Estudio descriptivo, correlacional y de corte transversal, cuyo propósito fue conocer la percepción de violencia en profesionales de enfermería de un Hospital de la Octava Región y como ésta afecta su integridad física y mental. El universo estuvo constituido por la totalidad de lo/ as enfermero/as que se desempeñan en dicho centro. Se trabajó con el universo teniendo en cuenta la factibilidad de estudiarlo en su conjunto N= 210. Para el análisis de datos se utilizó la modelización de variables por la regresión logística múltiple, permitiendo obtener: varianza y variabilidades de cada uno de los predictores de violencia, además la prueba de significación estadística; Chi Cuadrado. Como instrumento recolector de datos se utilizó un cuestionario elaborado y validado por el investigador. Los resultados mostraron que el 73.4% de la población estudiada tiene alta percepción de violencia hacia su persona y el 66.3% refiere percibir violencia hacia sus colegas. Solo el 3.3% de la población en estudio reconoció no concebirse violentado, ni identificar percepción de violencia hacia sus pares. El 94.3% identifica la violencia psicológica, como la principal forma de sentirse violentado, las manifestaciones de este tipo de violencia, fueron: la degradación, negación y aterrorización. Como agentes agresores identificados por los encuestados señalan, el médico y los familiares de pacientes.
Palabras claves: Percepción de Violencia - Profesional de Enfermería.
Según informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1998), se llega a la conclusión de que la violencia en el lugar de trabajo tiene también carácter mundial y atraviesa las fronteras, los contextos de trabajos, los grupos profesionales y como riesgo ocupacional en el lugar de trabajo, se manifiesta o se percibe de diversas maneras. Estas son:
La situación de violencia puede ser generalizada a muchos ámbitos, inclusos los hospitalarios, es así como KIGMA, M. EN: CIE; (Enfermera Consultora del Consejo Internacional de Enfermería, 1998) hace referencia a que los trabajadores de enfermería están expuestos al mal de la violencia en sus sitios de trabajos, donde este hecho se ha convertido en una amenaza para la enfermería y la prestación de los servicios de salud, ya que gran parte de este colectivo son víctimas de actos violentos; además subrayó la extensión y gravedad de este problema creciente, especialmente las repercusiones que tiene en la enfermería y los cuidados de salud.
Investigaciones recientes, como las publicadas en los boletines SWE, del Consejo Internacional de Enfermería, (1999) demuestran que entre el personal de salud, las enfermeras son las más expuestas al riesgo de violencia laboral, también se destaca en estos boletines que en realidad, el estudiante de enfermería, la enfermera profesional y el auxiliar de enfermería, junto con el personal de ambulancia, se encuentran entre las víctimas más probables de violencia y/o abuso en el sector de salud.
Según el «Journal of Health Care Protection Management», (EN: CIE, 2001), las enfermeras constituyen el grupo más expuesto, con una incidencia de 87% de asaltos en las unidades hospitalarias. Estudios publicados por el CIE, (1999, 2000 y 2001) con respecto al recurso humano de enfermería demuestran como han sido violentadas y agredidas las enfermeras en su ambiente laboral y señalan lo siguiente:
También recoge el CIE, en 1999, que las enfermeras sufren de la tolerancia social de la violencia. En varias ocasiones el sistema jurídico ha denegado compensación a enfermeras víctimas, ello se justificó sobre la base del principio de que «practicar la enfermería era aceptar el riesgo de violencia personal». Con frecuencia lo/las propio/as enfermero/as consideran que son «objetos legítimos» de violencia y que ésta es «parte de su trabajo», situación o percepción que facilita la violencia y su tolerancia social.
En Chile, y en general en Latinoamérica, los estudios sobre la violencia intrahospitalaria en profesionales de la salud son prácticamente inexistentes, más aún en un grupo tan vulnerable como el colectivo de trabajo de enfermería, con su labor tan ligada a la vida, la muerte, el dolor y el sufrimiento.
Es así como el presente estudio tiene como propósito, conocer si los profesionales de enfermería que laboran en un Hospital de la Octava Región, perciben violencia hacia ellos en el medio laboral donde se desempeñan. Motivados por los antecedentes empíricos sobre el tema y la gran importancia que tiene él mismo en el ámbito de la salud laboral, además por ser un tema prácticamente inexplorado en los estudios de la profesión de enfermería, es que los autores de esta investigación se interesaron por cumplir objetivos concretos.
Diseño descriptivo, correlacional y de corte transversal cuya unidad deanálisis estuvo constituida por los profesionales de enfermería que se desempeñan en un Hospital de la Octava Región, Chile. Se trabajo con el universo, teniendo en cuenta la factibilidad de estudiarlo en su totalidad N = 210. La información se recolectó por un cuestionario titulado «Percepción de violencia que afecta a profesionales de enfermería».
