El año pasado, el Ministerio de Salud de Brasil anunció la decisión de iniciar a partir de 2017 la vacunación cuatrivalente contra el virus del papiloma humano en niños de 12 a 13 años [1]. De la misma manera que para las niñas, dicha vacuna protege contra la infección por los subtipos 6, 11, 16 y 18 del virus del papiloma humano [2],[3].

Brasil es, por lo tanto, el primer país en América del Sur que ha protegido a los niños contra la infección por virus del papiloma humano mediante la vacunación masiva como parte del programa nacional de inmunización [1],[4]. En este contexto, cabe señalar que la vacunación contra el virus del papiloma humano para los niños puede resultar en una reducción considerable de nuevos casos de cáncer de pene, ano y orofaringe [2],[4].

Sin embargo, no se han publicado en la literatura científica datos sobre las campañas de vacunación contra el virus del papiloma humano para niños en Brasil y sus consecuencias. Tampoco se ha publicado sobre los impactos correspondientes para el sistema de salud público. Este artículo, entonces, discute la información más reciente sobre este tema.

En marzo de 2017, sorprendentemente, el gobierno ha firmado una asociación entre los Ministerios de Salud y Educación. Su objetivo ha sido aumentar la cobertura de inmunización de niños y adolescentes contra el virus del papiloma humano. Por lo tanto, una de las propuestas para la vacunación contra el virus del papiloma humano en las escuelas requiere, por ejemplo, que los estudiantes presenten su folleto de vacunación en el momento de la matrícula escolar. Una vez hecho esto, se debe informar al sistema de salud sobre las dosis prioritarias [2],[5].

Esta acción se considera un avance muy importante, ya que para lograr un resultado exitoso en la vacunación contra el virus del papiloma humano se requiere la implementación de políticas públicas integradas.

Con todo, según el ministro de Salud de Brasil, más de dos mil dosis de vacuna ya tienen la fecha de caducidad vencida. Además, hay un stock de 231 000 vacunas contra el virus del papiloma humano con fechas de vencimiento en el mes de agosto [2],[6].

Este gran excedente de la vacuna contra el virus del papiloma humano se debe, a su vez, a la baja tasa de adhesión a la campaña de vacunación por parte del público objetivo [2],[6]. Los movimientos anti-vacunación (que difunden información contra la práctica de la vacunación) y el temor a la vacuna pueden ser las principales razones de esta baja demanda actual [3],[7].

En vista de ello, en junio de 2017 el Ministerio de Salud de Brasil ha ampliado el rango de edad de los varones para la vacunación contra el virus del papiloma humano, reduciendo el límite de edad inferior a 11 y aumentando el límite superior a 15 años incompleto. Tal expansión del rango de edad ha tenido como objetivos que las vacunas contra el virus del papiloma humano se utilicen antes de la fecha de vencimiento, mientras que al mismo tiempo un mayor número de niños sean protegidos contra esta infección. Con esto, un total de aproximadamente siete millones de niños podrán ser inmunizados en la campaña de vacunación contra el virus del papiloma humano, lo que puede contribuir también a una mayor protección de las niñas [2],[6].

Por consiguiente, parece prudente que el Ministerio de Salud implemente nuevas políticas públicas integradas dirigidas a mejoras en este tema. La educación para la salud en las escuelas y la formación adecuada de los profesionales de la salud para prestar asistencia al público objetivo deben ser prioritarias [1]. Sin embargo, completar estas tareas puede ser muy difícil, ya que hay graves deficiencias en la gestión pública de un gran número de municipios brasileños [8],[9].

En conclusión, aunque la vacunación contra el virus del papiloma humano sea una medida preventiva muy importante, hay que resaltar que ella no protege contra todos los subtipos de este virus [3] y ha tenido baja demanda por parte de la población brasileña [2],[6]. En este sentido, una opción complementaria sería establecer ajustes en el sistema de salud público brasileño con vistas a la provisión de programas efectivos de detección del cáncer (resultantes de la infección por virus del papiloma humano) para preadolescentes y adolescentes [3]. Por lo menos por el momento, promover tal acción adicional puede ser de gran ayuda.

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