Este texto completo es la transcripción editada y revisada de la conferencia dictada en el curso CEDIP 2007 AUGE Perinatal y Ginecológico (Centro de Diagnóstico e Investigaciones Perinatales), Hospital Sótero del Río, Universidad Católica de Chile. El curso se realizó los días 23, 24 y 25 de agosto de 2007.
Introducción
La frecuencia de parto prematuro muestra una tendencia creciente en casi todos los países del mundo, con excepción de Francia, Suecia y Noruega, donde, según estadísticas recientes, la cifra se ha reducido. Por lo tanto, el propósito del Ministerio de Salud de disminuir la frecuencia de parto prematuro en Chile es muy ambicioso; mientras que reducir las consecuencias del parto prematuro, especialmente las complicaciones neonatales precoces, es mucho más plausible. Para ello es fundamental identificar a las pacientes que se benefician con la aplicación de las GES (Garantías Explícitas en Salud) de parto prematuro.
El niño de menor peso al nacer que ha sobrevivido en el mundo, nació a las 22 semanas y media y pesó 380 ó 400 gramos; era hijo de una mujer de raza negra. Este hecho muestra cómo el límite de edad gestacional sobre el cual el producto puede sobrevivir se ha ido reduciendo en forma progresiva con el paso del tiempo, a medida que se incorporan nuevas tecnologías a la atención neonatal (Fig. 1).
Figura 1. El límite de viabilidad se va reduciendo progresivamente
La tasa de parto prematuro es significativamente mayor, más del doble, en los Estados Unidos que en Chile, fundamentalmente a expensas de población negra, hispana e inmigrante. En los caucásicos la tasa es la misma que en los chilenos: 6%, mientras que la tasa global es 12% a 13% y sigue aumentando con el tiempo. En el gráfico de la Fig. 2, el aumento de la tasa de parto prematuro en Chile parece muy significativo en los 15 últimos años, pero en realidad corresponde a pequeños incrementos anuales.
Figura 2. Frecuencia de parto prematuro en Chile, período 1990-2005
Nueva Zelandia dispone de una base de datos suficientemente amplia como para reconocer la contribución de los partos prematuros, de distinto grado, a la tasa anual. El gráfico de la Fig. 3 demuestra que la tasa de partos prematuros pequeños, es decir, de menos de 28 semanas, no ha cambiado sustancialmente en el tiempo y que el aumento de los partos prematuros ha ocurrido, fundamentalmente, a expensas de los niños de 33 a 36 semanas de gestación. Esto se debe a dos fenómenos: por una parte, cada vez más mujeres recurren a la reproducción asistida, que por su naturaleza origina mayor número de partos gemelares; y por otra parte, se ha optimizado la identificación de los casos que requieren la interrupción del embarazo antes de las 37 semanas (especialmente entre 33 y 37). En otras palabras, cada vez se toman mejores decisiones en medicina materno-fetal: cada vez que se decide sacar a un niño del útero por indicación materna o fetal aumenta el número de partos prematuros de 34 y 35 semanas y, si la decisión es correcta, disminuye la mortalidad perinatal. De estas dos fuentes de parto prematuro, la segunda genera un parto prematuro benigno, como consecuencia de una buena decisión terapéutica.
Figura 3. Tasa de parto prematuro, según grupo de edad gestacional (Nueva Zelandia) (1)
Si se analiza la siguiente pregunta: la causa reconocible más frecuente de parto prematuro espontáneo es: a) inflamación intrauterina, b) isquemia del lecho placentario, c) sobredistensión uterina o d) disfunción cervical, no se está preguntando sobre síntomas de parto prematuro, porque, en último término, eso termina en un parto de pretérmino sólo en 30% de los casos, sino sobre los casos que terminan en un parto prematuro. La alternativa correcta es a): la inflamación intrauterina es la causa más frecuente de parto prematuro y, de las causas inflamatorias, la infección es la más importante.
