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Medwave 2007 Sep;7(8):e3252 doi: 10.5867/medwave.2007.08.3252
Trastornos de la motilidad: una visión desde la sintergética
Motility disorders: the sintergetic approach
Ignacio Arteche
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Resumen

Este texto completo es la transcripción editada y revisada de una conferencia dictada en el Curso Desafíos y Oportunidades en Gastroenterología y Nutrición, organizado por la Sociedad Chilena de Pediatría durante los días 3, 4 y 5 de mayo de 2007. Directores: Dra. Sylvia Cruchet y Dr. Francisco Moraga.


 

Introducción

En esta presentación se hablará de la importancia de la integración neuroendocrina en la función del sistema digestivo y de cómo ésta explica la relación que existe entre la vía digestiva y el sistema nervioso central; luego se explicará qué es la sintergética y cómo ésta enfoca los trastornos de la motilidad.

El tracto digestivo tiene tres controles: un control neural extrínseco, que se localiza en el sistema nervioso central y actúa a través de los sistemas simpático y parasimpático; un control neural intrínseco, ejercido por el sistema nervioso entérico, que se ubica en toda la pared del tubo digestivo; por último, un control endocrino, que se ejerce a través de las enterohormonas. Por lo tanto, no sólo existe una integración neuro/intestinal, sino neuro/endocrino/intestinal.

El sistema nervioso entérico se origina por migración de las células de la porción craneal de la cresta neural, que va a inervar todo el intestino anterior y medio; estas células migran hacia el intestino, en dirección céfalo caudal. Luego está el intestino posterior, que recibe células del segmento sacro, que va de la cresta neural hacia el intestino posterior. En la Fig. 1 se muestra un embrión en que se ha completado el proceso de neurulación y se ven los distintos tipos de tejido que se han formado: el ectodermo externo, que va a formar, entre otras cosas, la piel; el tubo neural, que forma el cerebro y la médula espinal; y la cresta neural, que es un grupo de células que luego de un proceso de migración va a formar tejidos muy diversos del organismo (N Engl J Med 1996;335:215).

Figura 1. Origen embrionario del sistema nervioso entérico

En la Fig. 2 se muestra la anatomía de la pared del intestino; se desataca el sistema nervioso entérico, representado por los plexos de Auerbach y Meissner; el sistema nervioso simpático y parasimpático, que actúa como interrelacionador; y el sistema vascular.

Figura 2. Anatomía de la pared del intestino

Estructura del sistema nervioso entérico

En la nueva visión de la neurofisiología intestinal, el sistema nervioso entérico (SNE) se compone de: neuronas aferentes; interneuronas y neuronas motoras, que a su vez pueden ser motoneuronas, neuronas secretomotoras o neuronas vasomotoras, con lo que se da una ley importante de la sintergética, la ley del tres, que se repite frecuentemente en el organismo humano. Otro ejemplo de esta ley son las tres fases del complejo migratorio motor.

Las neuronas aferentes están en ambos plexos, tienen función sensorial, utilizan como neuropéptido la acetilcolina y pueden o no tener sustancia P. Las interneuronas, muy importantes, se interponen entre las neuronas aferentes y las motoras y forman diversas subpoblaciones, dependiendo del neurotransmisor predominante; estas neuronas forman multisinapsis, lo que determina la distancia que puede alcanzar la onda peristáltica. Las neuronas motoras pueden ser excitatorias o inhibitorias; las motoneuronas excitatorias de la capa circular se proyectan local y oralmente y actúan mediante el neuropéptido acetilcolina y la sustancia P; las motoneuronas inhibitorias se proyectan caudalmente en la capa circular.

La integración entre el SNE y el sistema nervioso central (SNC) constituye el contexto fisiológico de la sintergética y explica la emoción que genera en el ser humano las alteraciones a nivel del sistema digestivo. El SNE actúa en forma independiente, pero integrada al SNC, de modo que no se puede separar el tubo digestivo de los pensamientos y emociones de las personas; sus circuitos neuronales tienen el mismo diseño que los cerebrales y por eso se le ha llamado “cerebro intestinal” (brain gut). Por lo tanto, en el ser humano existen dos cerebros, que tienen el mismo origen en la cresta neural y se relacionan a través del sistema nervioso autónomo (SNA) (N Engl J Med 1996;335:215).

