Este texto completo es la transcripción editada y revisada de la conferencia dictada en el LI Congreso del Capítulo Chileno American College of Surgeons, Santiago, 2-5 de mayo de 2007.
Presidente: Dr. Alejandro Mandujano; Secretario Ejecutivo: Dr. Pedro Uribe.
Figura 1. Complejo ligamentario posterior de la pelvis
Figura 2. Fracturas tipo A, con anillo pelviano estable
Inestables, o tipo B: son menos frecuentes; ocurren en 22% de los casos; su clasificación es clara y las técnicas de fijación están bien definidas. Hay inestabilidad parcial o rotacional del anillo pelviano, causada por apertura de una hemipelvis o por cierre de una hemipelvis contra la otra. Lo importante es que no se compromete la articulación sacroilíaca posterior, aunque puede estar comprometida la anterior y por eso hay inestabilidad rotacional u horizontal (Fig. 3).
Figura 3. Fracturas tipo B, con inestabilidad rotacional parcial del anillo pelviano
Complejas, o tipo C: son más escasas; ocurren en 20% de los casos; su letalidad se debe a las lesiones agregadas, de modo que requieren estabilización de urgencia y tratamiento definitivo en un centro especializado. Son verticalmente inestables, con separación completa de una hemipelvis (Fig. 4).
Figura 4. Fracturas inestables verticalmente, con separación completa de una mitad del anillo
En las fracturas de pelvis, el diagnóstico es clínico y se realiza mediante palpación anteroposterior, lateral y de las crestas ilíacas. Este examen se debe hacer una vez, ya que la manipulación puede desestabilizar a un paciente con hematoma por sangrado de plexos venosos. La radiología se realiza mediante proyecciones anteroposteriores y, como no es posible efectuar tomas laterales por la imposibilidad de movilizar la pelvis, se toman proyecciones Inlet, que permiten ver el anillo (Fig. 5), y proyecciones Outlet, que son en 90° una con respecto a la otra y permiten ver el sacro y sus agujeros (Fig. 6).
Figura 5. Radiología Inlet
Figura 6. Radiología Outlet
Figura 7. Fracturas inestables de pelvis: embarrilado del paciente
La cirugía de control de daños (DCO, Damage Control Orthopaedics) es un nuevo concepto en Traumatología; se aplica a pacientes en estado crítico y consiste en efectuar una cirugía mínima, con el objetivo de evitar un “segundo golpe” (second hit). El procedimiento se aplica en fracturas de pelvis inestables, fracturas de fémur de alta energía y en pacientes politraumatizados que presentan compromiso de más de un sistema.
El trauma desencadena un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS). Si la lesión inicial es intensa aumenta la probabilidad de que se desarrolle un SIRS grave y una disfunción multiorgánica (MOD) precoz, en el primer a segundo día. En los días siguientes al evento se produce un período de inmunosupresión, en que el paciente es más susceptible a infecciones y está expuesto a desarrollar una MOD tardía. La cirugía de control de daños reduce la magnitud de la lesión inicial que desencadena todo este proceso (Fig. 8).
Figura 8. Fisiopatología de la disfunción multiorgánica postraumática
La cirugía de control de daños está indicada en pacientes cuya fractura compromete la estabilidad del anillo pelviano y tiene inestabilidad hemodinámica asociada; consiste en efectuar cirugía mínima con fijación externa y control de la hemorragia, que se puede hacer en forma indirecta, mediante la fijación externa, o directa, mediante tratamiento quirúrgico compresivo, packing o eliminando la causa de la hemorragia.
Las fracturas expuestas de pelvis son poco frecuentes, corresponden a 5% de las fracturas pélvicas, pero tienen alta mortalidad, hasta 50%. Frente a una fractura de este tipo se debe realizar laparotomía urgente, colostomía y fijación pélvica, aunque no está claro si estos procedimientos se deben hacer en forma simultánea. Se debe cubrir las heridas con apósitos estériles, taponando cuando sea necesario y continuar el manejo según las lesiones asociadas. Se debe cerrar la pelvis con lo que se cuente y dejar el espacio a los cirujanos para la cirugía de urgencia.
Esta obra de Medwave está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 3.0 Unported. Esta licencia permite el uso, distribución y reproducción del artículo en cualquier medio, siempre y cuando se otorgue el crédito correspondiente al autor del artículo y al medio en que se publica, en este caso, Medwave.
Este texto completo es la transcripción editada y revisada de la conferencia dictada en el LI Congreso del Capítulo Chileno American College of Surgeons, Santiago, 2-5 de mayo de 2007.
Presidente: Dr. Alejandro Mandujano; Secretario Ejecutivo: Dr. Pedro Uribe.
Expositores:
Anamaria Pacheco Frez[1], Christian Hübner Hoffman[1]
Citación: Pacheco A, Hübner C. Severe pelvic trauma: what if we do not have the resources?. Medwave 2008 Mar;8(2):e923 doi: 10.5867/medwave.2008.02.923
Fecha de publicación: 1/3/2008
Nos complace que usted tenga interés en comentar uno de nuestros artículos. Su comentario será publicado inmediatamente. No obstante, Medwave se reserva el derecho a eliminarlo posteriormente si la dirección editorial considera que su comentario es: ofensivo en algún sentido, irrelevante, trivial, contiene errores de lenguaje, contiene arengas políticas, obedece a fines comerciales, contiene datos de alguna persona en particular, o sugiere cambios en el manejo de pacientes que no hayan sido publicados previamente en alguna revista con revisión por pares.
Aún no hay comentarios en este artículo.
Para comentar debe iniciar sesión