Key Words: Traditional medicine, Medicinal plants, Indigenous population
Introducción
La población del Resguardo Indígena Muisca de Cota, Colombia, se encuentra en un proceso de fortalecimiento cultural. Ahora busca la recuperación de sus saberes ancestrales relacionados con la medicina tradicional.
Objetivo
Explorar la ocurrencia de la medicina tradicional y factores asociados con su vigencia en el resguardo indígena Muisca de Cota, Colombia.
Métodos
Estudio transversal participativo con los miembros del resguardo. Para este estudio se aplicó en abril de 2019 un instrumento de 44 preguntas a 471 madres de familia que tenían por lo menos un hijo mayor de diez años. A través de él se indagaron algunos factores demográficos, sociales y culturales. Además, se plantearon preguntas relacionadas con conocimiento, uso y práctica de medicina tradicional. Usamos el procedimiento de Mantel-Haenszel para establecer las asociaciones mediante el Odds ratio e intervalos de confianza del 95%.
Resultados
El 66,2% (312/471) de las madres conocía al menos tres casos de enfermedades tradicionales, el 56,8% (267/470) tenía y usaba plantas medicinales, el 15,8% (73/462) practicaba cuidados tradicionales de la gripa, la menstruación y el puerperio, y el 11,8% (54/458) reportó que han acudido a parteras, sobanderos y curanderos. El consumo de tres alimentos tradicionales, la tenencia de huertos y plantas tradicionales, tener la vivienda dentro del resguardo y padres nacidos en un municipio de influencia indígena, fueron los principales factores asociados con la prevalencia de la medicina tradicional (p < 0,05).
Conclusiones
El estudio mostró que la permanencia de la medicina tradicional está fuertemente asociada a la alimentación tradicional, a la vocación agrícola y a la tenencia y uso de plantas medicinales. Los resultados sugieren que la estrategia de recuperación de la medicina tradicional podría enfocarse en promover un mayor vínculo entre identidad indígena, territorio, alimentación y salud.
Ideas clave
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A la llegada de los conquistadores habitaba en el altiplano cundiboyacense la gran población indígena muisca, de la familia lingüística macrochibcha. Este es uno de los pueblos con mayor organización social en el continente americano, junto con los incas en Perú, los tayrona en la Sierra Nevada de Santa Marta y los méxicas en el altiplano mesoamericano [1].
La población muisca, a diferencia de muchos otros pueblos del continente, no ofrecieron mayor resistencia a los conquistadores. Ello permitió un rápido sometimiento, aunque conservaron sus pacíficas tradiciones agrícolas y artesanales. Los chamanes fueron perseguidos con severidad y las instituciones médicas y religiosas desaparecieron, dejando pocas huellas en las siguientes generaciones. La lengua chibcha fue cambiada por el idioma español, aunque hoy se conservan algunas palabras de origen muisca, insertadas en el habla popular. Tampoco sobrevivieron las manifestaciones rituales, religiosas y culturales. En la actualidad encontramos un folclor mestizo, con gran influencia de tradiciones europeas. Por la severa aculturación ocurrida durante los primeros siglos, resulta difícil reconocer hoy la diferencia entre los campesinos mestizos y los pobladores indígenas. Para el censo de 1919, de los habitantes que poblaban los Departamentos de Cundinamarca y Boyacá, apenas un 14% se identificaba como indígena [2].
Algunos grupos muiscas lograron mantener pequeños territorios colectivos o resguardos en municipios vecinos a Bogotá: Chía, Cota, Sesquilé, Suba y Bosa [3]. El resguardo de Cota, reconocido en 1975 y ratificado en 2018 [4], ha permitido que los pobladores mantengan lazos de parentesco e identidad cultural, aún en medio del paulatino proceso de aculturación [5]. Con cerca de 3300 habitantes, su gobernanza la mantienen mediante la figura de Cabildo Indígena, aunque cerca de la mitad de los pobladores vive fuera del Resguardo, entremezclados con la población urbana y rural del municipio.
