Este texto completo es la transcripción editada y revisada de una conferencia dictada en el Curso Avances en Gastroenterología 2006, organizado por la Sociedad Chilena de Gastroenterología durante los días 8 al 11 de agosto de 2006.
Existe consenso en que la historia es inseparable del historiador y que el pensamiento y personalidad de éste influye en aquélla. A continuación se describirá el desarrollo de la hepatología en Chile, como un árbol genealógico que con el tiempo ha crecido y dado sus frutos en los diferentes Servicios de Medicina y Gastroenterología de los principales hospitales del país. Se presentará el desarrollo de los distintos centros dedicados a la especialidad y los hitos nacionales de mayor importancia.
La hepatología chilena nació con el auspicio de la Medicina Interna. En la década de 1940, grandes maestros de la Medicina, como Rodolfo Armas Cruz, Adolfo Garretón y el Profesor Hernán Alessandri habían llevado a la Medicina Interna a un grado de excelencia reconocido en toda América Latina (Fig. 1)
Figura 1. Grandes maestros de la Medicina: Dr. Rodolfo Armas Cruz, Dr. Adolfo Garretón y Dr. Hernán Alessandri
Figura 2. Hospital del Salvador
Figura 3. Dr. Héctor Ducci y Dr. Hernán Alessandri
Figura 4. Portada del libro Ictericias y Laboratorio, de 1949, dedicado por el Dr. Ducci a la Dra. Marta Velasco
En 1950 llegó, desde los Estados Unidos, otro hombre de gran inteligencia, el Dr. Ricardo Katz, quien abrió un nuevo campo al estudiar la epidemiología de las hepatitis virales, iniciando una línea de trabajo que perdura hasta hoy. Su tesis para recibir el título de Profesor Extraordinario de la Universidad de Chile trató sobre los aspectos epidemiológicos de la hepatitis aguda viral. En esa época había que escribir una tesis y dar una conferencia magistral para titularse de profesor (Fig. 5). Los profesores titulares de hoy se llamaban, en esa época, extraordinarios y se reservaba la designación de titular para el que dirigía la cátedra.
Figura 5. Dr. Ricardo Katz y portada de su tesis sobre aspectos epidemiológicos de la hepatitis aguda viral, de 1967.
La imagen siguiente corresponde a una fotografía del equipo de hepatología de 1959 (Fig. 6); en la actualidad el equipo continúa realizando el mismo trabajo en el Hospital del Salvador. En esa época destacaba el estudio de transaminasas en suero, que había aparecido recientemente a nivel mundial, así como el conocimiento de las alteraciones de la coagulación en las enfermedades hepáticas y los estudios de autoinmunidad, que aparecieron algunos años más tarde. El Dr. Ducci falleció de un infarto a la edad de 42 años, pero con el Dr. Katz el equipo continuó su labor y más adelante se incorporó el Dr. Humberto Reyes, quien desarrolló una línea de investigación de repercusión mundial sobre hígado, hormonas femeninas e ictericia del embarazo, que prosigue hasta ahora. En la década de 1970 colaboró en el equipo el Dr. Jorge Rakela, quien efectuó un brillante trabajo, pero posteriormente emigró a los Estados Unidos, donde ha llevado a cabo una fructífera carrera.
Figura 6. Fotografía del equipo de hepatología del Hospital del Salvador, 1959 (al centro, la autora, integrante de dicho grupo)
Respecto al estudio de las hepatitis virales, es importante recordar a los pediatras José Zacarías y Patricio Brinck, quienes colaboraron en el estudio de la epidemiología de las hepatitis, comparando la enfermedad entre niños y adultos. También destaca el Dr. Humberto Ibarra, que desarrolló un extraordinario estudio sobre las hepatitis en el sur y otras regiones de Chile.
En 1969 se desarrolló una investigación, histórica en Chile, sobre la prevalencia del antígeno australiano, actual antígeno de la hepatitis B, mediante las denominadas operaciones vampiro, con la participación del Dr. Echeverri, entre otros. Se estudió a las poblaciones onas, yaganes, pascuenses, araucanas, cadetes de la Escuela Militar, obreros y niños del norte y personal hospitalario (Fig. 7). Se encontró una prevalencia muy baja, semejante a la que se describe hoy, y se estableció una relación entre antígeno australiano y cáncer hepático, tal como se describía en el extranjero. Esta línea de investigación se prolongó a lo largo del tiempo y aún permanece activa.
Figura 7. Estudio chileno de prevalencia de antígeno australiano, 1969
En el Hospital San Borja, en 1963, el Profesor Dr. Guillermo Ugarte (Fig. 8) creó una Unidad para el Estudio de la Enfermedad Hepática Alcohólica. Con gran dinamismo logró integrar un grupo de mucho éxito y publicó trabajos de nivel mundial, contando siempre con la colaboración del Dr. Hernán Iturriaga y, en el último tiempo, del Dr. Yedi Israel, experto mundial en adicción al alcohol. Posteriormente se le unieron los Drs. Guillermo Silva y Roberto Segovia.