Integración del SNE al SNC vía SNA

El SNA tiene dos componentes, simpático y parasimpático, ambos con sus vías aferentes y eferentes o motoras, que en el simpático depende de los nervios esplácnicos y en el parasimpático, del vago. En la Fig. 3 se compara el concepto clásico de la relación entre el SNE y el SNC con el concepto actual, en el cual aparecen las interneuronas, que se clasifican según su neuropéptido fundamental o predominante y tienen como función desencadenar la respuesta refleja, además de almacenar la información y procesarla; de esta forma las interneuronas van a actuar, a través de las neuronas motoras del SNE, sobre el sistema efector (Gut 1999;45;6-16).

Figura 3. Integración entre SNE y SNC vía SNA

En la Fig. 4 se resume el concepto de integración entre cerebro, vago y médula espinal con el intestino, o sistema nervioso entérico, a través del simpático, para dejar más claro que el órgano no se puede separar del sistema nervioso central y, por lo tanto, de la psiquis de la persona (Gastroenterology 1998;114:559-578).

Figura 4. Integración entre SNE y SNC vía SNA

Neuroquímica del SNE
  • La neurona sensitiva actúa principalmente mediante acetilcolina, calbidina, CGRP y sustancia P.
  • La interneurona, mediante acetilcolina, serotonina, oxido nítrico, encefalina, muy importante en la mediación del dolor, sustancia P, que también actúa en la mediación del dolor y péptido intestinal vasoactivo.
  • La motoneurona excitatoria utiliza acetilcolina y sustancia P.
  • La motoneurona inhibitoria utiliza oxido nítrico, péptido intestinal vasoactivo, dinorfina y las encefalinas.

Se han descrito muchos neurotransmisores que se ubican en el SNE: aminas, como acetilcolina, norepinefrina y serotonina; aminoácidos, como gamaaminobutirato; gases, como óxido nítrico; péptidos, entre los cuales llama la atención el péptido activador de la adenilciclasa pituitaria, porque significa que esta sustancia no sólo tiene efecto sobre el SNC, sino también sobre la funcionalidad de la glándula hipófisis; y muchos otros péptidos, como somatostatina y sustancia P. Todos estos mensajeros neuropéptidos son los mensajeros de la emoción para la sintergética (N Engl J Med 1996;335:215).

A continuación se revisan las características de los principales neuropéptidos.

La serotonina se encuentra en SNC y SNE: actúa en los receptores 5-NT3, localizados en neuronas aferentes viscerales vagales, que median las sensaciones viscerales y reflejos gastrointestinales (vómitos, dolor, etc.), o sea, está involucrada en los mecanismos del vómito y el dolor visceral; estimula la motilidad intestinal, actuando en los receptores 5-NT4, localizados en neuronas colinérgicas presinápticas y neuronas motoras; finalmente, estimula en forma indirecta la liberación de encefalinas, que van a actuar sobre los cuernos posteriores a nivel de las metámeras selectivas donde hay dolor, bloqueando los receptores de sustancia P para que no se genere un mensaje doloroso.

La dopamina funciona a través de tres vías: la nigroestriatal, que es una vía extrapiramidal, el haz medio del telencéfalo, que constituye el circuito del placer en el sistema límbico y la vía intrínseca, en el hipotálamo; la dopamina establece una conexión privilegiada con la vía serotoninérgica a nivel del hipocampo, con el grupo de neuronas CA3; por lo tanto, hablar de serotonina es hablar de dopamina. Es importante recordar que en el hipocampo está toda la memoria afectiva y en la entrada del hipocampo está la amígdala cerebral, que da el contexto a la memoria afectiva, o sea, en el hipocampo está alojada la foto y en la amígdala, las emociones que provocó esa foto.

La acetilcolina también se encuentra en el SNC y SNE; estimula la secreción de todos los tipos de células secretoras gástricas (ácido clorhídrico, pepsinógeno, mucus); estimula la secreción pancreática y actúa estimulando la motilidad intestinal, como también la secreción de las criptas, o sea, es factor secretor fundamental.