Poco sabemos sobre la medicina tradicional originaria de los muiscas. Para el siglo XIX habían desaparecido los especialistas médicos, en particular los jeques o chamanes [6]. No obstante, algunas tradiciones persisten hasta nuestros días, en especial el uso de plantas medicinales [7], el recurso a parteras y sobanderos, y el conocimiento de ciertas enfermedades propias de la nosología cultural ancestral [8]. Los habitantes del resguardo muisca de Cota, al reconocer la pérdida de su identidad cultural y de sus conocimientos tradicionales (aunado al reconocimiento constitucional del carácter pluriétnico y multicultural en Colombia, junto a un fuerte movimiento indigenista mundial), han emprendido desde hace 30 años un proceso de recuperación cultural. Esta recuperación incluye el estudio de la lengua muisca, procesos de educación propia, rescate de algunos de sus sistemas tradicionales productivos y de algunas de sus tradiciones culturales. Ahora tienen dentro de sus propósitos la recuperación y fortalecimiento de los saberes ancestrales, relacionados con la medicina tradicional. Para esto es importante conocer el estado de la medicina tradicional en el resguardo y qué factores han influido en su permanencia.
La Secretaría de Salud del municipio de Cota, acogiendo el llamado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho para reconocer y valorar las medicinas tradicionales [9], así como el derecho que tienen los pueblos indígenas a mantener sus prácticas de salud [10] y el mandato constitucional de brindar un enfoque étnico diferencial en salud [11], apoyó esta iniciativa mediante un convenio y la participación del Centro de Estudios Médicos Interculturales. Esta es una ONG con experiencia en proyectos de investigación y extensión con diversas comunidades indígenas del país.
Realizamos un estudio epidemiológico observacional con la siguiente pregunta ¿cuál es la prevalencia de la medicina tradicional y cuáles son los factores demográficos, sociales y culturales asociados con la vigencia o pérdida de la medicina tradicional en el Resguardo Indígena Muisca de Cota? Es preciso comprender que el estudio de los sistemas tradicionales de salud requiere estrategias diferentes, dado que su marco epistemológico difiere del de la medicina occidental. La OMS ha propuesto las pautas generales para las metodologías de investigación y evaluación de la medicina tradicional. Para ello ha insistido en que “la falta de datos de investigación se debe no sólo a las políticas de asistencia sanitaria, sino también a la falta de una metodología de investigación adecuada o aceptada para evaluar la medicina tradicional” [12].
En esta investigación participativa, el pueblo indígena contribuyó en todas las etapas del proceso. El estudio recogió los principios éticos de investigación médica en comunidades indígenas [13]. Los resultados permitirán al Resguardo Indígena Muisca de Cota tener herramientas para informar su proceso de planeación propia. Esta planificación se enmarcaría en la actualización de su plan de vida, para proponer acciones pertinentes con base en datos epidemiológicos que posibiliten la recuperación y el fortalecimiento de su sistema tradicional de salud.
Realizamos un estudio transversal para explorar la ocurrencia de conocimientos, recursos y prácticas de la medicina tradicional y su asociación con algunos factores sociales, demográficos y culturales de la población del Resguardo Indígena Muisca de Cota (Cundinamarca). Para precisar la pregunta de investigación, adelantamos varios conversatorios nocturnos de diálogo intercultural, con la presencia del Cabildo y los representantes de la comisión de salud. Fue así como ellos indicaron las preguntas relacionadas con recursos, prácticas, practicantes y conocimientos de la medicina tradicional muisca que se consideraron importantes para indagar en este estudio. Estas interrogantes incluyeron alimentos, enfermedades y remedios con plantas medicinales.
Participantes
La población objetivo fueron los indígenas del Resguardo Indígena Muisca del municipio de Cota, con aproximadamente 3300 personas reunidas en 700 familias. Obtuvimos una muestra por conveniencia, dada la accesibilidad y proximidad de los sujetos para las encuestadoras.
Hicimos una encuesta de hogar que se aplicó a madres de familia con por lo menos un hijo mayor de diez años. Para ello se tuvo en cuenta que las mujeres son las primeras responsables del autocuidado en salud, y el hecho de que tener un hijo mayor de diez años supone que la madre ha tenido más oportunidades de experimentar eventos tales como la menstruación, el puerperio y la gripa infantil.
Era probable encontrar sesgo de selección, puesto que las encuestas se hicieron en el hogar. Además, era posible que sólo estuviesen presentes aquellas mujeres que no estudian o no trabajan fuera del hogar. Para disminuir este sesgo, se tuvo la disponibilidad de que las encuestas fueran realizadas en horario abierto, incluyendo horas nocturnas y fines de semana.
