Pocas palabras tienen una connotación tan negativa como el término cáncer. Además de su evidente significancia en la vida personal, familiar y social de cualquier persona, lo cierto es que en la historia, desde las primeras descripciones médicas, los fenómenos neoplásicos fueron asociados con malignidad y el concepto cáncer ha pasado a ser usado para denotar cualquier evento de gran negatividad o perjuicio, no necesariamente relativo a la medicina. Es por esto que abordar este problema de salud, también desde un punto de vista socio-cultural, se transforma en una tarea compleja y que muchas veces genera rechazo y pesimismo en las personas.
Desde una perspectiva epidemiológica sabemos que el cáncer se ha convertido en la primera causa de mortalidad a nivel global y la segunda en la Unión Europea1 con una estimación para 2030 de más de 11 millones de muertes atribuibles en el mundo2. Según GLOBOCAN 20083 12,7 millones de casos y 7,6 millones de muertes por cáncer se estimaron para el año 2008 en el globo, donde 56% de los casos y 64% de las muertes ocurrieron en países de bajo y mediano ingreso.
Es así que en Chile el cáncer se sitúa como segunda causa de muerte siendo discretamente superada por las enfermedades cardiovasculares4. En este escenario de gran impacto sanitario y social, tanto en el mundo como en nuestro país se han realizado importantes esfuerzos para abordar esta enfermedad. Uno de los ejemplos de prioridad global más importantes se vio en septiembre de 2011 con la publicación de la Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Prevención y Control de las Enfermedades No Transmisibles5. En dicha declaración se llamó a promover particularmente el aumento del acceso a vacunas costo-efectivas para prevenir infecciones asociadas con cáncer como parte de los planes nacionales de inmunización. También se convocó a promover el aumento del acceso a programas de screening costo-efectivos de acuerdo a la situación de cada nación.
A nivel local, una muestra de la importancia política y sanitaria que se la ha dado al cáncer en Chile es la incorporación progresiva de más condiciones relacionadas a este problema dentro del Plan de Garantías Explícitas en Salud. En la actualidad, 17 de las 80 condiciones de salud incluidas corresponden a problemas relacionados con el cáncer.
En este escenario de prioridad global y nacional en Chile evidenciamos que, a pesar de existir múltiples programas específicos para varios tipos de cáncer, éstos cumplen con dos características preocupantes. Primero son programas predominantemente aislados, que funcionan en paralelo sin tener una lógica de enfrentamiento integral, donde por ejemplo los factores de riesgo para el desarrollo de varios tipos de cáncer tienden a ser similares. Segundo, su abordaje ha sido mayoritariamente desde el punto de vista asistencial y preventivo, pero otras áreas de gran relevancia e impacto como la comunicación social, la colaboración público-privada y la investigación, no han sido tratadas sistemáticamente ni con una visión de largo plazo para el país.
Sobre la base de este diagnóstico de complejidad socio-cultural, relevancia epidemiológico-sanitaria y de necesidad en términos de políticas de salud, en enero de 2013 se lanzó el Foro Nacional de Cáncer6, una iniciativa de formulación de políticas públicas de salud innovadora y ampliamente participativa que a través de una colaboración entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil pretende generar una estrategia nacional de cáncer para Chile en un plazo de dos años.
Concibiendo la salud como un derecho social y teniendo un enfoque de equidad en sus planteamientos, el abordaje integral que se busca obtener llevó a generar seis áreas de trabajo: política nacional, promoción y prevención, atención integral, colaboración público-privada, comunicación social e investigación. Además, para dar un apoyo social, político y comunicacional se creó el denominado Comité de Iniciativa que reúne a diversos líderes de distintos ámbitos del país que supervisarán y aconsejarán el andar del Foro Nacional de Cáncer. Por último, una Secretaría Ejecutiva hace las veces de un ente planificador, coordinador y facilitador del trabajo de todos los integrantes de la estructura del Foro Nacional de Cáncer (ver Figura 1). Este modelo traslada la etapa de diseño de una política pública nacional a una entidad externa al aparato público estatal, pero manteniendo una estrecha relación con sus principales instituciones, donde podemos destacar el apoyo y patrocinio formal que el Ministerio de Salud ha dado a la iniciativa y próximamente del Ministerio de Desarrollo Social. A su vez, acerca al segundo sector (empresas) y al tercer sector (organizaciones de la sociedad civil) a esta construcción participativa de una manera extensa y efectiva. Cabe destacar que organizaciones de pacientes también están representadas en este esfuerzo, cuyas visiones han sido consideradas desde un inicio como esenciales para dar una mirada humanizada y práctica a la generación de estas políticas.