La colecistoquinina se secretada a nivel de las células Y de la mucosa duodenal, yeyunal e ileal; su secreción es estimulada principalmente por los polipéptidos y los triglicéridos, aunque también por los glúcidos, los iones hidrógeno y el calcio, a través de la vía parasimpática o vagal. Como todos los anteriores, también está presente como neurotransmisor en el SNC. Tiene múltiples funciones: estimula a los acinos pancreáticos para secretar enzimas digestivas (“pancreozimina”); estimula la contracción de la vesícula biliar y la liberación de bilis secundaria; contrae el esfínter pilórico; relaja el esfínter de Oddi; relaja el esfínter esofágico inferior y, a nivel central, produce sensación de saciedad.

El péptido intestinal vasoactivo, que también se encuentra en el SNC y el SNE, es un potente vasodilatador; inhibe la secreción de ácido en el estómago; inhibe la absorción desde el lumen intestinal; y estimula la secreción de agua en jugo pancreático y bilis.

Las enterohormonas regulan las funciones secretorias y la motilidad y participan en el control cortical del hambre y la saciedad, es decir, no sólo existe una neurointegración, sino una neuro-endocrino-integración; si a esto se agrega el sistema inmunológico, existe una neuro-endocrino-inmuno-integración. Muchos neuropéptidos también funcionan como hormonas, denominación que significa “poner en movimiento”, que es básicamente la función de las hormonas; entre éstos están la secretina, la gastrina y la colecistoquinina, que no solamente es un neuropéptido, sino también un factor endocrinológico; y muchos otros, como glucagón, insulina, péptidos pancreáticos, somatostatina, motilina, histamina, etc. Las hormonas tienen tres tipos de funciones: función autocrina, sobre la misma célula paracrina; función endocrina, cuando el péptido se libera a la sangre y actúa a distancia; y función neurocrina (Fig. 5).

Figura 5. Mecanismos por los cuales los péptidos gastrointestinales actúan sobre la función celular

Sintergética

La sintergética es la Medicina de la Conciencia; el espíritu se mira y se refleja en la materia y ese reconocimiento se llama conciencia. Dónde están la mente y la conciencia, es un concepto filosófico discutible, pero para la sintegética, la mente es el radar de la conciencia. Esta disciplina busca integrar y reconciliar espíritu y materia, cualidad y forma, onda y partícula, energía y materia, psiquis y órgano, en este caso, SNC y SNE. La sintergética pretende favorecer la integración de la personalidad y el carácter con el temperamento, es decir, de la parte física con la parte emocional y reconciliar el texto de los síntomas con el contexto de la vida, que es el contexto de la emoción que refleja la alteración de cada uno de estos neurotransmisores.

En la sintergética se busca lo mejor de las diferentes cosmovisiones médicas, lo que requiere amplitud de mente; así, toma de la medicina china, ayurvédica, homeopática, de las flores de Bach, cada una de las cuales representa un arquetipo, aquellos elementos que pueden ser útiles para la visión occidental de la medicina. Esto se ofrece al paciente espiritualizando la materia, para darle un sentido a la vida y a la enfermedad.

La sintergética es una concepción de la vida y de la enfermedad: frente a un paciente, el médico enfrenta la emoción que desencadena esa patología y muchas veces, al comprender cómo el paciente vive y maneja esta emoción, el médico o el terapeuta encuentra la clave para solucionar el problema, que muchas veces es el mismo problema que vive el médico. Esto se llama “sanando al sanador”: frente a cada paciente, el médico le debe agradecer que haya acudido a él para enseñarle.

El grupo Viavida, en Colombia, bajo la dirección del Dr. Jorge Carvajal, tiene más de treinta años de experiencia en esta visión de la medicina; ellos han desarrollado tecnologías y procedimientos para poner en práctica esta cosmovisión médica, como el
láser blando, la terapia a través del color (Viacolor), flores o, bien, a través de la conversación, que puede ser suficiente como terapia.

La terapia suprema consiste en:

  • Elevar los ojos del paciente al alma, lograr que mire a su interior; es más fácil ocultar la enfermedad con medicamentos, enterrar la cabeza, que ver la forma en que vivimos la vida y tratar de cambiarla.
  • A través de esto se quiere significar la enfermedad, es decir darle un sentido y un propósito; un ejemplo es lo que manifestó un conocido director de cine en una revista sobre su linfoma, en el sentido de que era lo mejor que le podía haber pasado, porque le dio la oportunidad para dejarse querer.
  • Establecer el auto reconocimiento del paciente.
  • Determinar qué propósito o sentido evolutivo tiene para el paciente lo que está viviendo.

