Resumen
Este texto completo es la transcripción editada y revisada de la conferencia dictada en el marco del VIII Congreso Chileno de Medicina Familiar, realizado en Santiago entre los días 25 al 27 de septiembre de 2006. El evento fue organizado por la Sociedad Chilena de Medicina Familiar.
Presidente: Dr. Reinaldo Muñoz.
Introducción
Coltauco es una comuna rural que se ubica a 37 kilómetros de Rancagua, hacia la costa, entre Doñihue y Peumo, que son las comunas vecinas; tiene una superficie de 250 km2 y 17.000 personas inscritas: 7.200 mujeres y más de 6.000 hombres. Su actividad económica está basada en la agricultura, principalmente la exportación frutícola, de modo que los usuarios del CESFAM son principalmente temporeros agrícolas.
De centro de salud a CESFAM
La transformación a CESFAM en la comuna de Coltauco fue un proceso rápido, en comparación con lo que que se ha descrito en otros lugares. Comenzó en el año 2004 con la capacitación del equipo, cuyos integrantes hicieron el Diplomado de Salud Familiar y asistieron al curso “Bases y principios básicos de salud familiar”. En el año 2005 se hizo la sectorización y, como el usuario de la comuna Coltauco se caracteriza por no reconocer los cambios ni las inversiones que se hacen en la comuna, se decidió promover lo más posible la participación de la comunidad en este cambio, comenzando por entregar información apropiada sobre el nuevo modelo de salud, a través de una presentación en Power Point que se mostró en las 27 localidades que conforman la comuna. El equipo está compuesto por 33 funcionarios, 13 paramédicos, 8 administrativos y 12 profesionales, pero dentro de los profesionales el único estamento que tiene más de uno es el médico (son 3 ó 4) y el resto tiene uno solo. Por eso se dividió a la comuna en tres sectores.
Las estrategias de desarrollo se enfocaron en tres ejes: asistencial, organizacional y comunitario. De esos tres ejes, quien expone lideró el eje comunitario, que es fundamental para lograr que los usuarios sientan que forman parte del proceso y comprendan cómo funciona el nuevo sistema; de esa manera ellos no tendrán expectativas desmedidas y harán aportes de distinto tipo, incluso de recursos, al proceso. Este eje comunitario fue abordado por un equipo multidisciplinario, formado por nutricionista, asistente social, matrón, psicóloga y paramédicos, con dos objetivos generales: construir redes y compromisos con la comunidad para avanzar juntos hacia la salud familiar, en un proceso continuo; y evitar que se generen expectativas desde afuera, es decir, incorporar el concepto de que la responsabilidad de lograr esta transformación es compartida. Este equipo está en un nivel intermedio entre la comunidad y el Ministerio, que se comprometió con este modelo a nivel de política nacional, de modo que existe una presión constante para cumplir con las metas que exige el modelo biomédico, al mismo tiempo que se debe dedicar tiempo y energía a las tareas del cambio; por eso es fundamental que el equipo reconozca sus debilidades, capacidades y fortalezas, de lo contrario el camino será más difícil.
En 2006 se planteó la necesidad de generar una cultura de salud familiar junto con la comunidad, por lo que en mayo de ese año se formó el Consejo de Desarrollo Local, el cual debería focalizar las acciones, dada la escasez de recursos, profesionales y equipos. Con la formación de este Consejo se dio el primer paso del Plan de Acción para el año 2006 y su primera medida fue elaborar y firmar una carta de compromiso de trabajo conjunto con la representante del Consejo. En junio de 2006 se escogió a un grupo de familias para iniciar la intervención del Plan de salud; previamente se hizo una recolección de datos para lograr un diagnóstico adecuado del sector Rinconada de Idahue y se establecieron los instrumentos que se utilizarían para detectar a las familias de riesgo y focalizar las intervenciones. La idea era lograr diagnósticos participativos de salud familiar.
El Consejo Local proporcionó información valiosa sobre el sector: cuenta con 530 familias, 220 casas y un solo teléfono público; no tiene Internet, biblioteca ni sistema de eliminación de basuras. La mayor parte de los usuarios trabajan de septiembre a mayo y durante los restantes meses del año no reciben ingresos; ganan como máximo 300 mil pesos y parte del año reciben sólo 120 mil pesos. El equipo de salud necesitaba conocer lo más posible a las familias que van a enfrentar el proceso de salud y enfermedad y la comunidad aportó datos generosamente; incluso hicieron un mapa en el que aparecieron algunas calles que no figuran en los mapas municipales, con nombres como El Cajón, que fueron legitimados para efectos del trabajo del equipo. También aportaron información sobre las familias que viven en esas calles; así se pudo designar a una persona a cargo de cada calle, que debería asistir a las reuniones del Consejo Local y ayudar a determinar los principales problemas de salud de cada sector, sobre los cuales se intervendría a mediano y largo plazo. Esto se enlaza con uno de los objetivos del equipo de salud, que es desarrollar la cultura del autocuidado, sin olvidar que la cultura popular es paternalista.
En julio 2006 se hizo este diagnóstico, se estableció el plan de trabajo con las familias del sector y se avanzó en los estudios familiares. La comunidad solicitó más intervenciones de salud dirigidas a los varones, específicamente en el tema de la sexualidad, que se enganchó con temas de violencia y de género. En ese momento se seleccionaron 4 familias, pero en la actualidad son 10, que tenían factores de riesgo, entre ellos, ser policonsultantes. Se trabajó con ellas utilizando los instrumentos clásicos (genograma, apgar familiar, ecomapa, línea de vida) y se hizo una matriz de estudio de familias, con los problemas prioritarios y el plan de salud para cada una de ellas, a corto, mediano y largo plazo, considerando también una evaluación de los logros en conjunto con la familia (Fig. 1).
Figura 1. Matriz participativa de planes de salud familiar
En resumen, la implementación del modelo de Salud Familiar en Coltauco ha avanzado en la realización del diagnóstico situacional gracias a la recolección de información actualizada, lo que ha permitido construir un mapa actualizado del sector y sus respectivas familias; asimismo, se ha seleccionado un grupo de familias de riesgo con las cuales se ha definido un plan de intervención, según sus prioridades, y un sistema de evaluación.
Esta
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