Enfermería
Medwave 2007 Abr;7(3):e2733 doi: 10.5867/medwave.2007.03.2733
El Centro día... un espacio para vivir la vejez
The day center ... living space for the elderly
Leonor Luna Torres
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Resumen

Este texto completo es la transcripción editada de una conferencia dictada en el marco de la I Jornada Internacional de Enfermería Gerontológica y Geriátrica de la V región, organizada por el Colegio de Enfermeras de Chile, y realizada en Valparaíso el 3 y 4 de noviembre de 2006.


 
Introducción

De los 46 millones de habitantes que se cuentan actualmente en Colombia, 9% son mayores de 60 años y tienen, por tanto, características propias. Es probable que muchas de estas características sean compartidas con los adultos mayores de otros pueblos de Latinoamérica, mientras que algunas de ellas tendrán un sello propio (Fuente: DANE. Censo Nacional de Población 2005).

Cajas de compensación familiar

La atención de los ancianos en Colombia dentro del ámbito comunitario se efectúa a través de varias instancias o programas: Cuidados en casa; Unidades de larga estancia; Clubes de ancianos; Centros día; Cabildos; Hogares geriátricos; Centros de bienestar; Comedores para ancianos y Programas de Semiinternados.

Los programas de Centro día surgieron en Colombia en 1954, por iniciativa de un grupo de empresarios antioqueños. Antioquia es uno de los departamentos de mayor desarrollo en Colombia, en todos los aspectos de la economía; allí surgió la necesidad de rescatar la condición de bienestar de sus empleados y sus familias, lo que llevó a la creación, con mucho acierto, de las cajas de compensación familiar (CAFAM), como respuesta a la necesidad de contribuir al bienestar del trabajador colombiano y su familia. El objetivo fue lograr que el salario que percibía el trabajador colombiano no se deteriorara tanto como para afectar su calidad de vida y la de su familia, de modo que las cajas de compensación familiar, en el comienzo, entregaban un subsidio en dinero para apoyar la entrega de servicios sociales en el ámbito de educación, salud, recreación, cultura y canasta familiar. Así, en Colombia existen hoy, siglo XXI, 50 cajas distribuidas a lo largo del país, cada una con propósitos muy particulares, pero sin perder de vista la filosofía que originó su creación.

Programa de atención a los adultos mayores

El programa de atención a los adultos mayores es un programa subsidiado por las CAFAM. La facultad de enfermería inició un convenio docente-asistencial en 1998, que está vigente hasta el 2007 y se sabe de antemano que será renovado, por los resultados alcanzados entre las partes. En la Fig. 1 se muestra el mapa de la capital del país, Bogotá, en donde este programa tiene tres centros, que están localizados en sitios estratégicos de la ciudad para facilitar la accesibilidad y la cobertura de los usuarios.

Figura 1. Ubicación de las tres cajas de compensación familiar (CAFAM) en la ciudad de Bogotá, Colombia (Noroccidente, Occidente y Centro).

El Programa se basa en que la dinámica familiar actual en Colombia, al igual que en todos los países latinos, ha tenido cambios significativos en su estructura debido al envejecimiento de la población, que ha llevado a que el anciano retome día a día nuevos roles, aumentando su participación en el desarrollo de la familia, que es la unidad social básica; por consiguiente, se le han ido asignando, en algunos casos, y en otros ha ido retomando, roles en la crianza de los hijos y de los nietos e incluso, como proveedores del hogar.

Los objetivos del Programa son lograr que los adultos mayores recuperen o mantengan su nivel de autonomía y que mantengan o aumenten su capacidad funcional, tanto en la esfera mental como biológica, física y ambiental; todo esto, para dar respuesta a los intereses y expectativas que tiene el adulto mayor que se vincula de manera espontánea y libre con este programa. Aquí el adulto mayor se identifica con un quehacer cotidiano que llena sus expectativas y se mantiene inserto en su familia, a diferencia de lo que pasa en las unidades de larga estancia, donde se debilita la intervención del grupo familiar.