También era posible encontrar sesgo de información, puesto que la encuesta se realizó en el marco de un programa de recuperación de la medicina tradicional indígena. Por este motivo, podía esperarse una sobreestimación en el reporte de conocimientos, recursos y prácticas tradicionales, en especial si la encuestada es una persona mayor.
Variables de interés
Consideramos como exposición algunos factores demográficos, sociales y culturales, basándose en información obtenida de estudios previos sobre medicina tradicional [14].
a) Factores demográficos y sociales: nivel de escolaridad, ocupación de la encuestada y del compañero, personas del hogar que tienen trabajo fijo y reciben salario, vivienda y densidad demográfica.
b) Factores culturales: consumo y preparación de alimentos tradicionales, tenencia de huerto y cultivo de plantas tradicionales, ubicación de la vivienda dentro o fuera del Resguardo y ascendencia local e indígena.
En relación con la indagación de alimentos tradicionales, escogieron tres: la chucula, una bebida caliente a partir de una mezcla de cacao y cereales; la mazamorra, una sopa preparada con maíz; y los envueltos, un alimento preparado con masa de maíz tierno. Respecto de plantas tradicionales escogieron los tallos (Brassica oleracea var. acephala), un tipo de col sembrado como alimento en las huertas del altiplano cundiboyacense, y el diosme (Coleonema album), una planta común en los huertos tradicionales, sembrada con propósitos culturales.
También en la indagación de factores culturales, es sabido que el mestizaje racial y cultural de la población que se auto reconoce como indígena ha sido un proceso paulatino desde la conquista misma. Por esta razón, es casi imposible determinar quiénes sostienen un 100% de ascendencia indígena y quiénes sostienen un mestizaje racial. Con este propósito preguntamos por el lugar de nacimiento del papá y la mamá. Aunque la respuesta no garantiza saber el grado de mestizaje, asumimos que los nacidos en Cota o en municipios vecinos que históricamente han tenido una presencia indígena muisca tienen mayor probabilidad de demostrar su ancestralidad indígena.
Como ocurrencia exploramos la ocurrencia de medicina tradicional. Consideramos como categorías diferentes los recursos, las prácticas, acudir a practicantes tradicionales y tener conocimientos de enfermedades tradicionales, identificadas por la comunidad como parte de su cultura a partir de su sistema tradicional de conocimientos:
a) Recursos tradicionales: cultivo de plantas medicinales, consumo de plantas aromáticas en general y de plantas medicinales para el cuidado de la salud, y uso de plantas silvestres o del monte.
b) Prácticas de la medicina tradicional: cuidados tradicionales de la salud para eventos como la gripa, la menstruación y el puerperio, entierro de la placenta y práctica de baños o riegos en la vivienda.
c) Practicantes de la medicina tradicional: recurso a parteras, sobanderos y curanderos. Hicimos una pregunta adicional indagando si consideraban que hacen falta estos especialistas en la comunidad.
d) Conocimiento de enfermedades tradicionales: según las categorías de nosología cultural en la tradición indígena de estos pueblos. En consenso con los miembros del resguardo se preguntó por cinco de ellas (descuaje, fiebre interna, matriz caída, frío de difunto y sereno).
Recolección de datos
Para la obtención de datos diseñamos el instrumento de captura con 44 preguntas. Realizamos un estudio piloto con el 10% de la muestra esperada, para verificar la comprensión del instrumento y la adecuada aplicación de los dispositivos móviles. Hicimos la prueba piloto en el Resguardo Indígena del vecino municipio de Chía, considerando que tiene características demográficas, sociales y culturales similares. El piloto siguió los mismos procedimientos de la encuesta, menos en el tamaño de la muestra, y se aplicó en 30 hogares. Las encuestas fueron aplicadas por mujeres capacitadas para facilitar la comunicación con las encuestadas, sobre todo en preguntas relacionadas con la salud femenina. La encuesta tuvo lugar en abril de 2019. Utilizamos la plataforma abierta Google formularios con captura de datos en tiempo real a través de dispositivos móviles.