De las causas de parto prematuro espontáneo enumeradas, la única actualmente tratable es la disfunción cervical por acortamiento del canal cervical. El tratamiento ya no es el cerclaje: la evidencia actual indica que la administración de 200 mg de progesterona micronizada en la vagina por las noches basta para reducir significativamente el riesgo de parto prematuro en pacientes con cuello cervical corto.
El propósito del GES es prevenir el parto prematuro y sus consecuencias. Es probable que no se logre reducir en forma significativa la tasa de partos prematuros, porque las propias acciones médicas se encargan de elevarla, pero sí es posible reducir las consecuencias. Se trata de impedir que la paciente tenga un parto prematuro en un ambiente que no sea el de un hospital terciario, porque esa circunstancia cambia el pronóstico del niño, aun cuando el parto ocurra a diez cuadras del hospital.
El parto prematuro es difícil de prevenir debido a que es una enfermedad multifactorial y la disfunción cervical es una causa poco frecuente, lo que es lamentable, porque es la única causa tratable, como lo demostró el estudio de la Fetal Medicine Foundation que se publicó en New England Journal of Medicine en 2007 (2), uno de los estudios más importantes publicados en los diez últimos años. Los estudios anteriores indicaban que las pacientes se beneficiaban con caproato de medroxiprogesterona en inyecciones semanales: probablemente los resultados eran positivos a expensas de pacientes que tenían el cuello corto o algunas modificaciones inflamatorias (Fig. 4).
Figura 4. La progesterona reduce el riesgo de parto prematuro en pacientes con cuello cervical corto (Fetal Medicine Foundation, 2006)
Tabla I. Tratamiento del trabajo de parto prematuro (TPP) o RPM de pretérmino (RPM pt) (EB = Estreptococo B)
El tratamiento con cerclaje rutinario no tiene ninguna utilidad en pacientes con embarazos gemelares, al contrario, aumenta la tasa de partos prematuros; asimismo, la progesterona no modifica la tasa de partos prematuros en pacientes con embarazo gemelar que tienen cuello corto: por alguna razón, las pacientes de cuello corto que tienen más de un niño, no se benefician con el tratamiento con progesterona, mientras que las pacientes de la población general, con o sin factores de riesgo, que tienen un solo feto en el útero, sí se benefician. En el estudio de Nicolaides (2), de 24.620 pacientes, 250 tenían el cuello de menos de 15 mm y decidieron participar; la mitad de ellas se asignó aleatoriamente a progesterona vaginal, 200 mg cada noche, y la mitad a placebo. Se produjo parto prematuro en 19,2% de las pacientes que recibieron progesterona y 34,4% en las que recibieron placebo. Antes se atribuía a la disfunción cervical el 10% de los partos prematuros, pero estos resultados sugieren que es mucho más frecuente; es probable que actúe como coadyuvante de otros factores que no necesariamente están en el cuello del útero, porque la progesterona no solamente actúa a ese nivel, sino que también participa en la quiescencia uterina, en el cuerpo uterino.
Recordar:
Para la tocolisis, nifedipino es de elección; no usar sulfato de magnesio.
Corticoides: 1 a 4 dosis cada 7 a 14 días.
Usar ultrasonido cervical para refinar diagnóstico en pacientes con síntomas de parto prematuro.
Si la edad gestacional es menor de 30 semanas y el canal mide menos de 15 mm, el riesgo de infección intraamniótica es de 40%.
Antibióticos: eritromicina en rotura prematura de membranas y penicilina en profilaxis de endocarditis bacteriana.
Este texto completo es la transcripción editada y revisada de la conferencia dictada en el curso CEDIP 2007 AUGE Perinatal y Ginecológico (Centro de Diagnóstico e Investigaciones Perinatales), Hospital Sótero del Río, Universidad Católica de Chile. El curso se realizó los días 23, 24 y 25 de agosto de 2007.
Citación: Gómez R. Explicit Health Guarantees (GES) in preterm birth: clinical recommendations. Medwave 2007 Dic;7(11):e3263 doi: 10.5867/medwave.2007.11.3263
Fecha de publicación: 1/12/2007
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