Figura 1. Estructura del Foro Nacional de Cáncer, Chile.
El modelo planteado por el Foro Nacional de Cáncer presenta una serie de ventajas. La primera, es la contribución de una amplia gama de actores involucrados en el tema del cáncer, lo cual permitirá tener una gran parte de las visiones y perspectivas presentes en cada tema. Segundo, el producto resultante tendrá una alta legitimidad social y política, lo que es muy positivo en términos de los procesos de toma de decisiones que debiesen venir después de este ejercicio. Y tercero, el trabajo realizado estará mucho menos influenciado por la “contingencia” de todo tipo que se viva en el país. Por ejemplo, el cambio de gobierno que ocurrirá en 2014 podría significar una amenaza para un emprendimiento de este tipo, pero que se verá minimizada por este esquema.
De la misma manera, es necesario tener claros cuales serán los principales desafíos a sortear. La coordinación entre los numerosos actores es uno de ellos, lo cual está siendo abordado con una clara conducción de un equipo ejecutivo que asume este rol de conducción y supervisión para ir generando una red de información y cumplir con las metas trazadas. También, la manera de tomar acuerdos y generar consensos se constituye en un reto, donde la utilización de herramientas de priorización y deliberación será esencial.
Por último, mantener este número de partes trabajando de manera constante y sostenida por un plazo de dos años, y muchos de ellos de manera honoraria, será otra barrera a soslayar. Aquí se corre con el beneficio de la motivación intrínseca que la problemática del cáncer genera en una parte importante de la población debido a experiencias personales y familiares, lo que hace que la voluntariedad y disposición sean valiosos activos. Sin embargo, esto se debe potenciar con un liderazgo claro y proactivo para conservar la creación de actividades que mantengan la atención y compromiso de forma permanente.
Aún cuando la mortalidad por cáncer en Chile ha mostrado una tendencia a la baja con una reducción de la mortalidad ajustada por edad de un 9% durante la década 2000-20107, en el contexto del cambio demográfico (envejecimiento) y epidemiológico (transición al predominio de enfermedades no transmisibles), el cáncer constituye un problema de salud que debe ser abordado participativa, integral y equitativamente desde ya. Ello traerá beneficios no sólo para los pacientes con cáncer y sus familias, sino que para todos en nuestra sociedad. El Foro Nacional de Cáncer plantea una promesa de valor de reducir en un 15% el impacto del cáncer en Chile en los próximos 20 años. Para esto no sólo son necesarios recursos, planificación y quizás nuevas estructuras, sino que la voluntad de todos los actores para entender que esto es un tema de bien común y no sólo una enfermedad individual, donde una visión comunitaria y la colaboración deben primar. El reloj ya empezó a correr, tanto para el Foro Nacional de Cáncer como para la sociedad chilena… ya estamos trabajando y seguiremos todos juntos en ello.
Los autores han completado el formulario de declaración de conflictos de intereses del ICMJE traducido al castellano por Medwave, y declaran no haber recibido financiamiento para la realización del artículo/investigación; no tener relaciones financieras con organizaciones que podrían tener intereses en el artículo publicado, en los últimos tres años; y no tener otras relaciones o actividades que podrían influir sobre el artículo publicado. El formulario puede ser solicitado contactando al autor responsable.
Citación: Herrera C, Jiménez J. National Cancer Forum: building a national strategy for Chile. Medwave 2013;13(4):e5660 doi: 10.5867/medwave.2013.04.5660
Fecha de envío: 19/3/2013
Fecha de aceptación: 22/4/2013
Fecha de publicación: 6/5/2013
Origen: solicitado
Tipo de revisión: sin revisión por pares
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Nombre/name: MARIA JOSE PRIETO
Fecha/date: 2013-05-13 08:03:40
Comentario/comment:
felicitaciones por iniciativa de Foro Nacional de cáncer: Es esencial la manera de hacer las cosas, la participación ciudadana y la coconstrucción de una polÃtica,costumbre que suele ser más de discurso que hechos. Cuentan conmigo para promesa de valor de reducción del 15%
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