Los motivos de ingreso a este Programa son: la soledad, que se genera por muchos aspectos, especialmente por la dinámica actual de la familia colombiana; cuadros de depresión; afrontamiento del duelo, generalmente por pérdida del compañero o de un hijo, que son los que más marcan al anciano; el deseo de ocupar el tiempo en algo útil y productivo para la persona, su familia y su sociedad; hacer nuevas amistades; confrontar nuevos aprendizajes; encontrar entretención, sea a nivel lúdico, artístico o recreativo. Otros motivos son: por prescripción médica, para detectar un problema de tipo mental o biológico; aprender a envejecer; o en ocasiones, a solicitud de uno de los familiares.

Los usuarios de este Programa son, en su mayoría, mujeres (96%); sólo 4% son hombres; la mayoría son viudas y les siguen las solteras y casadas. La edad mínima de ingreso es de 55 años, salvo casos excepcionales y la máxima, 93 años. En cuanto a la ocupación anterior, en la mayoría de los casos son amas de casa, modistas, profesoras, secretarias, contadores y profesionales como bacteriólogos, odontólogos, veterinarios y enfermeras. El significado para los usuarios se comprende a través de sus propios testimonios, recogidos a lo largo de ocho años: “esto es como mi segundo hogar”; “yo aquí sigo aprendiendo todos los días”; “aquí me ayudarán a enfrentar mi dolor”; “venir aquí me motiva”; “mis hijos se sienten tranquilos”; “mi familia ha notado el cambio”; “en el centro día encontré el amor de mi vida”; “ya no estoy sola”; “aquí uno se divierte, goza, se recrea”; “somos una familia”; “compartimos, expresamos la solidaridad y el afecto”; “en el Centro se siente calor humano”; “acá están mis mejores amigos, nunca me siento sola (o)”. Todos estos son testimonios de la misma comunidad.

El direccionamiento del Programa tiene las siguientes líneas de énfasis: acondicionamiento físico; ocupación; educación en salud; recreación y turismo; crecimiento y desarrollo socioemocional; e investigación, como elemento generador de nuevos conocimientos.

Experiencia en la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional

En la Fig. 2 se resume la gestión del cuidado de enfermería en la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia. La formación de pregrado se realiza en ocho semestres; en el cuarto semestre del núcleo básico profesional, el estudiante debe cursar y aprobar la asignatura de enfermería del anciano, que es una asignatura con autonomía total, con un componente teórico de 60 horas y 195 horas de práctica. El aprendizaje se basa en la teoría de enfermería como cuidado de Boykin y Schoenhofer y adicionalmente, en los patrones funcionales de Margory Gordon.

Figura 2. Gestión del cuidado de enfermería en la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia.

A esto se agrega un modelo pedagógico innovador para enseñar la gerontología, modelo que no nació con la asignatura, sino como producto de la observación sistemática de los docentes del desgano con que los jóvenes cursaban la asignatura y el poco interés que mostraban por los paradigmas relacionados con la persona anciana. Mi formación en educación me permitió presentar una propuesta preliminar que fue ampliamente aceptada por los demás docentes de ese momento; hoy, este modelo no solamente se ha evaluado, sino que se plasmó en un libro. En su aplicación no se abandona el modelo pedagógico tradicional, sino que se agregan elementos pedagógicos como el constructivismo y el desarrollista social para hacer fraguar el proceso de educación gerontológico. Como resultado, los estudiantes se interesan cada vez más por aprender y explorar la Gerontología, de modo que ya no es excepcional que el trabajo de grado se haga en este campo.

En la Fig. 3 se resume el modelo, en el cual el estudiante, que inicia la asignatura con un paradigma, tiene la posibilidad de confrontarlo y construir su propia definición de anciano, a medida que pasa el tiempo y aumenta su experiencia. Al mismo tiempo, los estudiantes aprenden que son los jóvenes de hoy y serán los ancianos de mañana, por lo que deben empezar a incorporar medidas de autocuidado para tener una vejez saludable. El modelo tiene 6 etapas: la primera es de sensibilización y permea a todo el proceso; en ella se utilizan elementos de literatura, música y poesía para lograr que el estudiante incorpore los procesos de la esfera ideológica que afectan de manera prevalente a los ancianos colombianos; después tienen un encuentro con la realidad, donde se les muestran modelos de atención al anciano en la comunidad; luego existe la posibilidad de reformular el programa de la asignatura; viene entonces el desarrollo de los contenidos; luego, la praxis en la atención integral, individual y grupal. Todo termina con un trabajo documental sobre una temática que responda a las necesidades del grupo de práctica en que cada uno haya trabajado.