Análisis de los datos
La información se procesó utilizando el programa estadístico CIETmap para su análisis univariado, bivariado y multivariado, mediante el procedimiento de Mantel-Haenszel [15]. Para el análisis univariado usamos proporciones de eventos organizados en variables dicotómicas o promedios con desviaciones estándar para describir la muestra obtenida. Con el fin de establecer la compatibilidad de los datos con posibles asociaciones entre las variables de exposición y ocurrencia, utilizamos el procedimiento de Mantel-Haenszel. Utilizamos este procedimiento como parte de nuestro objetivo exploratorio, conscientes de la baja validez externa del estudio por tratarse de una muestra por conveniencia.
Para el análisis bivariado generamos variables dicotómicas, basadas algunas en criterios del promedio y otras en categorías binomiales definidas con la representante del resguardo. Contrastamos estas variables con cada una de las categorías de ocurrencia de medicina tradicional (recursos, prácticas, practicantes y conocimientos). Además, calculamos el Odds ratios con intervalos de confianza del 95% para describir su posible relación con factores demográficos, sociales y culturales.
Para explorar la independencia de las relaciones entre variables, alimentamos un modelo de análisis multivariado con las variables que mostraron mayor compatibilidad con una posible asociación (un valor de p menor a 0,05 en los análisis bivariados).
Aspectos éticos y participación comunitaria
Aunque este proyecto involucró participantes humanos, se considera que el instrumento no contiene información de carácter sensible, por lo que entra en la categoría de investigación con riesgo mínimo, de acuerdo con la Resolución No.8430 [16].
El estudio siguió el modelo de la investigación participativa que buscó vincular a las comunidades a lo largo del proceso de generación de conocimiento, desde la pregunta de investigación, y discutir con ellas los resultados de manera que puedan ser aprovechados para generar cambios positivos en sus condiciones de vida. La participación directa de miembros del resguardo siguió los principios de beneficio, participación activa, y capacitación y fortalecimiento de capacidades propias establecidas por el Grupo de Estudios en Sistemas Tradicionales de Salud [13].
Se vinculó a una miembro del resguardo como coordinadora de campo. Ella recibió capacitación adicional para que su papel fuese cada vez más activo en los componentes de diseño, ejecución, análisis y evaluación de la investigación. Además, las encuestadoras fueron seleccionadas de común acuerdo con las autoridades de la comunidad indígena. Los procedimientos para la realización de la encuesta también fueron definidos en coordinación con ellos.
El Centro de Estudios Médicos Interculturales concertó el estudio con las autoridades del Resguardo Indígena y se firmó un convenio comunitario para una investigación y convenio para compartir información. Se solicitó consentimiento informado individual a las participantes, garantizando anonimato y confidencialidad. Se hizo entrega formal de los resultados en reunión comunitaria y se obtuvo permiso firmado para autorizar su publicación en el presente artículo.
Considerando que la población corresponde a un grupo vulnerable por tratarse de una minoría étnica, las anteriores consideraciones éticas buscan la protección de los derechos y el bienestar de esta comunidad, en adición a que no se emiten juicios sobre sus conocimientos o prácticas [17].
Respondieron 471 madres de familia pertenecientes al Resguardo Indígena de Cota que tenían por lo menos un hijo mayor de diez años. El 47,6% (224/471) era menor de 47 años. El 62,7% (295/471) de las mujeres encuestadas está casada o en unión libre y 18,5% (87/471) no ha tenido pareja estable. En la Tabla 1 se presentan las frecuencias de los factores demográficos, sociales y culturales explorados en el estudio.
Encontramos que para tenencia y uso de plantas medicinales el 56,8% (267/470) tiene sembradas plantas medicinales en la vivienda, reporta consumo habitual de aromáticas, usa plantas medicinales para el cuidado de la salud y usa plantas del monte. En cuanto a práctica de cuidados tradicionales el 15,8% (73/462) de las familias practica el cuidado del no baño durante la gripa, cuidados durante la menstruación y cuidados del puerperio. Respecto al recurso a practicantes de la medicina tradicional el 11,8% (54/458) reportó que sí han acudido a parteras, sobanderos y curanderos, y además consideran que hacen falta en la comunidad. Sobre conocimiento de enfermedades tradicionales, el 66,2% (312/471) conoce al menos tres casos de enfermedades tradicionales. En la Tabla 2 se presentan la frecuencia reportada de los conocimientos, recursos y prácticas tradicionales.
