En el presente siglo se ha incrementado el número de personas que sobrepasan las barreras cronológicas tras las cuales se inicia la etapa de vejez, lo que ha convertido al envejecimiento poblacional en un reto para las sociedades modernas. Cuba, a pesar de ser un país en vías de desarrollo ha alcanzado un nivel de salud tal que la esperanza de vida al nacer es de 78 años (80 años para las mujeres y 76 años para los hombres, lo que sitúa al país dentro del 25 % de la población del mundo que puede aspirar a que sus niñas y niños vivan 77 años o más. Los objetivos del presente estudio fueron determinar la prevalencia de incapacidad en ancianos residentes en una comunidad de la Habana, identificar aquellas actividades para las cuales se incapacita el mayor número de sujetos y, a partir de estos resultados, elaborar un plan de intervención. La población de estudio fueron todos los sujetos mayores de 60 años que se atienden en el Consultorio 33.1 de la Circunscripción 33, a cargo del Policlínico Docente de Playa, Municipio Playa, Ciudad de la Habana, compuesta por un total de 109 individuos, de los cuales 83,4% eran independientes. Se observó una prevalencia de incapacidad funcional en actividades básicas de la vida diaria de 15,5% y de incapacidad funcional en actividades instrumentales de la vida diaria, de 16,5%. Las actividades más afectadas fueron las relativas a la movilidad.
Palabras clave: Incapacidad funcional, Intervención de enfermería.
El envejecimiento individual no es un fenómeno exclusivo de las sociedades modernas, pero durante el presente siglo se ha incrementado en forma marcada el número de personas que sobrepasa las barreras cronológicas establecidas como inicio de la etapa de vejez, dando origen al fenómeno del envejecimiento poblacional que, sin bien es uno de los logros más importantes de la humanidad, afecta a todas las áreas del entramado social con consecuencias de todo tipo que requieren de soluciones adecuadas (1). Cuba no escapa a esta problemática, pues en la actualidad el nivel de salud de la población ha mejorado a tal punto que las personas tienen una esperanza de vida al nacer de 78 años, 80 años para las mujeres y 76 para los hombres, lo que sitúa al país dentro del 25% de la población mundial que puede aspirar a que sus niñas y niños vivan 77 años o más.
Tradicionalmente se asume que la incapacidad se asocia en forma inevitable e irreversible al proceso de envejecimiento, aunque gran parte de los ancianos son independientes y activos. En comparación con los jóvenes, las personas mayores sufren proporcionalmente más enfermedades que tienden a la cronicidad y que se asocian a discapacidad funcional, de modo que a medida que se prolonga la expectativa de vida se incrementa el número de años de dependencia e incapacidad (2). El personal de enfermería tiene una gran responsabilidad en la atención de este grupo poblacional; por ello debe trabajar en la adquisición de conocimientos cada vez más sofisticados que le permitan mejorar el Plan de Cuidados que se diseña para cada uno de estos pacientes (3). La implementación del proceso de ampliación del perfil de desempeño del personal de enfermería brinda la posibilidad de identificar necesidades de atención no conocidas en los individuos y sus familias y de tomar medidas en consecuencia, aspecto que hasta ahora ha estado reservado para el accionar médico (4). La salud del anciano está muy ligada a su funcionalidad, de modo que dentro de su evaluación es fundamental determinar en forma objetiva su capacidad para desempeñar las actividades de la vida diaria y su grado de dependencia, aspectos que constituyen indicadores del estado de salud del individuo. Por ello es importante realizar estudios en la comunidad que permitan determinar los riesgos y las características de la población mayor de 60 años en los aspectos descritos y según esto, establecer programas de prevención o rehabilitación con base en fundamentos científicos y protocolizados de tal forma que simplifiquen y mejoren el nivel de los cuidados de enfermería.
En este estudio se trazaron los siguientes objetivos:
La población objeto de estudio fueron todos los sujetos mayores de 60 años, en total 109 personas, que se atienden en el Consultorio 33.1 de la Circunscripción 33, a cargo del Policlínico Docente de Playa, Municipio Playa, Ciudad de la Habana. Se recogió información sobre una serie de variables cualitativas y cuantitativas: socio-demográficas, como edad, sexo, estado civil, convivientes y situación económica; variables clínico-asistenciales, como enfermedades potencialmente incapacitantes y fármacos consumidos; y funcionales, con respecto a las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Las actividades básicas de la vida diaria se evaluaron según Índice de Barthel (5), que se muestra en la Tabla I.
Tabla I. Índice de Barthel para evaluación de las actividades básicas de la vida diaria.
Las actividades instrumentales de la vida diaria se evaluaron según Índice de Lawton (5), que se muestra en la Tabla II.
Tabla II. Índice de Lawton para evaluación de actividades instrumentales.
Los datos se recogieron mediante una entrevista personal que se efectuó en el domicilio de las personas incluidas en el estudio; en casos de deterioro cognitivo la información se obtuvo del familiar o cuidador. Los datos se tabularon en una serie de tablas comparativas. Concluida esta etapa se realizó una revisión bibliográfica sobre el Proceso de Atención de Enfermería para los diagnósticos detectados en estos pacientes. Los datos se procesaron en Programa Microsoft Excel 2003 del Sistema Windows XP.
De los 109 pacientes valorados 9,6% eran mujeres y 40,3%, hombres; la edad promedio del grupo fue 72,4 años. Con respecto a las variables sociodemográficas, 58,3% eran casados y los demás eran viudos u otros (Fig. 1).
Figura 1. Estado civil de 109 adultos mayores.
