como especie; el predominio de la especie humana está dado no sólo por el lenguaje, sino también por la capacidad de generar herramientas para solucionar problemas.

La creatividad humana se puede analizar desde muchos puntos de vista:

  • Creatividad científica
  • Creatividad artística
  • Psicopatología
  • El proceso creativo

En la neurofisiología de la creatividad están involucrados ciertos aspectos de la memoria y del sueño. De especial interés es la relación entre sueño y memoria, y sueño y creatividad.

El sueño es un elemento fundamental en el proceso creativo. Luco, neurofisiólogo y Premio Nacional de Ciencias, contaba que al famoso neurofisiólogo Walter Cannon le llegaba la mayoría de las ideas mientras dormía, por lo que siempre tenía a mano un cuaderno y un lápiz para anotar sus ideas al despertar y luego seguir durmiendo. La mitología del sueño y la creatividad viene desde el tiempo de los griegos y desde entonces ha habido muchos ejemplos de que gran parte de que las nuevas ideas surgen desde el mundo de los sueños.

En cuanto a la memoria, el premio Nobel y psiquiatra norteamericano Eric Kandel describió dos modelos básicos: la memoria declarativa o explícita, que se asocia a los procesos concientes y la memoria implícita o procesal, que se asocia a los procesos mentales inconscientes. Luego, es la interacción entre estas memorias la que permite generar conocimientos nuevos. Inmanuel Kant decía: "las intuiciones sin concepto son ciegas, pero los conceptos sin intuiciones son vacíos", de manera que aún Kant, el hiperracionalista, establece que la conciencia siempre tiene un elemento intuitivo que va más allá de lo racional.

Creatividad científica

El caso más clásico de creatividad científica es el famoso caso de Arquímedes, que se vio enfrentado a la necesidad de resolver el problema matemático de calcular el volumen de un cuerpo irregular, como el del cuerpo humano. Mientras pensaba en esto se quedó dormido en la bañera y de pronto despertó gritando “¡Eureka!”, porque había descubierto que, sumergiendo el cuerpo en el agua y midiendo el incremento del nivel del líquido se podía determinar, mediante una sencilla fórmula matemática, el volumen del cuerpo humano y de cualquier cuerpo irregular. De la misma manera descubrió el principio de flotación: prácticamente se estaba quedando dormido en la bañera cuando tuvo la idea.

Un ejemplo más notorio es el del químico alemán August von Kekulé, que estuvo investigando la fórmula química del benceno durante varios años. En ese entonces ya se conocían las fórmulas de muchos compuestos inorgánicos, por lo que sospechaba que debía haber una matriz química de los elementos orgánicos. Una noche se quedó dormido viendo el fuego de la chimenea y en sus sueños vio una serpiente que se mordía la cola formando un anillo; en ese momento se despertó y concibió la estructura química del benceno como un anillo formado por seis átomos de carbono, fundamento básico de la química orgánica.

La creatividad artística y la creatividad científica tienen algunos nexos, ya que la segunda no es completamente racional, como se suele creer. Los ejemplos descritos, entre otros, demuestran que en la creatividad científica también participan elementos emocionales: ningún descubrimiento científico se ha realizado por mera deducción lógica. Se suele pensar en los términos tecnología y ciencia como sinónimos, pero en realidad se refieren a conceptos muy diferentes: la tecnología se ocupa del desarrollo de elementos físicos y prácticos, que pueden ser muy originales y creativos, mientras que la ciencia se refiere a la generación de ideas y conocimientos nuevos, que constituyen la base del desarrollo tecnológico, aunque también pueden generar ciencia pura. Lo importante es que para el descubrimiento científico generalmente no basta la deducción lógica pura; tanto la creatividad artística como la científica requieren de la intuición y de la emoción y se distinguen sólo en el énfasis que se da a cada elemento.

George B. Shaw, el afamado escritor y dramaturgo irlandés decía que “la creación artística es 90% de perspiración y 10% de inspiración”, para recalcar la importancia del trabajo y del esfuerzo que requiere la creación literaria; en cambio Pablo Picasso señalaba: “yo no busco, yo encuentro”, para ilustrar el hecho de que en el arte pictórico existe un proceso de interacción con la obra y es ésta la que muchas veces “descubre” al artista. Hay innumerables ejemplos en las obras de Picasso; por ejemplo, mientras esperaba que se le ocurriera alguna idea para poder realizar un trabajo pagado se produjo el bombardeo alemán de Guernica y así nació uno de sus cuadros más famosos.

