SÍNDROMES VASCULARES
1. Testiculares
Torsión testicular
Si bien es un cuadro poco frecuente, la torsión testicular es grave, ya que con frecuencia lleva a la necrosis testicular. Se presenta con más frecuente en pacientes de la primera y segunda década de vida.
Habitualmente es de 180 a 360 grados con respecto de su eje, y la vitalidad del órgano se mantiene sólo hasta seis horas. Si el tiempo se prolonga, el resultado será la necrosis, por lo que en este caso una consulta y un manejo precoces es fundamental para la conservación del testículo.
Clínicamente se presenta como un dolor testicular de comienzo brusco, persistente e intenso; el examen físico revela edema de escroto y ascenso testicular.
El diagnóstico diferencial se plantea con la orquiepididimitis, la torsión de hidátide de Morgagni, la hernia inguinal o crural y el cólico ureteral.
Manejo:
2. Peneanas
Parafimosis
Se denomina a la retención del prepucio por sobre el surco coronal del glande, habitualmente por un prepucio fimótico o bien inflamado. Se produce con mayor frecuencia en los niños. Este proceso produce una obstrucción del drenaje venoso y linfático que lleva a edema del prepucio y del glande y dolor intenso. La parafimosis puede complicarse con estrangulación y necrosis de glande.
Manejo:
Técnica de prepucioplastía:
Se debe derivar al servicio de urología para realizar la circuncisión en forma definitiva.
Complicaciones: necrosis de glande, en cuyo caso se debe hospitalizar y derivar a urología con criterio de urgencia para manejo quirúrgico.
Priapismo
Se refiere a la erección patológica. Es un cuadro poco frecuente, aunque genera mucha ansiedad en el paciente.
Existen dos tipos de priapismo. El primer grupo se caracteriza por flujo reducido o isquémico, en que se produce una estasía venosa a nivel de los cuerpos cavernosos, lo que lleva a anoxia del tejido cavernoso. La secuela es la fibrosis del músculo liso del tejido cavernoso y disfunción eréctil. El segundo grupo se caracteriza por flujo elevado o no isquémico, siendo estos casos excepcionales y suelen ser secundarios a una fístula traumática arterio-sinusoidal. El grupo de flujo elevado es de mejor pronósticoy no requiere una intervención precoz y es de manejo del especialista, por lo que no nos referiremos a ella. Entre la causas de priapismo por flujo reducido es encuentran la leucemia, la anemia falciforme, el uso de anticoagulantes, las embolías grasas, el uso de papaverina o de prostaglandina E1, el uso de trazodona (antidepresivo serotoninégico) y de etiología desconocida.
Cuadro clínico
Se trata de una erección patológica, dolorosa, que se prolonga por más de seis horas y que no está relacionada con el estímulo sexual. Al examen físico sólo se encuentran erectos los cuerpos cavernosos.
Manejo:
Citación: Portalier P. Vascular syndromes in urology. Medwave 2001 Sep;1(09):e1869 doi: 10.5867/medwave.2001.09.1869
Fecha de publicación: 1/9/2001
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