A pesar de que más de la mitad estaban casados sólo 37,6% convivía con el cónyuge y 17,16% vivían solos (Fig. 2).
Figura 2. Convivientes de 109 adultos mayores.
En 20,18% de los casos los ingresos cubrían solamente las necesidades básicas y 4,4% de ellos dependía completamente de la asistencia social (Fig. 3).
Figura 3. Ingresos de 109 adultos mayores.
Los principales factores de riesgo que se detectaron en esta población fueron el hábito de fumar y la obesidad, que estaban presentes en 22,76% y 7,24% de los individuos respectivamente. Las patologías que se identificaron con mayor frecuencia fueron la hipertensión arterial, enfermedades relacionadas con los órganos de los sentidos, las cardiopatías isquémicas y los trastornos del sueño con necesidad de uso de medicamentos. Las proporciones se muestran en la Fig. 4.
Figura 4. Patologías prevalentes detectadas en 109 adultos mayores.
En cuanto a uso de fármacos, 5,5% de los individuos usaba más de 6 medicamentos simultáneamente y 44,03% usaba menos de 3 medicamentos en forma habitual.
El estudio de la prevalencia de incapacidad funcional para las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) según el índice de Barthel mostró que 16% de los ancianos eran dependientes (17) y 84%, independientes. La incapacidad afectaba principalmente a las actividades relacionadas con el movimiento. En la fig. 5 se muestra el desglose por grados de incapacidad.
Figura 5. Grados de incapacidad en 109 ancianos.
En cuanto a las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD), de acuerdo al índice de Lawton la prevalencia de incapacidad funcional fue 16,51% (18 ancianos), siendo las actividades relacionadas con la realización de compras y utilización de medios de transporte las afectadas con mayor frecuencia (Fig. 6).
Figura 6. Grados de dependencia en las actividades instrumentales de la vida diaria en 109 ancianos.
A la luz del análisis de los datos expuestos se concluye que las actividades más afectadas, tanto básicas como instrumentales, son aquellas que se relacionan con la movilidad. Parte de esta incapacidad funcional se podría evitar si se aplicaran estrategias de intervención dirigidas a evitar y/o recuperar la pérdida de la función. La eficacia de estas intervenciones dependerá de la capacidad del equipo de salud para detectar precozmente las deficiencias funcionales en la población anciana en riesgo de deterioro. Como propuesta de trabajo se enuncian trece diagnósticos de enfermería y las respectivas intervenciones, que se encuentran dentro del dominio legal y educativo del personal de enfermería, que ayudarían a reducir, eliminar o prevenir las alteraciones de salud en los ancianos.
Diagnóstico de enfermería: Alteración de los procesos familiares.
Diagnóstico de enfermería: Alteración en el desempeño del rol.
Diagnóstico de enfermería: Deterioro de la movilidad física.
Diagnóstico de enfermería: Alteración de los patrones del sueño.
Diagnóstico de enfermería: Aislamiento social.
Diagnóstico de enfermería: Potencial de lesión.
Diagnóstico de enfermería: Dificultad para el mantenimiento del hogar.
Diagnóstico de enfermería: Intolerancia a la actividad.
Diagnóstico de enfermería: Déficit de actividades recreativas.
Diagnóstico de enfermería: Ansiedad.
Diagnóstico de enfermería: Alteración de los procesos del pensamiento.
Diagnóstico de enfermería: Alteración sensoperceptiva.
Diagnóstico de enfermería: Manejo inefectivo del régimen terapéutico.
En el presente siglo se ha incrementado el número de personas que sobrepasan las barreras cronológicas tras las cuales se inicia la etapa de vejez, lo que ha convertido al envejecimiento poblacional en un reto para las sociedades modernas. Cuba, a pesar de ser un país en vías de desarrollo ha alcanzado un nivel de salud tal que la esperanza de vida al nacer es de 78 años (80 años para las mujeres y 76 años para los hombres, lo que sitúa al país dentro del 25 % de la población del mundo que puede aspirar a que sus niñas y niños vivan 77 años o más. Los objetivos del presente estudio fueron determinar la prevalencia de incapacidad en ancianos residentes en una comunidad de la Habana, identificar aquellas actividades para las cuales se incapacita el mayor número de sujetos y, a partir de estos resultados, elaborar un plan de intervención. La población de estudio fueron todos los sujetos mayores de 60 años que se atienden en el Consultorio 33.1 de la Circunscripción 33, a cargo del Policlínico Docente de Playa, Municipio Playa, Ciudad de la Habana, compuesta por un total de 109 individuos, de los cuales 83,4% eran independientes. Se observó una prevalencia de incapacidad funcional en actividades básicas de la vida diaria de 15,5% y de incapacidad funcional en actividades instrumentales de la vida diaria, de 16,5%. Las actividades más afectadas fueron las relativas a la movilidad.
Palabras clave: Incapacidad funcional, Intervención de enfermería.
Citación: González IA. Functional disability in the elderly: nursing intervention. Medwave 2009 Sep;9(9):e4149 doi: 10.5867/medwave.2009.09.4149
Fecha de publicación: 1/9/2009
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Nombre/name: Patricia Margarita Zúñiga
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Comentario/comment:
Estimado Ismark, quiero felicitarle por compartir su trabajo con Adultos mayores, y fundamentalmente por el contexto y pertinencia de enfermeria. Es un tema que tambien me interesa y sobre el cual hemos realizado algunas evaluaciones. Atte y Gracias Patricia Zuñiga S. Academico Universidad de Tarapaca Arica Chile
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