Creatividad artística

La creatividad artística se fundamenta en cuatro elementos principales:

  • Originalidad
  • Énfasis selectivo de la realidad
  • Economía
  • Satisfacción estética

La creatividad artística privilegia la subjetividad, tanto en la pintura como en la música, que es la expresión más abstracta del arte; utiliza los “sentimientos oceánicos”, o sea aquellos sentimientos existenciales que unen al ser humano con el universo y lo hacen sentirse trascendente; convierte lo explícito a implícito, o sea al revés de lo que hace la creatividad científica. Este tipo de creatividad no descubre, sino que desarrolla una representación de las cosas que no es una fórmula, sino una imagen de esa fórmula. Además, la creatividad artística favorece la percepción inconsciente por encima de la consciente. Ambas formas de creatividad, la científica y la artística, son opuestas, pero también comparten lugares comunes.

Creatividad y psicopatología

Aristóteles se preguntaba por qué todos los hombres extraordinarios y creativos son melancólicos, en el sentido hipocrático de la palabra: él había observado que Pericles, Sócrates y muchas otras personas eran melancólicas y deseaba saber la razón; Platón también se hizo esta pregunta. La psiquiatra norteamericana Nancy Andreasen demostró que 80% de los creadores artísticos presentan trastornos del ánimo, cuya tasa alcanza a sólo 30% entre las personas normales.

Entre las personas notables que han presentado trastornos psiquiátricos se encuentran Aristóteles, Platón, Leonardo, Miguel Ángel, Isaac Newton, Lord Byron, Goethe, Verdi, Hölderlin, Kierkegaard, von Humboldt, Lord Tennyson, Schumann, Rossini, Faraday, Nietzsche, Melville, Dostoiewsky, Tolstoi, Rimbaud, Mahler, van Gogh, Schubert, Hemingway, Camile Claudel, Virginia Woolf, Proust, Rilke, Wittgenstein, Robert Walser, Huxley, Rothko, Chopin, Warhol, Zweig y muchos otros. La pregunta es, ¿porqué todas estas personas tuvieron alteraciones psicopatológicas y qué tipo de psicopatología tuvieron? Se dice que Warhol tenía una forma de autismo, el síndrome de Asperger; Rothko era alcohólico y probablemente, bipolar; Wittgenstein probablemente era esquizofrénico, uno de los más brillantes que ha existido.

Para el autor Csikszentmihalyi, los individuos creativos siempre tienen una personalidad compleja, en la que confluyen rasgos opuestos; por ejemplo, pueden ser al mismo tiempo agudos e ingenuos, extravertidos e introvertidos, realistas y fantasiosos, rebeldes y conservadores. Son personas que están soportando continuamente ambigüedades y contradicciones, cosa que sólo se permite a los artistas. Marcel Proust se preguntaba si es posible la creatividad artística sin angustia o desesperación, y para poder profundizar más sus vacíos y angustias él, que tenía problemas de identidad sexual y una serie de vacíos interiores, se recluyó solo en una habitación durante veinte años, lapso durante el cual escribió À la recherche du temps perdu; el motor de gran parte de su producción artística fue esta forma de sufrir en el aislamiento. Hemingway, en cambio, opinaba que la depresión es un estado anticreativo; este célebre escritor y periodista estadounidense, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1954 y del Pulitzer en 1953, famoso por ser una de las principales figuras de la literatura del siglo XX, se suicidó con un tiro de escopeta después de una intensa vida, llena de altibajos.

Vincent van Gogh

Vincent van Gogh, tal vez uno de los artistas más importantes del arte moderno y postmoderno, cambió la historia de la pintura sin sospecharlo y falleció como un individuo anónimo. En vida no consiguió vender prácticamente ninguno de sus cuadros y fue completamente incomprendido y tildado de loco; sin embargo a los cinco años de su muerte comenzó a ser apreciado por el arte occidental (Fig. 1).