En la Fig. 6 se muestran las características de los tres tipos de medicina.

Figura 6. Cuadro comparativo de la medicina tradicional, científica y sintergética

El paradigma de la medicina tradicional, representada por la medicina China, es vitalista; en la científica, mecanicista (lo lineal, lo lógico) y en la sintergética, la cuántica y los campos relacionales, es decir, la explicación de la fisiología a través de la física cuántica.

La base, en la medicina tradicional está dada por la fe, los valores, las creencias; en la medicina científica, por la lógica, la razón, la experimentación y la observación; en la sintergética, por lo holonónico, que busca el texto en el contexto, la parte en el todo y el todo en la parte; por ejemplo, el hepatocito es una célula que se diferenció a una funcionalidad hepática, pero en el hepatocito está la funcionalidad y la capacidad de representar a cualquier célula. Además la sintergética se basa en la resonancia: igual que cuando se toca una nota en un piano, ésta rebota en la pared y llega a nuestro oído, cuando el médico hace una pregunta la respuesta del paciente debe tener alguna resonancia que muestre el hilo conductor de su problemática.

El método en la medicina tradicional es el principio espiritual; en la científica, el método científico y en la sintergética, la intuición. Los médicos tienen incorporado el paradigma mecanicista, la estructura lineal de las cosas, en que todo tiene un principio y un fin y tiene que tener una lógica; aquí la intuición es el contexto de la emocionalidad, por eso practicar este tipo de medicina requiere un cambio importante en la vida de quien la practica, porque debe desarrollar la intuición.

Las disciplinas rectoras son la religión y la filosofía, en la medicina tradicional; la cosmovisión y la observación, en la científica y en la sintergética se mezclan los tres elementos: nada por sí solo explica todo y todo en conjunto puede explicarlo: arte, ciencia y religión. Cuando la medicina dejó de ser un arte, cuando el médico comenzó a practicar la “medicina a la defensiva”, dejó de mirar a los ojos del paciente y empezó a pedir exámenes para evitar ser acusado de negligencia.

El hemisferio dominado, el derecho, en este caso, es propio de la medicina tradicional; el hemisferio dominante o izquierdo o racional, de la científica; pero la sintergética quiere que ambos hemisferios tengan una participación sincrónica.

La cultura predominante en la medicina tradicional es la oriental; en la científica, la cultura occidental; para la sintergética, predomina la cultura emergente global.

El instrumento del saber de la medicina tradicional es el dogma; de la científica, la estadística; de la sintergética, la relatividad. En la medicina científica se transforma al paciente en un objeto de observación y de experimentación; la sintergética se ha propuesto transformar ese objeto en lo que es: un sujeto y el sujeto es relativo; la forma de mirar el mundo es personal.

La visión de la medicina tradicional apunta al cosmos; la de la medicina científica, al organismo dividido y la de la sintergética, al organismo y al microcosmos.

En la sintergética se desarrolla la cascada de la conciencia. En la conciencia está la mente y la mente genera la información, que es, en términos informáticos, una metáfora de la idea; esa idea provoca un cambio en la energía y esa energía va a provocar un cambio en la materia. Esto significa que lo que la persona piensa y siente en forma coherente va a suceder, aunque la lógica diga lo contrario. La medicina alopática actúa en la materia; la medicina energética, fundamentalmente la medicina china, actúa con la energía; las medicinas vibracionales, como las flores de Bach y las figuras geométricas, actúan en la información; y en la conciencia se actúa en sanación. Esta cascada de la conciencia se debe desencadenar en el paciente, de modo que a éste le haga sentido lo que se le conversa y eso provoque un cambio en la materia, en este caso, un cambio en su enfermedad. No obstante, esta pirámide puede ser a la inversa: provocar un cambio en la materia, un cambio físico, puede desencadenar en forma invertida esta cascada de conciencia hasta llegar a la curación de la enfermedad.