Figura 8. Dr. Guillermo Ugarte Manterola
La siguiente imagen (Fig. 9) corresponde al antiguo Hospital San Borja; en un pilar se aprecia un letrero: Consultorio de Medicina: así era el ambiente en que funcionaba el equipo de hepatología. La capilla del Hospital, a pesar de la demolición de éste, aún permanece en el sector de Plaza Baquedano, por la Avenida Libertador Bernardo O’Higgins (Fig 10).
Figura 9. Pasillo del Hospital San Borja donde se ubicaba el Servicio de Medicina
Figura 10. Capilla del antiguo Hospital San Borja
El Hospital San Juan de Dios, ubicado en la Alameda, al lado de la Iglesia de San Francisco (Fig. 11), fue demolido en 1943 y su Servicio de Medicina se trasladó al Hospital del Salvador, donde se llamó Servicio B de Medicina, dirigido por el Dr. Rodolfo Armas Cruz. Aquí comenzaron los trabajos en cirrosis hepática, especialmente en laboratorio, desarrollados por los Drs. Gabriel Lobo Parga y Raúl Yazigi, padre.
Figura 11. Fachada del Hospital San Juan de Dios, antes de su demolición en 1943
En 1954 se inauguró el nuevo Hospital San Juan de Dios: su imagen actual no es muy diferente de lo que fue en esos años (Fig. 12). En él se dedicaron al estudio del hígado figuras de mucha importancia, entre las cuales destaca la del Dr. Rodolfo Armas Merino, que se introdujo en el difícil campo de las porfirinas y fue uno de los primeros investigadores en esta área. También se desempeñaron aquí hepatólogos de gran dedicación, como la Dra. María Isabel Jirón, el Dr. Ling Vargas y el Dr. Hugo Silva.
Figura 12. Fachada actual del Hospital San Juan de Dios
En los primeros tiempos del Hospital José Joaquín Aguirre, actual Hospital Clínico de la Universidad de Chile (Fig. 13), los Dres. Héctor Orrego y Enrique Barahona se dedicaron al estudio del hígado. Ambos emigraron al extranjero, el Dr. Orrego, a Canadá y el Dr. Barahona a Nueva York, donde continuó su trayectoria en investigación. El Dr. Jaime Poniachik fue a dicha ciudad a estudiar la relación entre hígado y alcohol y, probablemente, recibió ideas para el estudio posterior del daño hepático no alcohólico.
Figura 13. Fachada actual del Hospital Clínico de la Universidad De Chile, Dr. José Joaquín Aguirre
Otra persona destacada en el estudio de la patología hepática fue el Dr. Orellana, cuya gran dedicación y conocimientos le permitieron publicar el libro Hígado y Vías Biliares, en 1978. En la imagen siguiente se ve al equipo de 1985, en reunión de pequeño comité, junto al Premio Nobel de Medicina Dr. Baruch Blumberg, quien recibió dicho galardón por el descubrimiento del antígeno australiano, que revolucionó al mundo y sirvió de punto de partida para la búsqueda de otros marcadores virales (Fig. 14).
Figura 14. Fotografía de parte del equipo de hepatología del Hospital José Joaquín Aguirre, 1985. Aparecen los Dres. Orellana, Alberto Bardi, Jaime Chesta, Ricardo Latorre, Carlos Defilippi, Marta Velasco y el Premio Nobel de Medicina Dr. Baruch Blumberg
El grupo del Hospital José Joaquín Aguirre continuó creciendo. Cabe destacar a la bioquímica Carmen Hurtado, de gran relevancia en el desarrollo de una seroteca y del laboratorio de virología. Años más tarde, la Dra. Gabriela Muñoz ayudaría a la creación de un laboratorio de biología molecular que permitió desarrollar nuevas técnicas de ácidos nucleicos. Actor de importancia fue también el Dr. Jaime Chesta, quien a su regreso de Inglaterra desarrolló una línea de investigación trascendental en el estudio de la flora microbiana intestinal en las complicaciones de la cirrosis hepática. El Dr. Chesta falleció en 1993, a muy temprana edad; en su honor, la Sociedad Chilena de Gastroenterología instituyó un premio que lleva su nombre.
Al Centro de Gastroenterología se integró el Dr. Javier Brahm, después de realizar estudios en Inglaterra en el Servicio del Dr. Roger Williams. El Dr. Brahm continuó la línea de investigación en hepatitis y alcanzó un lugar destacado entre los hepatólogos. El Dr. Jaime Poniachik se fue a los Estados Unidos después de terminar su beca; allí realizó estudios con Shiff y luego, en Nueva York con el Dr. Barahona. Es importante mencionar también al Dr. Emilio Amenábar, quien, junto con el Dr. Javier Domínguez, eran los expertos en biopsia hepática (Fig. 15).