Con el objetivo de validarlo, y obtener un buen control de los datos, se desarrollaron los pasos siguientes: se realizó validez de contenido por juicio de expertos, se efectuó un grupo focal, que además apoyó la confiabilidad del instrumento y por último se aplicó una prueba piloto para estimar el grado de comprensión del mismo.
Para obtener la relación entre las distintas variables, nivel de significación estadística varianzas y las variabilidades de los distintos predictores del estudio, se utilizó la modelización estadística multivariada por medio de la regresión logística.
Para el análisis exploratorio de la variable dependiente «Percepción de Violencia» la misma se tricotomizó en «percepción nula, baja y alta del grado de violencia».
Gráfico No. 1
El Gráfico No. 1 muestra que 154 enfermeras del total estudiado, que representa el 73.4% reveló tener una alta percepción de violencia hacia su persona, el 23.3% de 49, manifestó poseer una percepción baja de violencia y el 3.3% de 7 enfermeras, reconoció no concebirse violentado, esta variable obtiene una alta significación estadística. Al tratarse de una profesión universalmente feminizada y al ser la violencia por razón de género más acentuada en la mujer que en el hombre, los investigadores esperaban estos resultados.
Llama la atención el gran porcentaje de profesionales que reconoce ser víctima de violencia en su medio de trabajo, elemento que podría - en alguna medida- disminuir el rendimiento laboral, y la adecuada prestación de los cuidados, producir insatisfacción en el puesto de trabajo y un riesgo para su salud física y mental. STALLKNECHT K, (En: CIE, 2001) revela que la violencia es un «síndrome» muy conocido en la vida profesional de lo/as enfermero/ as, señala al mismo tiempo, que los trabajadores de enfermería están expuesto al mal de la violencia en sus sitios de trabajo, donde este hecho se ha convertido en una amenaza para la enfermería y la prestación de los servicios de salud, ya que gran parte de este colectivo son víctima de actos violentos.
En el mismo gráfico se analiza la percepción de violencia que tienen los profesionales de enfermería, hacia sus colegas ya que 139 de ellos - lo que representa el 66.3% -manifiesta percibir un alto grado de violencia hacia sus pares. Se esperaba encontrar en el análisis de este predictor, un porcentaje superior al observado, el cual correspondiera a la percepción alta de violencia hacia sus compañeros de trabajo, por aprehensión a dar una respuesta más personal, sobre su propia percepción, sin embargo en el análisis de la percepción de violencia hacia su persona existe un mayor número de respuestas de violencia hacia el recurso humano estudiado. Este predictor no resultó significativo, ( = 219 Estos resultados guardaron relación con un estudio efectuado en el Reino Unido, publicado por el Consejo Internacional de Enfermería, (1999) donde hace referencia, que el 97% de los profesionales de enfermería encuestados declararon conocer una enfermera víctima de agresión en su lugar de trabajo, además señala que el 95% de la población en estudio declaró haber sido intimidada en su ámbito laboral.
Gráfico No. 2
En el Gráfico No. 2 se recogen los tipos de violencia que perciben los profesionales de enfermería sujetos de estudio.
Al comparar los resultados obtenidos en éstas categorías, podemos evidenciar que el 94.3% percibe violencia de tipo psicológica, manifestándose la misma por aterrorización con un 23%, por degradación con un 48% y negación con un 29%. Por lo que podemos decir que la percepción de violencia que tienen los profesionales de enfermería estudiados se relaciona con la violencia de tipo psicológica.
Gráfico No. 3
En el Gráfico No. 3 se recogen los tipos de violencia que perciben los profesionales de enfermería sujetos de estudio.
Este resultado guarda relación con una investigación realizada en 1999 por el Sindicato de Trabajadores del Sector Público del Canadá; (In OIT, 1998), donde mostró que: casi el 70% de las personas consultadas consideraban que «la agresión verbal era la principal forma de violencia que habían sufrido».
Un 11% de la población estudiada percibe violencia física, teniendo relación con otros estudios de violencia en el trabajo, por ejemplo: en 1996, una encuesta de la Unión Europea basada en 15.800 entrevistas celebradas en sus quince estados miembros, mostró que, el año anterior, el 4% de los trabajadores (seis millones) habían sido objeto de violencia física, 2% (tres millones), de acoso sexual, y 8% (doce millones de trabajadores), de intimidación y amedrentamiento, (In OIT, 1998).
Los principales agentes agresores, que identifican los profesionales de enfermería estudiados, se recogen en el gráfico No. 4. Ahí, 160 encuestados que representan el 76.2%, identifican al «médico como su principal agresor», seguido por los familiares de pacientes, (122 respuestas de percepción de violencia) ocupando esta categoría el 58.1%. Ambos resultados no muestran valores estadísticamente significativos.
Las 2 se mantienen con valores más o menos constantes que hacen no obtener variabilidades importantes. Debemos señalar que algunos porcentajes, muestran cifras elevadas, que se corresponden a otros funcionarios del mismo hospital los cuales son percibidos por los profesionales en estudio como agentes que ocasionan violencia, incluso identifican a sus «propios colegas como provocadores de violencia».