Figura 7. La pirámide de la Sintergética

Sintergética: el paradigma emergente

La sintergética se basa en las leyes de sintergia, sintonía, sincronía y sintropía:

  • Sintopía quiere decir comunicación, lograr que algo resuene desde un punto hacia todo el sistema.
  • Sintopía es sintonizar los puntos que resuenan a un determinado lenguaje de frecuencia, que puede ser el lenguaje de las frecuencias del láser, de las frecuencias del color, de las frecuencias de los filtros, de las esencias, etc.
  • Sincronía es la propiedad de actuar simultáneamente en varios puntos, a través de un mismo estímulo.
  • La sintropía es lo que permite dirigir todo a un mismo sentido, propósito o hilo conductor. Por ejemplo, cualquiera puede buscar en Internet y ver que para la ansiedad o la depresión se puede utilizar la centauris, que es un tipo de flor de Bach, pero eso no sirve nada si no está en un contexto, si no hay un hilo conductor, un principio y un fin que conseguir, si no se dirige el pensamiento hacia un resultado.
  • Sintergia es la armonía que se produce al aplicar las leyes anteriores.

La energía

La energía que se utiliza en sintergética tiene las propiedades de la luz: reflexión, refracción y conducción; tiene capacidad de transferirse, sea con medios biofísicos, con la visualización o mediante la palabra, que es lo que se llama sanación: cerrar los ojos y dirigir la información con sentido y, fundamentalmente, con amor. Ésta es una medicina de la intuición, una medicina del sentir, no del pensar. Esta energía adquiere las características del sistema, cambia según la persona, lugar y circunstancias; para que circule debe existir diferencia de potencial y ésta la debe dar el terapeuta. Por último, la energía está en todas las expresiones de la vida.

Hace muchos años, cuando el paciente veía la tranquilidad y autoridad con que actuaba el médico ya comenzaba a recibir la terapéutica; ahora eso no ocurre, porque los médicos actúan con miedo, el miedo a la demanda, el miedo a que no se les crea, el miedo a derivar y por eso piden exámenes y caen en excesos en cuanto a instrumentación e intervención. El terapeuta debe estar ordenado, debe crear una diferencia de potencial, debe ser un campo en que todo su pensamientos sea lógico y acorde con lo que está sintiendo.

Existen tres tipos de energía:

  • Energía eléctrica: es el polo cefálico, el SNC; los neuropéptidos son la serotonina y la melatonina, que se sintetiza en la glándula pineal. Para los budistas, el hilo de la conciencia, la conciencia del alma, se aloja en la glándula pineal.
  • La energía magnética: es el polo magnético; los neuropéptidos son la dopamina y la melanina. En este polo radica la emocionalidad y la relación. La melanina, que da el color a la piel, deriva del ectodermo, al igual que el SNC; por eso los problemas relacionales se suelen manifiestar por alteraciones en el color de la piel.
  • La energía reticular: es el polo metabólico, que corresponde al tubo digestivo y la glándula tiroidea. Los neuropéptidos son la acetilcolina, la adrenalina y la vasopresina.

Lectura de los neuropéptidos según la sintergética

Serotonina: se asocia al dolor visceral y a la sensación de náusea y vómito. Para la sintergética es el mensajero de la paz, el futuro, la búsqueda de la fantasía, lo bueno. Los pacientes con depresión endógena que se suicidan tienen niveles de serotonina cercanos a cero: esos pacientes no tenían paz ni futuro, no buscaban la fantasía ni deseaban lo bueno de la vida. En todos los cuadros de dolor abdominal recurrente, en que el dolor es lo fundamental, la orientación de la sintergética debe llevar a preguntarse porqué ese paciente no está en paz, cómo visualiza su futuro económico y de trabajo, cómo lo visualizan los padres, cómo ve ese niño la vida, si le parece algo bueno o algo malo y cómo la ven sus padres.

Dopamina: es el mensajero del amor; representa el presente, la búsqueda de la excitación y lo bello de la vida. La dopamina tiene conexión con la serotonina en el hipocampo, donde reside la memoria afectiva, a través de la amígdala, donde se da el contexto afectivo (el sentimiento del sentimiento). Muchas veces, detrás del dolor hay una falta de paz y detrás de esa falta de paz hay una falta de amor, o una alteración en la relación del niño, o del adulto, con sus pares en el trabajo o con el cónyuge. Por lo tanto, se debe aclarar cómo vive el adulto o el niño el presente, si lo siente agresivo, competitivo o amable. La pregunta se debe dirigir a ver cómo está su capacidad de amar, de amarse a sí mismo para poder amar al resto, cómo se relaciona el niño con sus hermanos, con sus compañeros en el colegio, con sus padres y cómo vive el presente. Si se preguntara a los escolares de colegios de alta exigencia cómo ven el presente, es probable que la respuesta no fuera muy agradable.