Figura 3. Modelo Pedagógico Innovador para la Entrega de la Enseñanza de la Gerontología (Universidad Nacional de Colombia).

Competencias en enfermería

Las competencias en el proceso de enfermería están presentes desde que se inicia la asignatura; se utiliza la teoría de la enfermería como cuidado para hacerles comprender su condición de cuidadores y, al mismo tiempo, visualizar al anciano como el cuidador permanente que ha sido a través de su vida. Primero se hace la valoración y luego la formulación de los diagnósticos de enfermería, para orientar el plan de intervención; la evaluación está a lo largo de todo el proceso. La intervención consiste en la educación en salud, que va más allá de lo puramente curativo, puesto que se extiende cada vez más a los procesos de promoción de la salud y de rehabilitación, para llegar al tema de cómo afrontar la enfermedad crónica, lo que implica adquirir nuevos conocimientos e incorporarlos a la práctica de la Gerontología (Fig. 4).

Figura 4. Competencias en el proceso de enfermería.

La enfermería interviene en este proceso en forma articulada con otros profesionales, tanto de ciencias de la salud como de ciencias humanas y con el anciano y miembros de su familia o personas que actúan como cuidadores. En este programa participan profesionales de las áreas de sociología, trabajo social, terapia física y ocupacional, gerontología y enfermería, es decir, se trata de un trabajo interdisciplinario y multisectorial en el que se produce una simbiosis entre una universidad estatal y una entidad privada, con objetivos muy específicos. Por un lado está la caja de compensación y por otro, la Universidad, en una relación permanente de ayuda y superación.

Las competencias de enfermería en el campo de la Gerontología son:

  • Liderar en el campo del desarrollo de modelos de cuidado.
  • Interactuar, en el cuidado de salud, con el anciano o con grupos o colectivos de ancianos.
  • Educar al anciano para que desarrolle su potencial de cuidado, logrando que retome su condición de cuidador y adquiera prácticas de autocuidado en el día a día.
  • Finalmente, dentro de las competencias de enfermería está el generar cada día nuevos conocimientos a partir de la educación y de la investigación.

Los ancianos dan ejemplo de vitalidad, capacidad, disciplina y resistencia; algunos de ellos han estado muchos años en el programa, asisten los días en que tienen interés y participan de las actividades tanto ocupacionales como lúdicas, además de recibir educación en salud, que es una condición básica para estar en el programa. La educación en salud la efectúa enfermería en un alto porcentaje, pero también contribuyen las sociólogas, las gerontólogas y las terapistas, que son parte del núcleo básico profesional que interviene en la atención del colectivo.

Investigación

En un comienzo, en la Facultad se hizo la evaluación y los procesos de investigación cuantitativos, que fueron evaluados por la Universidad o por instituciones específicas que se crearon en el país para apoyar el desarrollo de la investigación desde la educación y también desde el área asistencial, ya que los profesionales, no solamente de enfermería, sino de otras disciplinas y profesiones, incursionan cada vez más en el campo de la investigación aplicada. Hoy se considera válido el estudio tanto cualitativo como cuantitativo en gerontología; en ese sentido, la Universidad Nacional tiene un grupo que se dedica al estudio de los adultos con retraso cognitivo, al igual que una universidad privada, cuya clínica de memoria ha hecho importantes aportes en la detección y manejo temprano de las demencias. Los resultados de esto, desde el punto de vista de enfermería, son varios y se analizan a continuación.

Desmitificar al anciano: esto se ha logrado a través de reconocer la vejez y el envejecimiento, con sus particularidades, de una manera objetiva, a partir de evidencias científicas y de la propia investigación realizada en el trabajo con y para la comunidad. Resulta muy gratificante cuando un ex-alumno regresa a pedir que se le asesore, porque en su año de servicio social está trabajando en el desarrollo de programas y políticas para la atención integral del adulto mayor colombiano.

Confrontar la teoría con la práctica: no basta con que los docentes repliquen una teoría; los estudiantes deben tener la posibilidad de recibir parte de esa teoría desde los usuarios, es decir, de labios de sus propios protagonistas. Es muy importante que el estudiante tenga la posibilidad de incursionar en la práctica.