Figura 1. Vincent van Gohg: Autorretrato (1887).

El padre de Vincent era pastor y su madre pertenecía a una familia de pintores. Era el mayor de seis hermanos y nació en Zundert, Holanda, el 30 de marzo de 1853, hijo de un austero y humilde pastor protestante holandés, Theodorus van Gogh, y de Anna Cornelia Carbentus. Recibió los mismos nombres, Vincent Willem, que un hermano que nació muerto justo un año antes que él. En 1864 empezó a pintar sus primeros dibujos, con el apoyo de su madre. Lo relevante de este período es que Vincent pertenecía a una familia muy religiosa calvinista holandesa, que todos los domingos asistía a misa aproximándose a la tumba del hermano mayor, Vincent, de modo que en forma muy precoz tuvo contacto con los conflictos de identidad y con la muerte.

En 1865 fue enviado a un colegio-internado en Zevenbergen, muy distante de su seno familiar. En 1869 terminó su formación y se desempeñó como dependiente en la galería de arte Goupil, en La Haya y posteriormente en la sucursal de Londres, a donde se trasladó en 1873, con veinte años de edad y una personalidad caracterizada por la introversión y la timidez. En Londres se enamoró de la hija de la dueña de la pensión, Úrsula, a quien él llamaba Eugénie, pero Úrsula no estaba interesada en él; después de esta desilusión amorosa comenzó a tener cambios psicopatológicos llamativos.

En 1875 fue destinado a Goupil, Paris, donde tuvo serios conflictos laborales y empezó a inclinarse por la religión; en 1876 fue despedido y devuelto a Londres, donde en una oportunidad caminó 110 kilómetros, desde Ramsgate a Londres, y se desempeñó como ayudante del reverendo de Isleworth, abandonando la pintura. En 1877 se trasladó a Ámsterdam para ingresar al Seminario de Teología, pero antes de un año abandonó los estudios, volvió su hogar y se inscribió en una escuela evangelista de Bruselas. Poco después fue enviado como evangelista voluntario a la región minera de Borinage, donde fue pastor provisional desde 1879 por un período de dos años, durante el cual regaló toda su ropa y alimentos, durmió sobre tablas y cuidó a los enfermos. A causa de su fervor desmedido lo tildaron de loco y su misión se consideró un fracaso, siendo enviado de regreso a su hogar. Después de esto presentó un nuevo cambio psicopatológico: en 1880 vagabundeó por los caminos y continuó como misionero, esta vez en forma independiente.

En julio de 1880 decide hacerse pintor y comienza los estudios de anatomía y perspectiva en Holanda. Su hermano Theo, bastante más estructurado, lo ayuda económicamente y las cosas empiezan a mejorar para Vincent, quien logra estructurar mínimamente su vida y desarrollarse como pintor. En la Fig. 2 se puede ver una de sus grandes obras, Un par de zapatos, en la que se percibe el amor por lo simple y sencillo, por los símbolos concretos de esfuerzo y trabajo. Lo mismo se aprecia en otras obras de la época, como Los comedores de patatas.

Figura 2. Vincent van Gogh: Un par de zapatos (1886).

En la segunda parte de esta exposición se profundizará en los elementos psicopatológicos de este artista y sobre esta base se describirán algunos de sus cuadros más famosos.

Figura 1. Vincent van Gohg: Autorretrato (1887).
Figura 2. Vincent van Gogh: Un par de zapatos (1886).
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Este texto completo es la transcripción editada y revisada de una conferencia dictada en reunión clínica del Departamento de Medicina, Hospital Clínico Universidad de Chile. El director del Departamento de Medicina es el Dr. Alejandro Cotera y la coordinadora de las reuniones clínicas es la Dra. Miriam Alvo.

Autor: Andrés Heerlein[1]

Filiación:
[1] Instituto de Ciencias Biomédicas Universidad de Chile, Santiago, Chile

Citación: Heerlein A. Vincent Van Gogh, human creativity and psychopathology. Medwave 2009 Nov;9(11):e4260 doi: 10.5867/medwave.2009.11.4260

Fecha de publicación: 1/11/2009

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