En este estudio 86 enfermero/ as, que representan el 41% del total, identificaron al paciente como agente agresor. Estos resultados a pesar de no haber sido estadísticamente significativos, si guardan relación con otros estudios publicados por el CIE, (1999) en los que se recoge que el asalto con agresión física del personal de enfermería es perpetrado casi exclusivamente por los pacientes.
Sin embargo, hay casos de maltrato o violencia también perpetrados por familiares de los pacientes, otros miembros del personal sanitario, incluidos colegas enfermeras y médicos, además por personas que no tienen ningún motivo legítimo para encontrarse en contacto con el personal de enfermería.
También el CIE, (2001) informa que la Asociación de Enfermeras de, Estados Unidos y de Nuevo México, aplaudieron la sentencia por la que se da protección a seis enfermeras diplomadas que denunciaron a un médico. Al parecer, éste actuaba de manera, agresiva, incompetente y no profesional y según las reclamantes, varias colegas dejaron el puesto de trabajo, por no sentirse seguras en el mismo, además se reporta que hasta un paciente murió por causa de las actuaciones negligentes del médico.
Los datos revelaron que los profesionales de enfermería tienen una alta percepción de violencia en su medio laboral, correspondiendo ésta al 74,3% de los encuestados.
Sólo el 3.3% de la población en estudio reconoció no concebirse violentado, ni identificar percepción de violencia hacia sus colegas.
En cuanto a los tipos de violencia que identifican los profesionales estudiados, el 11% señaló la física, el 33.3% el acoso sexual y el 94.3% percibió la «violencia psicológica» como formas de sentirse violentado dentro de su ámbito laboral, siendo esta última un predictor muy significativo en el estudio, por lo que podemos decir que la percepción de violencia que tienen los profesionales de enfermería estudiados se relaciona fundamentalmente con la violencia de tipo psicológica. Esta se manifiesta por la degradación, aterrorización y negación.
Entre quienes fundamentalmente perciben los profesionales estudiados como agentes agresores, hacia ellos y hacia sus colegas, están el médico y ,en forma secundaria, los pacientes y familiares.
El primer resultado, pudiera tener alguna relación con la hegemonía de la profesión médica, pues este recurso humano está sujeto a sumisión y control de superiores masculinos, en general, médicos.
Con el objetivo de dar seguimiento a las políticas del Consejo Internacional de Enfermería, sobre el tema de la «violencia laboral en su recurso humano», para los investigadores es muy importante el conocimiento de esta problemática tan frecuente en los escenarios de la profesión, para de esta manera vislumbrar y hacer visibles los resultados de este problema, prácticamente inexplorado en la comunidad de enfermería en América Latina y en especial Chile. Además permitiría obtener una aproximación al problema de la violencia en un contexto laboral de la profesión, en el que se puedan asumir actitudes reflexivas, proposiciones al respecto que rescaten el análisis, la participación de factores más amplios que los de daño físico o psíquico que pudiera generar la violencia en el ámbito del desempeño laboral.
(*)E-mail: jsancher@udec.cl
(**)Casilla 160-C. Concepción. Chile. Fax (41) 228353. E-mail: svalenzu@udec.cl
(***)E-mail: pff@mtz.jcce.org.cu
Estudio descriptivo, correlacional y de corte transversal, cuyo propósito fue conocer la percepción de violencia en profesionales de enfermería de un Hospital de la Octava Región y como ésta afecta su integridad física y mental. El universo estuvo constituido por la totalidad de lo/ as enfermero/as que se desempeñan en dicho centro. Se trabajó con el universo teniendo en cuenta la factibilidad de estudiarlo en su conjunto N= 210. Para el análisis de datos se utilizó la modelización de variables por la regresión logística múltiple, permitiendo obtener: varianza y variabilidades de cada uno de los predictores de violencia, además la prueba de significación estadística; Chi Cuadrado. Como instrumento recolector de datos se utilizó un cuestionario elaborado y validado por el investigador. Los resultados mostraron que el 73.4% de la población estudiada tiene alta percepción de violencia hacia su persona y el 66.3% refiere percibir violencia hacia sus colegas. Solo el 3.3% de la población en estudio reconoció no concebirse violentado, ni identificar percepción de violencia hacia sus pares. El 94.3% identifica la violencia psicológica, como la principal forma de sentirse violentado, las manifestaciones de este tipo de violencia, fueron: la degradación, negación y aterrorización. Como agentes agresores identificados por los encuestados señalan, el médico y los familiares de pacientes.
Palabras claves: Percepción de Violencia - Profesional de Enfermería.
Citación: Sánchez R, Valenzuela S, Solares JC. Perception of violence affecting nurses. Medwave 2003 Jun;3(5):e2830 doi: 10.5867/medwave.2003.05.2830
Fecha de publicación: 1/6/2003
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