Reconocer la gerontología como un nuevo campo de acción a futuro, que posibilitará el trabajo independiente. Muchos de nuestros egresados son empresarios de programas en la modalidad de Centro día, club de ancianos u otro tipo de iniciativas, que hoy por hoy se están impulsando cada vez más, para minimizar el ingreso de los ancianos a las unidades de larga estancia.

Favorecer el aprendizaje en doble vía: ya se entendió que no somos los únicos dueños del conocimiento y que el aprendizaje que se logra en la interacción con los adultos mayores enriquece a las dos partes. Recoger todo ese patrimonio es conocer nuestra propia historia, nuestras raíces a partir de la versión que ellos puedan transmitir; si se capacita a un anciano para que le enseñe a un niño se logrará que participe en el desarrollo actual del país, tal como lo hizo en etapas anteriores de su vida. No se puede permitir que los ancianos partan sin entregar su legado de conocimiento, sabiduría y experiencia y solamente la interacción con ellos permitirá lograr ese cometido.

Incursionar en la investigación: el primer libro se publicó hace alrededor de diez años; hasta entonces sólo había un libro escrito por una enfermera que describiera lo que caracterizaba al anciano colombiano, su perfil epidemiológico y las políticas desarrolladas para su atención. Posteriormente surgieron publicaciones, como producto de la investigación, no solamente en enfermería, sino también en odontología, medicina, trabajo social y psicología. Actualmente, otras subcarreras están empezando a hacer su aparición en el campo de la Gerontología.

Reconocer lo que significa vejez y envejecimiento e incorporar ciertas medidas de autocuidado en lo mental y en la alimentación: cuando el estudiante incorpora la actividad física, no como un evento semanal sino como algo cotidiano, está aprovechando lo que le enseña aquel anciano que le dice: “si a mí me hubieran dicho que hiciera ejercicio cuando era joven, hoy no estaría en las condiciones en que me encuentro”.

Participar en la creación de una nueva cultura del envejecimiento: enfermería debe fraguar la participación de otros sectores de la sociedad, incorporando a los profesionales de ciencias de la comunicación, arquitectura, ingeniería, economía, educación y del sector político y productivo, para impulsar el desarrollo de políticas y programas que den respuesta a las necesidades originadas por el aumento significativo de este grupo etario. En el año 2025 la población anciana se habrá triplicado, ya no va a ser 9%, de modo que habrá un número significativo de ancianos demandando atención socio-sanitaria.

En la Fig. 5 se muestra a los estudiantes para que tomen conciencia de que ellos están, en su mayoría, entre los 18 y 19 años, llenos de juventud, vitalidad, energía, alegría, optimismo, sueños y esperanzas, pero ese proceso no se detiene ahí y deben aprovechar de lograr una serie de ganancias en lo personal, en lo social, en lo familiar y en lo afectivo para poder hacerse responsables de su propio envejecimiento.

Figura 5. El joven de hoy es el adulto mayor de mañana.

Gestionar el cuidado del adulto mayor implica:

  1. Involucrarse más en las decisiones de tipo político, cosa que se ha hecho poco a nivel de enfermeras colombianas.
  2. Avanzar en el campo de la investigación gerontológica y geriátrica y socializar sus resultados mediante publicaciones y certámenes de carácter académico, como la presente Jornada Internacional de Enfermería.

Figura 1. Ubicación de las tres cajas de compensación familiar (CAFAM) en la ciudad de Bogotá, Colombia (Noroccidente, Occidente y Centro).
Figura 2. Gestión del cuidado de enfermería en la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia.
Figura 3. Modelo Pedagógico Innovador para la Entrega de la Enseñanza de la Gerontología (Universidad Nacional de Colombia).
Figura 4. Competencias en el proceso de enfermería.
Figura 5. El joven de hoy es el adulto mayor de mañana.
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Este texto completo es la transcripción editada de una conferencia dictada en el marco de la I Jornada Internacional de Enfermería Gerontológica y Geriátrica de la V región, organizada por el Colegio de Enfermeras de Chile, y realizada en Valparaíso el 3 y 4 de noviembre de 2006.

Autora: Leonor Luna Torres[1]

Filiación:
[1] Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Citación: Luna L. The day center ... living space for the elderly. Medwave 2007 Abr;7(3):e2733 doi: 10.5867/medwave.2007.03.2733

Fecha de publicación: 1/4/2007

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