Figura 15. Equipo del Centro de Gastroenterología, Universidad de Chile, 1988. Se encuentran presentes los Dres. Brahm, Poniachik, Bardi, Amenábar y Domínguez, junto a otros miembros del equipo.
El grupo actual está compuesto por el Dr. Javier Brahm, Dra. Gabriela Muñoz, Sra. Carmen Hurtado, Dr. Jaime Poniachik, Dra. Marta Velasco y el bioquímico Sr. Mauricio Venegas, quien ha sido muy importante, junto con la Dra. Muñoz, para mantener al día las técnicas de biología molecular. También ha sido importante la labor de la Dra. Gladys Smok, por su apoyo en el estudio anatomopatológico de las enfermedades hepáticas en el Hospital José Joaquín Aguirre. Entre los nuevos integrantes destacan el Dr. Contreras y el Dr. Varela, que fue el primer becado formalmente reconocido en hepatología, gracias al apoyo del Departamento de Educación Continua de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (Fig. 16).
Figura 16. Equipo del Centro de Gastroenterología 2006, Hospital Clínico Universidad de Chile
En el Hospital Clínico de la Universidad Católica, el trabajo en hepatología se inició a comienzos de la década de 1970, con la labor del Dr. Vicente Valdivieso, junto a los Drs. Jorge Gumucio, Luigi Accatino, Flavio Nervi, Juan Carlos Glazinovic e Iván Marinovic, este último fallecido a muy temprana edad y quien tiene un premio a su nombre instituido por la Sociedad Chilena de Gastroenterología. La línea de trabajo desarrollada en este centro es ampliamente reconocida, destacando el estudio de la composición de los ácidos biliares, la etiopatogenia de la litogénesis y la epidemiología de la colelitiasis y la labor de la Dra. Carmen Covarrubias (Fig. 17). El grupo sigue trabajando en esta línea y el Dr. Nervi se ha dedicado al estudio del colesterol y su relación con la colelitiasis, pero han aparecido nuevas figuras, como la Dra. Rosa María Pérez-Ayuso, proveniente de Barcelona, el Dr. Marcos Arrese, que se ha dedicado al estudio de los mecanismos moleculares del daño hepático y el Dr. Alejandro Soza, abocado al estudio de las hepatitis.
Figura 17. Equipo de Gastroenterología del Hospital Clínico de la Universidad Católica, 1993. En el grupo, la Dra. Carmen Covarrubias y el Dr. Quintana
La imagen siguiente corresponde al grupo del Hospital Militar que efectuó el primer trasplante hepático; en ella aparecen el Dr. Juan Hepp, la Dra. Mónica Zaror, hepatóloga fundamental en la historia de los trasplantes hepáticos en Chile y el Dr. Tomás Ossandón, dedicado al estudio de la histología hepática (Fig. 18).
Figura 18. Grupo del Hospital Militar que efectuó el primer trasplante hepático, en 1985
Figura 19. Dr. Katz y Dra. Velasco, integrantes de la Sociedad Latinoamericana de Hepatología
Diferentes centros formadores en el mundo han recibido a médicos chilenos que, de esta forma, han mejorado sus conocimientos en el campo de la hepatología y han colaborado en la creación y fortalecimiento de lazos de amistad y confianza, gracias a lo cual se ha podido continuar enviando becados para su formación. Es importante destacar a la Profesora Dra. Sheila Sherlock, del Royal Free Hospital de Londres (Fig. 20) y al Dr. Hans Popper, del Mount Sinai Hospital de Nueva York (Fig. 21), a quienes se puede considerar como los padres de la hepatología moderna en el mundo.
Figura 20. Dra. Sheila Sherlock, del Royal Free Hospital de Londres.
Figura 21. Dr. Hans Popper, del Mount Sinai Hospital, de Nueva York.
Hay muchos otros nombres de nivel internacional que merecen reconocimiento por su papel en la formación de muchos de los hepatólogos chilenos, en especial los Dres. Franz Ingelfinger, Stephen Reynolds, Joan Rodés y Eugene Schiff (Fig. 22); este último ha sido un personaje importante en la formación del Dr. Jaime Poniachik.
Figura 22. Dr. Eugene Schiff, del Mount Sinai Hospital, de Miami, Estados Unidos.
La edición y publicación de esta conferencia han sido posibles gracias al auspicio de Schering Plough
Medwave Año VII, No. 7, Agosto 2007. Derechos Reservados.
Este texto completo es la transcripción editada y revisada de una conferencia dictada en el Curso Avances en Gastroenterología 2006, organizado por la Sociedad Chilena de Gastroenterología durante los días 8 al 11 de agosto de 2006.
Citación: Velasco M. History of hepatology in Chile. Medwave 2007 Ago;7(7):e3327 doi: 10.5867/medwave.2007.07.3327
Fecha de publicación: 1/8/2007
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