Todos sabemos que el trabajo hospitalario es fuente de estrés y carga mental. La dificultad está en el hallazgo de métodos de valoración que nos permitan prever cuando una situación de trabajo es susceptible de originar en los individuos situaciones de estrés y fatiga mental. El envejecimiento del personal sanitario como factor añadido al propio trabajo, refuerza o precipita en ocasiones la aparición de estas situaciones.
El objetivo de esta comunicación es presentar los factores, así como los indicadores, que nos permitan realizar una valoración subjetiva de la carga mental en una situación determinada de trabajo, para así poder determinar con anterioridad situaciones de fatiga y evitar consecuencias patológicas sobre la salud del personal hospitalario.
Encuentro interés en este trabajo, y desde el punto de Enfermería en dos sentidos: Por un lado como trabajadores del medio hospitalario y por otro lado como agentes de promoción, prevención así como educadores de salud. En primer lugar conocer que es la carga mental.
La carga mental o cognitiva responde según Szekely a “un estado de movilización general del operador humano como resultado del cumplimiento de una tarea que exige el tratamiento de información”, es decir, el grado de procesamiento de la información que realiza una persona para desarrollar su tarea.
El individuo tiene unas capacidades finitas para procesar la información, y por lo tanto las exigencias de una determinada tarea pueden estar dentro de los límites de capacidad de respuesta individual, pero en ocasiones la pueden sobrepasar. El individuo puede llegar a adaptarse si esta situación se da de manera puntual, pero si la exposición a este grado de esfuerzo se alarga en el tiempo, puede llegar a una situación de fatiga, capaz de alterar el equilibrio de salud de los individuos.
En torno al procesamiento de la información como generador de carga mental, incurren otras variables dentro de la propia tarea, como pueden ser variables de tipo organizativo, personales, que pueden facilitar o por el contrario dificultar esta tarea.
La organización del trabajo, la creciente complejidad de las técnicas y los problemas jerárquicos son frecuentemente origen de carga mental para el personal sanitario.
Además existe otra peculiaridad del trabajo hospitalario que incide directamente en la aparición de estas situaciones: el trabajo nocturno.
Por otro lado, el trabajo hospitalario implica un servicio ininterrumpido, lo que lleva consigo un servicio de trabajo a turnos y nocturno, que incide directamente sobre la salud de las personas en relación con:
Dada la complejidad del concepto de carga mental, no se cuenta con una medida única objetiva para la valoración de la carga mental: la valoración subjetiva es la más utilizada. Además en cada caso particular, la valoración debería adaptarse a las tareas propias y al entorno en que se desarrollan.
A continuación se presenta una guía de valoración de la carga y fatiga mental en el ámbito hospitalario:
Datos de identificación
Horarios
Ritmo/pausas
Información tratada
Características de la tarea
Status
Salario/promoción
Participación
Organización del trabajo
Incertidumbre
Datos personales
Una vez recogidas las variables a estudiar, para hacerlo efectivo tendríamos que cuantificar cada una de ellas en la medida que sea posible.
La sintomatología específica que acompaña a las situaciones de fatiga mental es la siguiente:
Durante el envejecimiento del individuo, se va produciendo una disminución de ciertas facultades, que es necesario tener en cuente para evitar sobrecargas innecesarias durante el trabajo.
Desde el nacimiento y a lo largo de nuestra vida se producen una serie de fenómenos involutivos como son: la disminución del metabolismo basal, la reducción del número de neuronas y su actividad, la degradación continua de la agudeza auditiva, de la amplitud de la acomodación visual y de la transparencia del cristalino, el aumento de los tiempos de reacción, y la degradación del sistema nervioso, fenómenos del envejecimiento relacionados directamente con la aparición de la fatiga mental.
A una edad determinada, el estado físico y mental es una combinación entre el envejecimiento propio del organismo y los efectos de la vida social y profesional, pero las aptitudes físicas y psicológicas, que de forma general quedan disminuidas, dependerán mucho del nivel de exigencia determinada en las diferentes tareas, del hábito adquirido y del tipo de exigencia para cada momento de edad.
De las diferentes investigaciones que sobre este tema se han desarrollado, se ha llegado entre otras a las siguientes conclusiones:
Para concluir, y posteriormente a toda la información que se ha manejado para la realización de este trabajo se han extraído conclusiones muy concretas y significativas:
E-mail de contacto con los autores: dfticv@unileon.es
Esta obra de Medwave está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 3.0 Unported. Esta licencia permite el uso, distribución y reproducción del artículo en cualquier medio, siempre y cuando se otorgue el crédito correspondiente al autor del artículo y al medio en que se publica, en este caso, Medwave.
Autores:
Inés Casado Verdejo[1], David Ramos Ojea[1]
Citación: Casado I, Ramos D. Nursing as an object of prevention in relation to age. Medwave 2003 Dic;3(11):e2755 doi: 10.5867/medwave.2003.11.2755
Fecha de publicación: 1/12/2003
Nos complace que usted tenga interés en comentar uno de nuestros artículos. Su comentario será publicado inmediatamente. No obstante, Medwave se reserva el derecho a eliminarlo posteriormente si la dirección editorial considera que su comentario es: ofensivo en algún sentido, irrelevante, trivial, contiene errores de lenguaje, contiene arengas políticas, obedece a fines comerciales, contiene datos de alguna persona en particular, o sugiere cambios en el manejo de pacientes que no hayan sido publicados previamente en alguna revista con revisión por pares.
Aún no hay comentarios en este artículo.
Para comentar debe iniciar sesión