Acetilcolina. Es el neurotransmisor de la libertad, del pasado, de los circuitos de culpa y castigo, de lo verdadero. Ahí está la ley del tres: lo bueno, lo bello y lo verdadero. La persona se libera cuando está en paz con su pasado; la acetilcolina tiene que ver con la secreción gástrica y la motilidad intestinal, de modo que detrás de una dispepsia ulcerosa o un síndrome de intestino irritable con diarrea y secreción de mucus, la pregunta adecuada es ¿cómo está viviendo esa persona su pasado? En el caso de un niño, cómo están sus padres, en un adulto, cómo fue su pasado biológico, que muchas veces es diferente del que tiene ahora. Estar en paz con el pasado da libertad; estar en paz con los padres significa aceptarlos sin juicio, aunque el padre sea alcohólico, porque debe haber algo en su pasado que lo condujo a eso. Al ver lo verdadero de las cosas, lo esencial, se obtiene la libertad de elegir.

Colecistoquinina (CCK): representa la seguridad. Es importante recordar que la CCK participa en el vaciamiento de la vía biliar y el páncreas y que la vía biliar, para la medicina china, representa la evacuación de lo amargo de la vida, la ira, la rabia. En muchas alteraciones de la vesícula biliar y dispepsias biliares hay una rabia contenida en el paciente, niño o adulto. La CCK representa la seguridad, pero para obtener seguridad la persona debe estar en paz con su pasado, liberarse de lo que no le corresponde; sólo así podrá tomar decisiones con seguridad y alcanzar la libertad. O sea, en la sintergética la CCK tiene una relación fundamental con la acetilcolina.

Neuropéptidos: el VIP es de la contracción; el péptido C, de la relajación y de la relación entre ambos depende el ritmo. Si predomina la contracción, el paciente tendrá constipación y si predomina la relajación, habrá diarrea frecuente. Es importante observar el ritmo del paciente, ver si respeta su ciclo de vigila y sueño, si respeta las pausas de la vida, si hay una relación adecuada entre estrés y descanso, porque la alteración de estos ritmos puede ser la causa de la alteración de la motilidad. En el caso de un niño que está simpaticotónico en forma permanente, se le debe indicar, por ejemplo, que haga algunas pausas de relajación de 15 minutos durante el día, como una forma de comenzar a manejar el problema.

Adrenalina y vasopresina: representan el movimiento y la adaptación, respectivamente. Muchos trastornos de los niños se deben a que no se pueden adaptar a los cambios de colegio o de situación económica, lo que muchas veces ocurre porque los padres no se pueden adaptar.

En resumen, según la lectura que da la sintergética a los trastornos de motilidad, la patología se produce:

  • por falta de paz
  • por falta de amor o
  • por falta de libertad.

Asociado a éstos y en íntima relación:

  • por falta de seguridad, que coarta la libertad de decidir en cuanto a lo que sentimos.
  • por falta de movimiento
  • por alteración del ritmo
  • por falta de adaptación.

Uno de los secretos de la sintergética es hacer la pregunta correcta, para obtener la respuesta correcta. En cuanto a la terapéutica, hay muchas formas de abordarla y se debe elegir aquélla que tenga sentido para el paciente, de modo que si el paciente necesita un fármaco, hay que dárselo, pero sin dejar de pedirle que piense porqué le están sucediendo las cosas. Muchas veces en la conversación aparece la falta de libertad y luego aparece la causa, entonces esto hace sentido a la familia y al niño y desde ese punto se puede lograr un cambio radical de la situación, solamente con la conversación.

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Este texto completo es la transcripción editada y revisada de una conferencia dictada en el Curso Desafíos y Oportunidades en Gastroenterología y Nutrición, organizado por la Sociedad Chilena de Pediatría durante los días 3, 4 y 5 de mayo de 2007. Directores: Dra. Sylvia Cruchet y Dr. Francisco Moraga.

Expositor: Ignacio Arteche[1]

Filiación:
[1] Gastroenterólogo Infantil, Alumno del Programa de Formación en Sintergética

Citación: Arteche I. Motility disorders: the sintergetic approach. Medwave 2007 Sep;7(8):e3252 doi: 10.5867/medwave.2007.08.3252

Fecha de publicación: 1/9/2007

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