En la Tabla 3 mostramos los principales factores demográficos, sociales y culturales que en los análisis bivariados exploramos frente a la ocurrencia de medicina tradicional, tanto en recursos como prácticas, practicantes y conocimientos. Cinco de ellos están presentes en dos o más de las variables de ocurrencia de la medicina tradicional: consumir los tres alimentos tradicionales, tener huerto, tallos y diosme, tener papá y mamá nacidos en un municipio de influencia indígena y tener la vivienda dentro del resguardo. Consumir los tres alimentos tradicionales fue el único factor presente en las cuatro ocurrencias.
Finalmente, al hacer el análisis multivariado en cada ocurrencia de medicina tradicional, encontramos cuatro variables que mantuvieron independencia estadística (p < 0,05), por lo menos en una o dos de las ocurrencias de medicina tradicional, como se muestra en la Tabla 4.
Tabla 1. Factores demográficos, sociales y culturales.
Tabla 2. Conocimientos, recursos y prácticas tradicionales.
El estudio mostró que la medicina tradicional permanece vigente en el Resguardo Indígena de Cota, a pesar de su historia de pérdida cultural, aunque con amplia variabilidad en la ocurrencia de las diferentes expresiones de medicina tradicional estudiadas. Son escasos los estudios que han medido la prevalencia de medicina tradicional en Colombia. En 2002 la OMS estimaba que el 40% de la población en el país aún la usaba [9]. Estas estimaciones deben tomarse con cautela por la complejidad para definir qué constituye uso de medicina tradicional y, como lo hemos visto en este estudio, la variabilidad de sus distintas expresiones.
Encontramos que el consumo de tres alimentos tradicionales, la tenencia de huertos y plantas tradicionales, tener la vivienda dentro del resguardo indígena y tener padres nacidos en un municipio de influencia indígena, podrían estar asociados con la presencia de medicina tradicional en una muestra del Resguardo Indígena de Cota. Estos indicadores pueden orientar acciones adicionales de la comunidad muisca para la promoción y monitoreo de la recuperación de su cultura tradicional.Aún es muy alta la tenencia y uso las plantas medicinales. El 91,7% afirmó usarlas para el cuidado de la salud y el 79,1% las tenía sembradas en su vivienda. En relación con los cuidados tradicionales, en más de dos terceras partes de la población prevalecían los cuidados durante el puerperio, lo que puede explicarse por la compañía cercana de madres y abuelas, permitiendo la transmisión generacional. Los cuidados de la gripa o de la menstruación se reportaron en una tercera parte de la muestra, lo que supone una pérdida de confianza en los consejos tradicionales, para preferir los lineamientos de la medicina occidental y de la publicidad de los laboratorios farmacéuticos.
En cuanto al recurso a practicantes de la medicina tradicional, encontramos una alta prevalencia en el recurso al sobandero, fenómeno que puede entenderse por la presencia de un sobandero reconocido y perteneciente a la comunidad. En cambio, el recurso a parteras apenas alcanzó el 34,8%, posiblemente porque en la actualidad no hay parteras reconocidas por la comunidad. El recurso a curanderos también fue bajo. En el resguardo se reconoce actualmente a un abuelo o sabedor, quien además dirige las ceremonias y rituales en la casa sagrada.
El grado de analfabetismo en las encuestadas fue muy bajo y casi el 70% tiene educación primaria o secundaria. Más de la quinta parte ha alcanzado estudios superiores, dato que supera los indicadores de la mayoría de los pueblos indígenas de Colombia [18]. Esto puede ser explicado por su cercanía al mundo urbanizado y a la larga historia de mestizaje cultural y acceso a los centros educativos occidentales. También encontramos que, a pesar de su proximidad al mundo urbanizado e incluso que la mitad de las familias estén por fuera del resguardo, la población indígena sigue siendo predominantemente agrícola. En efecto, la mitad de las mujeres encuestadas se dedicaba a la agricultura y más de las dos terceras partes de sus parejas, de aquellas que reportan tener compañeros, también trabajaban en la agricultura.
Encontramos que un poco más de la mitad de las encuestadas consumían alimentos tradicionales como la chucula, la mazamorra y los envueltos de maíz. Asimismo, aunque también un poco más de la mitad tenían huertas, menos de la tercera parte sembraban los tallos o el diosme, plantas representativas de la tradición indígena. La pérdida cultural resulta evidente, aunque podríamos afirmar que la alimentación tradicional y la huerta siguen siendo dos de los más importantes marcadores culturales vigentes en la población del Resguardo Indígena de Cota.Aunque determinar el grado de mestizaje racial puede ser imposible en esta etapa de la historia del pueblo muisca de Cota, nuestro estudio encontró que un poco más de la mitad de las encuestadas siguen siendo descendientes de padres nacidos en Cota o en municipios con influencia indígena muisca. Este dato podría ser interpretado como negativo para los pueblos indígenas en general, quienes aspiran a un bajo grado de mestizaje racial. No obstante, podría ser interpretado como positivo para comunidades indígenas que durante casi tres siglos han sido invisibilizadas y que hoy, con el auge mundial del indigenismo, quieren volver de su aparente mestizaje cultural a una identidad propiamente indígena, como es el caso de la población del Resguardo de Cota [19].
En el grupo encuestado el nivel de educación, la ocupación, la vivienda y la densidad demográfica no fueron factores asociados a la prevalencia de medicina tradicional. Estos datos pueden resultar contradictorios, en comparación con los resultados en otros pueblos tradicionales del mundo entero. En estos trabajos la educación occidental, las actividades laborales del mundo moderno y el estilo de vida más cercano al modelo de desarrollo occidental, suelen ser factores asociados a la pérdida y el abandono de la medicina tradicional [20]. Es posible considerar que, a lo largo de muchos años, su impacto ya produjo el dramático efecto de la pérdida de gran parte de su medicina tradicional. Sin embargo, en esta etapa de su historia y de su afán por la recuperación de la identidad indígena, surgen nuevos elementos sociológicos y de transmisión generacional para conseguir una forma particular y efectiva de resiliencia, frente al efecto usualmente aculturizador de la educación y el modelo de desarrollo occidental [21].
Debilidades y fortalezas del estudio
La OMS ha advertido desde 2002 que es necesario innovar en los métodos de investigación sobre medicina tradicional [12]. Nuestro estudio exploratorio puede aportar algunas reflexiones en este sentido. Dado que el universo de la medicina tradicional indígena es aún poco conocido, este estudio explora variables generales que servirían como medidas proxy. La participación de la comunidad fue esencial para definir estas variables en nuestro estudio y debería estar presente en otros estudios sobre temas similares. Las limitaciones propias de los estudios transversales restringen nuestra capacidad para hacer inferencia causal. Por lo tanto, es difícil saber en qué medida las variables asociadas con la ocurrencia de medicina tradicional podrían contribuir o no a su recuperación.
En el contexto de escaso financiamiento para la investigación con pueblos indígenas y limitación de recursos en las comunidades, explorar muestreos no probabilísticos es una alternativa para dar pasos iniciales en este campo. En este estudio incluimos a las mujeres, que posiblemente tienen un papel más relevante en el uso de medicina tradicional en el hogar y pueden dar una respuesta más cercana a lo que ocurre en el resguardo. El costo es la dificultad para extrapolar los resultados a todo el resguardo o a otras poblaciones indígenas. Esto requerirá una consideración interdisciplinaria de las características de la población y su relación con la muestra incluida en este estudio [22]. La discusión de los resultados con las comunidades también puede ayudar en este sentido.
El estudio mostró que la permanencia de la medicina tradicional en el Resguardo Muisca de Cota puede estar asociada a la alimentación tradicional, a la vocación agrícola y a la tenencia y uso de plantas medicinales.Los resultados sugieren que la estrategia de recuperación de la medicina tradicional podría enfocarse en promover un mayor vínculo entre identidad indígena, territorio, alimentación y salud.
Autoría
GZ: dirigió la investigación, desde el diseño hasta la redacción de los resultados finales. CC: participó en el diseño, fue responsable de la recolección de datos y contribuyó a la redacción de los resultados. NAR: participó en el diseño, la recolección de la información y contribuyó a la redacción de los resultados. SPC: participó en el diseño y la ejecución, coordinó la recolección de datos con la comunidad y revisó la redacción de los resultados. IS: Participó en el diseño, dirigió el análisis de la información y contribuyó a la redacción de los resultados.AgradecimientosLas autoridades y miembros del Resguardo Indígena de Cota promovieron el estudio, participaron en todas las etapas y autorizaron la publicación de este artículo. El Centro de Estudios Médicos Interculturales (CEMI) colaboró en todas las etapas del estudio. El Departamento de Medicina familiar y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana colaboró con la participación de los estudiantes de XI Semestre de Medicina en las etapas de recolección y análisis de datos.
Conflictos de intereses
Los autores completaron la declaración de conflictos de interés de ICMJE y declararon que no recibieron fondos por la realización de este artículo; no tienen relaciones financieras con organizaciones que puedan tener interés en el artículo publicado en los últimos tres años y no tienen otras relaciones o actividades que puedan influenciar en la publicación del artículo. Los formularios se pueden solicitar contactando al autor responsable o al Comité Editorial de la Revista.
Financiamiento
El proyecto fue financiado por la Secretaría de Salud del municipio de Cota (Cundinamarca), Colombia.
Aspectos éticos
El Cemi concertó el estudio con las autoridades del Resguardo Indígena y se firmó un Convenio Comunitario para una investigación y Convenio para compartir información. Se solicitó consentimiento informado individual a las participantes, garantizando anonimato y confidencialidad. El estudio siguió el modelo de la investigación participativa que buscó vincular a las comunidades a lo largo del proceso de generación de conocimiento. Aunque este proyecto involucró participantes humanos, se considera que el instrumento no contiene información de carácter sensible, por lo que entra en la categoría de investigación con riesgo mínimo, de acuerdo con la Resolución No.8430.
Origen y arbitraje
No solicitado. Con revisión por pares externa, por cuatro árbitros a doble ciego.
Idioma del envío
Español.
Disponibilidad de los datos
Los datos utilizados para el presente estudio están disponibles en el siguiente repositorio abierto: https://figshare.com/s/ f8424431d26e8b2c71f6
Introducción
La población del Resguardo Indígena Muisca de Cota, Colombia, se encuentra en un proceso de fortalecimiento cultural. Ahora busca la recuperación de sus saberes ancestrales relacionados con la medicina tradicional.
Objetivo
Explorar la ocurrencia de la medicina tradicional y factores asociados con su vigencia en el resguardo indígena Muisca de Cota, Colombia.
Métodos
Estudio transversal participativo con los miembros del resguardo. Para este estudio se aplicó en abril de 2019 un instrumento de 44 preguntas a 471 madres de familia que tenían por lo menos un hijo mayor de diez años. A través de él se indagaron algunos factores demográficos, sociales y culturales. Además, se plantearon preguntas relacionadas con conocimiento, uso y práctica de medicina tradicional. Usamos el procedimiento de Mantel-Haenszel para establecer las asociaciones mediante el Odds ratio e intervalos de confianza del 95%.
Resultados
El 66,2% (312/471) de las madres conocía al menos tres casos de enfermedades tradicionales, el 56,8% (267/470) tenía y usaba plantas medicinales, el 15,8% (73/462) practicaba cuidados tradicionales de la gripa, la menstruación y el puerperio, y el 11,8% (54/458) reportó que han acudido a parteras, sobanderos y curanderos. El consumo de tres alimentos tradicionales, la tenencia de huertos y plantas tradicionales, tener la vivienda dentro del resguardo y padres nacidos en un municipio de influencia indígena, fueron los principales factores asociados con la prevalencia de la medicina tradicional (p < 0,05).
Conclusiones
El estudio mostró que la permanencia de la medicina tradicional está fuertemente asociada a la alimentación tradicional, a la vocación agrícola y a la tenencia y uso de plantas medicinales. Los resultados sugieren que la estrategia de recuperación de la medicina tradicional podría enfocarse en promover un mayor vínculo entre identidad indígena, territorio, alimentación y salud.
Citation: Zuluaga G, Correal C, Rodríguez NA, Cano SP, Sarmiento I. Overview of traditional medicine in the Muisca Reserve of Cota, Colombia: A cross-sectional study. Medwave 2022;22(2):e.002096 doi: 10.5867/ medwave.2022.02.002096
Submission date: 11/11/2021
Acceptance date: 12/12/2021
Publication date: 7/3/2022
Origin: Not commissioned
Type of review: External peer review by four double-blind reviewers
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